Rayos solares: tipos, efectos y daños sobre nuestra piel

Rayos solares en la piel; ¿qué tipos hay y qué efectos y daños causan?

Los rayos solares y la radiación solar pueden provocar daños irreparables en nuestra piel. ¡Descubre cómo evitarlos!

¡Que levante la mano al que no le guste estar bronceado en verano! A todos (vamos a decir casi todos) nos gusta lucir ese mágico tono sunkissed en cuanto llega el buen tiempo.

A estas alturas todos sabemos que es necesario utilizar fotoprotección alta para protegerse del sol, pero muy pocos conocen todos los tipos de radiación solar que pueden dañar nuestra piel. Descubre cómo luchar contra ellos para evitar desde simples quemaduras hasta cáncer de piel.

De hecho, según los últimos estudios hasta un 95 por ciento de españoles tenemos esto asimilado, aunque no somos tan conscientes de todos los rayos que emite el sol y del daño que cada uno puede causar en nuestra piel.

Nos sabemos lo básico:

  • evitar las horas de máxima exposición –entre las 12 y las 16h, incluso en invierno–,
  • buscar la sombra y utilizar prendas que nos protejan del sol –gorra, gafas de sol que filtren el 99-100% de la radiación UV, y camiseta–,
  • utilizar SPF altos, de entre 30 y 50, aplicarlos 30 minutos antes de salir de casa y reaplicarlos cada dos horas, tanto si nos bañamos como si no.

Hasta aquí, casi todos sacamos un aprobado alto. Pero ¿cuántos sabemos que el sol emite infinidad de radiaciones luminosas: rayos cósmicos, rayos gamma, rayos X…? ¿Cuántos sabemos que dentro de estas radiaciones están los rayos UV, los Visibles y los IR (Infrarrojos)? ¿O que hay otro tipo de luz asociada al uso de pantallas que provoca tanto perjuicio como los rayos UV?

Los efectos de todos estos tipos de rayos solares en la piel, los cuales apenas se conocen, pueden ir desde el envejecimiento hasta cáncer de piel. ¡Daños irreparables!

Tipos de radiación solar, ¡no todos son malos!

Aunque los efectos de la radiación solar en nuestra piel pueden ser irreparables, tomar el sol de manera adecuada mejora nuestra salud y vida. Clic para tuitear

Solo dos terceras partes de la radiación que emiten los rayos solares llegan a la Tierra. Por ejemplo, los rayos cósmicos, los gamma, los X y los UVC, que son la parte más dañina de la radiación solar, son absorbidos por los gases de la atmósfera, particularmente por el ozono.

Este gas también absorbe las ondas UV (ultravioleta) más cortas. Ahora bien, la radiación que sí llega a nosotros es la UVA, UVB, los Rayos Visibles (dentro de estos está la famosa Luz Azul de la que todo el mundo habla ahora) y los IR-A (Infrarrojos).

Si sigues leyendo, descubrirás qué puede llegar a hacer cada uno en nuestra piel:

Rayos UV

“A grandes rasgos, estos rayos en exceso, y sin la adecuada protección solar, pueden producir desde fotoenvejecimiento (manchas, arrugas y flacidez) y quemadura solar hasta cáncer de piel e incluso alterar el sistema inmunitario. También lesiones en los ojos como cataratas”, según Natalia Jiménez, dermatóloga del Hospital Ramón y Cajal y del Grupo Dermatológico Pedro Jaén.

Y dentro de este grupo hay tres tipos: UVA, UVB y UVC. No obstante, como ya comentamos, los UVC son absorbidos por los gases de la atmósfera, así que de estos, en principio, no debemos preocuparnos. Lo que sí deberíamos tener en cuenta es que algunas superficies potencian sus efectos.

Por ejemplo: la nieve refleja hasta el 80 % de los rayos UV, el agua un 25 %  –y aunque estés a 40 cm de profundidad, no te libras–, y la arena un 15 %. “Cuanto más alto peor, es decir, a mayor altitud más dañinos son los rayos UV”, advierte la doctora Jiménez.

Un consejo: si quieres conocer la predicción diaria de los niveles de rayos UV, consulta la página web de la Agencia Estatal de Meteorología. Es una buena forma de prevenir los daños que pueden provocar los rayos solares en la piel.

Dentro de este apartado los más importantes son los rayos UVA y UVB. ¡Vamos a conocerlos para subir nuestra nota!:

Rayos UVA

La mayoría de la radiación UV que llega a la Tierra es del tipo UVA. Inciden durante todo el año, atraviesan las nubes y los cristales, penetran profundamente en la piel y hasta un 50 % llega a la dermis.

