¡5 sencillos ejercicios para trabajar y fortalecer la autoestima!
Es complicado disfrutar de una vida plena si tienes un concepto negativo de ti. La autoestima va más allá de la propia imagen. Incluye el aprecio que nos tenemos a nosotros mismos.
Pero, ¿por qué la perdemos? O, mejor dicho, ¿por qué no llegamos a desarrollarla y fortalecerla? En gran parte viene de lo que recibimos del entorno, es decir, el feedback de los demás, las críticas recibidas por padres, profesores, amigos, entrenadores o familiares. Y también, a medida que crecemos, del nivel de exigencia que tenemos con nosotros mismos y de la imagen que nos vamos elaborando. Esta imagen depende también de nuestros valores, de lo hábiles y competentes que nos veamos.
Así que la manera de trabajar y fortalecer la autoestima, de potenciarnos y vernos como personas maravillosas, vendrá determinada por:
- La credibilidad que damos a las opiniones externas.
- El grado de exigencia que tenemos con nosotros mismos.
- Del foco de atención, ¿nos fijamos más en lo que queremos cambiar y no nos gusta de nosotros? ¿O nos centramos más en todo aquello que apreciamos y nos da valor?
- El potencial que nos veamos, ¿somos lo que somos y ya está? ¿O podemos esculpirnos, como dijo Miguel Ángel, hasta que destapó al colosal David de la piedra en la que estaba escondido?
- Las comparaciones; tú eres maravilloso tal y como eres. No puedes compararte con nadie porque nadie es como tú, nadie ha tenido tu historia, ni tus genes, ni tus circunstancias.
Nuestro pasado es pasado, da igual lo que escucháramos en casa o en la escuela. Nuestro futuro es incierto porque no sabemos cómo podemos desarrollar todo el potencial que tenemos. Lo que sí tenemos claro es que somos dueños, en gran parte, de nuestro presente. Y en él tenemos que trabajar para poder disfrutar de nosotros.
Te dejo a continuación algunos ejercicios que te ayudarán a trabajar y fortalecer tu autoestima, o lo que es lo mismo, a verte, respetarte y quererte mejor. No más, mejor.
¿Y si en lugar de criticarnos nos dedicamos a elogiarnos?
Ponte la obligación de elogiarte una vez al día. Delante del espejo, elige algo que te guste de ti (y no me digas que no te gusta nada porque eso es imposible) y díselo al espejo, ¡alto y claro!
“Me encanta mi pelo, es largo, brillante y lo tengo bien cuidado”, o “Me siento orgulloso de ser tan puntual, siento que respeto a los demás y que gestiono genial mi tiempo”.
Trata de realizar el ejercicio convenciendo a tu reflejo en el espejo. Mírale a los ojos, adopta una postura segura y habla en un tono y volumen convincentes.
Recuerda, eres tu mejor amigo
Es normal que, en nuestra vida, incluso casi a diario, tengamos experiencias negativas, que nos equivoquemos, que flaqueemos y posterguemos objetivos que no nos apetecen. En esos momentos solemos ser durísimos con nosotros mismos. Pero no seríamos igual de críticos con un amigo al que respetamos y queremos.
Así que trata de hablarte en esos momentos de la misma manera en que lo harías con un amigo. Tranquilo, no tengas miedo a relajarte contigo. No hará que cometas más errores. Al revés.
Lleva un diario de tus avances respecto a tus objetivos
En lugar de sentirte mal cuando flaqueas, ¿qué tal si le prestas atención a los avances, por pequeños que sean? Anotarlos en una libreta bonita permitirá que cobren más valor. Y así, cuando dudes, recurre a tu libreta y confirma contigo que eres una persona maravillosa.
“A pesar de no haber ido al gimnasio hoy cuando lo había planificado al principio de semana, sí he conseguido no picar esas galletas que ha traído un compañero al trabajo con motivo de su cumpleaños”.
Mochila de éxitos
¿Qué llevas en tu mochila?, ¿críticas, errores y fracasos?, ¿o toda la información de los valores y capacidades que te han ayudado a saltar las piedras?
La autoestima se forja en base a lo que nos hace fuertes, a lo que nos ayuda a superarnos, no a las críticas despiadadas.
Dibuja una mochila y mete dentro de ella todos esos valores que te hacen grande, esos valores con los que fuiste capaz de superar obstáculos. Puedes coger una libreta para describir esos éxitos pasados y los ahora presentes. No anotes solo lo que conseguiste. Anota también el cómo.
Cuanto más detallado sea este ejercicio, más información obtendrás de todo aquello de lo que eres capaz.
Amplia tu vocabulario
Elige cada día un adjetivo calificativo positivo que te describa o que desees que te describa, y repítetelo todo el día. De tal forma que la palabra quede anclada en tu mente.
“Soy sereno, comprensivo, atento, chistoso, agradable, buena gente.”
Coge cada día uno, repítelo, genera situaciones reales en las que el adjetivo tenga lugar y disfruta de ello.
No busques excusas. Si tus padres no fueron capaces de que tú creas en ti, si tuviste un jefe que te dejó la autoestima por el suelo, empieza ahora tú a poner de tu parte.
No vas a cambiar el pasado, pero sí puedes hacer algo por tu presente.