Microbiota vaginal; aliado imprescindible contra bacterias e infecciones

La microbiota vaginal es una gran desconocida que juega un papel fundamental en nuestro organismo contra bacterias e infecciones y te contamos cómo cuidarla y equilibrarla.

No hay duda de que nuestra zona íntima es delicada y está expuesta a muchos agentes externos e internos que pueden causarnos problemas como infecciones. Aprender a equilibrar nuestra microbiota vaginal es esencial para evitarlos.

Si mantienes el correcto equilibrio de los microorganismos que habitan tu endometrio y vagina, conseguirás mantenerte alejada de las infecciones de orina, la candidiasis y la vaginosis bacteriana. Descubre qué lo altera y cómo puedes lograrlo.

¿Qué es la microbiota vaginal?

Según María Luisa Lacarcel, ginecóloga de Clínicas Eva, “la flora es el conjunto de bacterias (en su mayoría Lactobacillus), virus, hongos y levaduras que viven con nosotros en el endometrio y la vagina creando un ambiente adecuado para lograr las correctas funciones de estos órganos”.

Además, ese conjunto de microorganismos que habitan en la zona vaginal, la microbiota, cumplen otra función: la de proteger la mucosa frente a otros microorganismos que podrían resultar dañinos.

¿Por qué es tan importante que esté equilibrada?

En primer lugar, tal y como se ha señalado antes, porque si no, no se produciría el correcto funcionamiento de órganos tan importantes como el endometrio o la vagina.

En segundo lugar, porque promueve la producción de un pH adecuado en el endometrio, lo que facilita el proceso de fecundación e implantación de los embriones.

“Si este se desequilibra no se da el ambiente propicio para la fertilidad”, asegura la médica Lacarcel.

Y, en tercer lugar, porque también mantiene el pH vaginal evitando la proliferación de microorganismos patógenos que pueden dar lugar a infecciones de orina, candidiasis y vaginosis bacteriana, pudiendo derivar también en una cistitis y vaginitis.

¿Qué desequilibra la flora vaginal?

Aunque nuestro organismo está preparado para mantener todo en perfecto equilibrio y funcionamiento, hay ciertos factores que pueden influir en el desequilibrio de la microbiota vaginal, como por ejemplo:

• La toma de algunos medicamentos. Los tratamientos con antibióticos o antifúngicos pueden desequilibrar la flora vaginal. “Favorecen la eliminación de bacterias ‘buenas’ y la proliferación de gérmenes (bacterias y hongos) ‘malos’ o patógenos. Lo que termina dando lugar a infecciones vaginales”, detalla la ginecóloga.
• Infección por hongos (candidiasis). Este tipo de infección se puede producir por culpa del estrés, mantener múltiples relaciones sexuales con distintas parejas, durante el embarazo, ya que este favorece que el sistema inmunológico esté más tolerante, “y por la reproducción de forma exagerada de un hongo (Cándida Albicans) que está presente habitualmente en la flora intestinal y vaginal”, añade la experta de Clínicas Eva. Produce picor, un flujo más abundante de lo normal, incomodidad e incluso irritabilidad.
• Infección por bacterias (vaginosis). Este tipo de infección produce un desequilibrio en la flora normal cuando se nos bajan las defensas, estamos embarazadas, tomando medicamentos, sufrimos estrés o mantenemos la humedad mucho tiempo en la zona por el uso diario de salvalips. “Incluso el DIU favorece el crecimiento de este tipo de bacterias en algunas personas.”

• Infección de orina. Se puede producir: “Bien por gérmenes que afectan directamente a la flora, o bien por gérmenes que vienen del recto y colonizan la vagina; o incluso por la toma de antibióticos que alteran la flora de la vagina y la orina”, según Lacarcel.

• Malos hábitos higiénicos. El exceso de lavados y el realizarse duchas vaginales desequilibra la flora vaginal. “Literalmente, te la estás llevando con agua y jabón”, apunta la ginecóloga. También el uso de salvaslips a diario porque favorece la humedad y la proliferación bacteriana.
• Uso de tampones. Hablando de tampones, no pasa nada si usas el número adecuado, pero si te pasas o te olvidas, pueden desencadenar infecciones. “Los tampones no dejan de ser cuerpos extraños en una zona húmeda con sangre, y se pueden convertir en caldo de cultivo para el crecimiento de sustancias patógenas”, advierte Lacarcel. Una alternativa a este es la copa menstrual.