Aunque provocan un “bronceado” inmediato, que dura unas horas, se trata más bien de una oxidación celular. De hecho, estos son los rayos solares usados en las lámparas de los centros estéticos y deportivos (que, según se ha demostrado ya, provocan cáncer de piel).

¿Qué daños pueden provocar en la piel? “Están directamente relacionados con el fotoenvejecimiento a largo plazo, es decir, con la aparición de arrugas, manchas y flacidez o pérdida de elasticidad.

También “provocan la formación de radicales libres, que pueden llegar a dañar el ADN de las células, agente causal del cáncer de piel”, cuenta la Dra. Jiménez.

¿Cómo protegerse de ellos? La dermatóloga responde: “Además de optar por gafas de sol que cuenten con protección específica frente a los rayos UVA, hay gorras, prendas de vestir y bañadores que también han sido diseñados con tejidos que protegen frente a los rayos UV. Conviene asegurarse mirando las etiquetas”.

Otra forma de combatir los rayos UVA es buscando fotoprotectores que en su caja y/o envase lleven el símbolo UVA rodeado con un círculo. Y algo más: “Si también llevan el símbolo Lambda 370 te aseguras de que más del 90% de la radicación UVA (también la UVB) está cubierta”, apunta la experta.

Rayos UVB

Estos no penetran con tanta profundidad en la piel. Solo el 85 % se detiene en la epidermis, y aproximadamente un 15 % llega hasta la dermis. Son los verdaderos responsables de que a los dos o tres días luzcamos un bronceado que se mantendrá alrededor de tres semanas.

Suena idílico ¿verdad? ¡Craso error! Son lobos con piel de cordero. Los daños de estos rayos solares en la piel son irreparables. ¿Cuáles son algunos?

Para empezar, el bronceado es el mecanismo de defensa que emplea nuestra piel contra la agresión que estos tipos de radiación solar representan. Para que lo entiendas: “no hay bronceado saludable”, según la doctora Jiménez.

En segundo lugar, estos rayos son los causantes principales de quemadura solar y cáncer de piel. “Son responsables de las quemaduras solares y pueden dañar directamente el ADN celular dando lugar a mutaciones en este y siendo los principales causantes del cáncer de piel”, advierte la experta.

¿Cómo protegerse de ellos? Al igual que en el caso de los rayos UVA conviene hacerse con prendas físicas (gorras, camisetas y bañadores) en cuya etiqueta se especifique que  protegen de los rayos UV.

La dermatóloga afirma que también es necesario “usar fotoprotectores con un SPF mayor o igual a 50, que filtran el 90% de la radiación UVB. Eso sí, hay que aplicarse la cantidad suficiente y reaplicarlos cada dos horas”.

¿Qué se entiende por cantidad suficiente? Lo idóneo es aplicarse 2 mg/cm2, lo que equivale a 200 g para cubrir todo el cuerpo. Es decir, casi todo el bote de una vez. Así que, apuesta por formatos XL. Según la Dra. Jiménez habría que utilizar “dos nueces de crema para cara, cuello y escote, y nueve en los hombros, la espalda, los brazos y las piernas”.

Rayos Infrarrojos (IR-A)

Son los que mantienen la Tierra caliente y a nosotros nos proporcionan esa agradable sensación de calor y bienestar, pero también son los responsables de las insolaciones y los golpes de calor, sobre todo, en bebés, ancianos y deportistas. ¡Otro lobo con piel de cordero!

Como se trata de un calor seco (a pesar de que en las capas profundas puede elevar la temperatura hasta 42 grados), no nos damos ni cuenta del daño que nos están produciendo estos rayos solares en la piel. De hecho, hasta hace relativamente poco no se sabía que pueden alcanzar la capa más profunda de la piel (la hipodermis, que está a 12 mm de profundidad).

Otro dato para la preocupación: “representan el 50% de las radiaciones que recibimos, mientras que los UVA solo suponen el 5% y los UVB menos del 1%”, según la dermatóloga.

¿Qué daños pueden provocar en la piel? “Producen oxidación o, lo que es lo mismo, radicales libres que son los responsables de que la piel envejezca. Y potencian los efectos negativos de los rayos UV (sobre todo de los A). No son causantes directos de cáncer de piel, pero al potenciar a los UV contribuyen a ello”, señala la experta.

¿Cómo protegerse de ellos? “En este caso hay que asegurarse de que en la caja y/o envase del protector solar aparece el símbolo IR, que quiere decir que ese producto contiene antioxidantes que neutralizan la oxidación y el envejecimiento”, según recomienda la dermatóloga del Ramón y Cajal. ¿Qué antioxidantes? Los más utilizados y que cuentan con evidencia científica son los tocoferoles y los derivados de la vitamina E, según Jiménez.

