Alimentación en personas mayores

Alimentación en personas mayores

Cada vez los españoles disfrutamos de una esperanza de vida mayor. Esto, sin duda, es una buena noticia pero debemos ser conscientes de que a medida que avanza nuestra edad nuestros hábitos alimentarios, y de vida en general, han de ir cambiando.

El aumento de la esperanza de vida en España

En España cada vez tenemos una esperanza de vida mayor. Si a principio del siglo XX la esperanza de vida era de unos 45 años, actualmente prácticamente se ha doblado y ya se sitúa en los 82 años, algo que sólo va a ir en aumento. Para 2050 la tasa de octogenarios se prevé que sea cercana al 12%. Y por supuesto no se puede seguir la misma dieta a los 40 que a los 65.

Aunque la OMS considera personas mayores a aquellos individuos que tienen 60 años o más, debido al aumento de la esperanza de vida actualmente se está subdividiendo este grupo. Las estadísticas del censo de EEUU clasifican a las personas entre 65 y 74 años como “mayores jóvenes” y a las de 85 años o más como “mayores ancianos”

¿Por qué deben cambiar las pautas alimentarias?

Sabemos que te gustaría comer siempre que te apetezca un plato como los huevos con patatas fritas o recurrir a platos hechos por simple comodidad, pero lamentablemente al envejecer nuestro metabolismo se enfrenta a una serie de cambios fisiológicos.

Algunos de los cambios a los que nos enfrentamos con el paso del tiempo se dan en el aparato digestivo, el sistema nervioso y en el aparato locomotor.

Además también repercuten sobre nuestros sentidos. A partir de los 70 años se deterioran los sentidos del gusto, la audición y el olfato. Esto hace que escuchemos con mayor dificultad los electrodomésticos perdiendo destreza en la cocina y que percibamos los sabores con menor intensidad. ¿Lo más fácil? Acabar consumiendo comida preparada, que no es la opción más saludable.

Alimentación en personas mayores

¿Cuáles deben ser las pautas de alimentación en las personas mayores?

Para adaptar la alimentación para personas mayores a lo que el cuerpo necesita en la última etapa de su vida es fundamental incluir los siguientes alimentos:

  • 50% de la alimentación diaria que sean frutas y verduras
  • 25% que se corresponda con proteínas de alimentos saludables y lácteos
  • 25% que sean hidratos de carbono procedentes principalmente de los granos enteros.

Algunos de los cambios que se proponen en la alimentación en la tercera edad

frente a la alimentación tipo de un adulto son estos:

  • Potenciar el sabor a los alimentos con especias y hierbas en lugar de usar la sal.
  • Si se ingieren alimentos envasados, buscar los ​​que sean bajos en sodio.
  • Utilizar frutas y verduras en rodajas.
  • Solicitar al médico posibles alternativas si se toma una medicación que quita el apetito.
  • Beber agua y no bebidas azucaradas.
  • Tomar tres lácteos al día. No obstante, se ha de tener en cuenta que los lácteos no resultan imprescindibles para alcanzar los requerimientos de calcio.

Dieta de textura modificada: el futuro ya está aquí (y pinta muy bien)

Hacer una dieta para personas mayores atractiva pasa por conseguir presentaciones y texturas apetecibles, que sean aptas para personas con problemas de masticación o de deglución. Los clásicos triturados o “purés” no son apetitosos y esto puede conllevar a la desnutrición.

Pero podría haber una solución. Se trata de la alimentación para ancianos de textura modificada que busca conseguir presentaciones más apetecibles y vistosas, un tipo de alimentación que ya se está dando en un buen número de centros para mayores.

¿El inconveniente? Sin duda, un coste más elevado. Sin embargo, la garantía higiénica y de composición nutricional, la reducción del tiempo de preparación y la disponibilidad rápida en caso de imprevistos, pueden minimizar el incremento de coste que pueda suponer la dieta de textura modificada.

De este modo, este estilo de nutrición en la tercera edad se convierte en una gran opción para aquellas personas que tienen menos capacidad para masticar o deglutir.

Por último, pero imprescindible… ¡el ejercicio!

No por ser mayor se ha de llevar una vida sedentaria, ¡todo lo contrario! La OMS recomienda  que  los  adultos de   65   años y más dediquen al menos dos horas y media a la  semana  a realizar actividades físicas moderadas y aeróbicas.

Como recomendación no hay que olvidar que si se opta por un ejercicio realizado de manera colectiva en lugar de individual, se fomenta la sociabilidad del individuo, algo que puede ayudar a evitar el sentimiento de soledad.

Así que ya que el aumento de la esperanza de vida nos augura unos cuantos años por delante. Una alimentación saludable será fundamental para disfrutarlos con la mejor calidad de vida posible. ¡A comer!

Y tú, ¿qué opinas de estos cambios de hábitos y de la dieta texturizada? ¿Te animarías a seguirla? ¡Déjanos tu comentario!

No dudes en compartir en redes sociales este artículo. ¡Así tus seres queridos conocerán estos consejos sobre alimentación!

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2 comments

  1. Mary Luz 11 abril, 2018 at 22:18 Responder

    Me gustaría me dieras unos consejos para bajar entre 5 y 7 kilos. Tengo 67 años y mido 1.66 con un peso de 68 kg. También saber utilizar los productos forte farmacia adecuadamente. Gracias. Saludos

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