• Múltiples parejas sexuales. El mero hecho de mantener relaciones sexuales con distintas parejas hace que también ‘compartamos’ más flora susceptible de transmitir patógenos. Cuántas más parejas, más posibilidades.
• Tabaco y alcohol. Se trata de dos sustancias tóxicas que alteran todo el organismo y en particular la microbiota vaginal.
• El estrés. Está relacionado con un desequilibrio de la microbiota vaginal porque lo altera todo, incluso a nivel hormonal, y disminuye las defensas que promueve nuestro sistema inmunitario. Un motivo más para aprender a gestionar el estrés.
• Cambios hormonales. Hay personas que antes de que les baje la regla sufren episodios de hongos recurrentes. “Se da sobre todo en personas jóvenes, en edad reproductiva y que mantienen frecuentes relaciones sexuales”, indica la experta. También en la menopausia, debido a que se ‘atrofia’ la zona genital, aumentan las infecciones urinarias.
• La edad cuenta. Las infecciones vaginales son más frecuentes en gente joven, entre los 20 y los 40 años. “Son grupos de edad que tienen una vida sexual más activa y experimentan cambios hormonales todos los meses con los ciclos menstruales. Además, son usuarias habituales de salvaslips, compresas y tampones.”

¿Por qué en verano sufrimos más infecciones?

Porque en verano confluyen factores que influyen en la aparición de bacterias, como son el calor y la humedad, así como algunos cambios de hábitos debido a las vacaciones.

“La gente se baña y se queda con el bañador mojado puesto. Además, el hecho de tener más horas libres, menos estrés y ocupaciones, hace que aumenten las relaciones sexuales y probablemente el número de parejas”, intuye la médica.

¿Cómo cuidar la microbiota vaginal?

Dado que hay tanta facilidad de perder el equilibrio de la microbiota vaginal, ¿qué podemos hacer para evitar las infecciones debido a ello? Existen varios pasos sencillos que si los tienes en cuenta preservarán la salud de tu zona íntima:

Higiene íntima adecuada

Hay que lavarse lo justo, ni mucho ni poco. “Con una o dos veces al día es suficiente”, aconseja la ginecóloga de Clínicas Eva.

Sobre todo, se deben evitar las duchas vaginales y es importante utilizar jabones específicos que respeten la flora vaginal. Un gel de higiene íntima específico tiene un pH más ácido (el pH de la zona íntima está entre 3,5 y 5), agentes limpiadores más suaves y además está testado bajo control ginecológico.

Cambio frecuente de tampones y compresas

Durante la regla, sobre todo en los primeros días en los que esta es más abundante, hay que cambiarse compresas y tampones con frecuencia. Lacarcel lo explica:

“Cada seis horas como mucho. Aparte de ser caldo de cultivo para la proliferación bacteriana porque mantienen la humedad y producen un roce e irritación constante en la zona.”

Y ¡ojo con las braguitas menstruales! Dan una sensación de tranquilidad que puede traducirse en llevarlas puestas demasiadas horas.

Bañador siempre seco

Hay que elegir trajes de baño de secado rápido o cambiarse una vez salgamos del baño para evitar la humedad en la zona.

Ropa íntima de algodón

Las prendas de licra o nailon y en general las fibras sintéticas no dejan traspirar bien la piel. Por el contrario, las de algodón 100 % evitan las irritaciones y facilitan la evaporación del sudor.

Prendas holgadas

Hay que evitar el uso de prendas excesivamente ajustadas porque pueden causar irritación, debido al roce de las costuras y favorecer la humedad de la zona genital y, por ende, la proliferación de bacterias.

Es preferible vestir con pantalones anchos, faldas o vestidos.

Abundante líquido

Se debe beber entre 1,5 y 2 litros de agua diarios para ir al baño con frecuencia y evitar el consumo de alcohol que deshidrata las mucosas.

Orinar con frecuencia

Siempre se ha dicho que aguantarse el pis es malo y así es. “Retener el pis favorece las infecciones a nivel urinario. Hay que ir al baño en cuánto se presenten las ganas”, confirma la ginecóloga.

Y hay que limpiarse bien la zona (de adelante hacia atrás), para evitar la contaminación de la vagina con restos de heces.

Probióticos

Se ha comprobado que el uso regular de probióticos, tanto orales como vaginales, tiene un efecto positivo y contrarresta el desequilibrio de la flora vaginal, la candidiasis, la vaginosis bacteriana y las infecciones de orina.

“En caso de infección es recomendable tomarlos 7 días en dosis altas al mismo tiempo que mantenemos el tratamiento antifúngico o antibiótico, y después hay que mantenerlos otros 15 días en dosis más bajas para evitar que se trate de una infección recurrente”, recomienda la ginecóloga.

Incluso es útil tomarlos entre 2 y 7 días antes de la implantación del embrión en el endometrio en procedimientos de fecundación in vitro, para favorecer que la flora endometrial sea la adecuada.

Ahora ya sabes la importancia que tiene mantener el equilibrio de la microbiota vaginal. Ya sea que se aproxime el verano o no, tus amigas necesitan conocer esta información. ¿Por qué no las compartes en las redes sociales?

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