Luz Visible

Supone el 40% de la radiación solar que recibimos y es la que vemos, la responsable de la gama de colores del arcoíris y de que las plantas puedan realizar la fotosíntesis.

Está claro que existe de forma natural (la emitida por el sol), pero también la hay artificial, que es la que emiten los dispositivos LED que utilizamos a diario: móvil, tablet, ordenador y televisión.

Y a la que también nos exponemos por el mero hecho de pasar la mayoría del día en espacios cerrados (oficina, gimnasio, centros comerciales).

Y aquí viene el pero: “al igual que los rayos IR-A tiene la capacidad (sobre todo la azul-violeta) de llegar a las capas más profundas de la piel y provocar daños similares a los rayos UVA”, según Natalia.

Dentro de este tipo de luz la más importante por sus efectos sobre la piel es la azul:

Luz azul

Hasta hace poco se sabía que esta luz afectaba al sueño y a los ojos. Al sueño porque inhibe la secreción de melatonina (la hormona responsable de que podamos dormir). Y a la visión porque provoca síndrome visual informático, que se caracteriza por disminuir el parpadeo, la secreción de lágrimas y producir fatiga visual.

Y ¿qué daños puede provocar estos rayos solares en la piel? Producen tres efectos: Primero, hace que la piel esté más seca. “Disminuye unos canales por los que recircula el agua en la piel llamados aquaporinas”. Segundo, induce oxidación en las células, lo que se traduce en arrugas. ¿Cómo?  “Activan unas enzimas que se llaman metaloproteinasas que destruyen el colágeno natural, provocando flacidez y arrugas”. Y tercero, “provocan la formación de manchas en personas con fototipos altos, III y IV”.

¿Cómo protegerse de ellos? Ya existe toda una nueva generación de fotoprotectores y cosméticos con tecnología Blue Light patentada cuya función es, precisamente, proteger la piel de esta luz y, por lo tanto, del envejecimiento y el riesgo de manchas en la piel.

“Suelen incorporar complejos vegetales antioxidantes, derivados de la vitamina E que evitan la formación de manchas, y retinol para estimular la producción de colágeno nuevo”, asegura la doctora. También las cremas con color absorben hasta un 20% de esta luz.

Y hay filtros específicos para poner sobre las pantallas de móviles, tablets y ordenadores. Además, siempre tienes la opción de graduar el brillo de estos: tanto en Android como en iOs hay opciones para limitar la luz azul.

Rayos solares en la piel; ¿qué tipos hay y qué efectos y daños causan?

¿Cómo puedes cuidarte desde dentro de estos tipos de rayos solares?

Si hay algo en lo que insisten últimamente los expertos es en que la fotoprotección sea tópica y oral. Es decir, en combinar ambas para que la protección sea más completa.

“Los antioxidantes orales no son suficientes para neutralizar el efecto de los rayos UV, pero sí contrarrestan y combaten los radicales libres que se están formando. Por eso, deben ser un complemento del fotoprotector tópico”, aconseja la Dra. Jiménez.

Si empiezas a tomar un suplemento oral antioxidante, 15 días antes de la exposición y lo mantienes 15 días después, reforzarás las defensas naturales de tu piel. Clic para tuitear

“Hay evidencia científica de que las vitaminas C y E, el polypodium leucotomos, el resveratrol, el licopeno y las xantinas, tienen biodisponibilidad cutánea, es decir, llegan en cantidad suficiente a la piel”, asegura Isabel Aldanondo, dermatóloga del Grupo Dermatológico Pedro Jaén. Eso sí, siempre bajo supervisión médica.

Uno de los productos que ayudarán contra los efectos de la radiación solar es Expert Solar, de Forté Pharma, un complemento alimenticio que contiene carotenoides que disminuyen la sensibilidad de la piel y potencian el bronceado, aceites de camelina (Omega 3) y de onagra (Omega 6), que reducen la sequedad cutánea y mejoran la flexibilidad de la piel. Y coenzima Q10, vitaminas C y E, selenio y manganeso, de gran capacidad antioxidante, que previenen la formación de arrugas y manchas.

Y para obtener antioxidantes de forma natural, puedes hacerlo a través de la alimentación. ¿Cómo? Deberías consumir a diario cinco raciones de fruta y verdura, fresca y de temporada, rica en vitaminas antioxidantes A, C y E.

Según afirma el equipo de nutricionistas de Yo Elijo Cuidarme, la vitamina A y alimentos como la zanahoria, el mango, el melón, el tomate, el caqui, los pimientos, las espinacas, los canónigos, los berros, el alga nori y el boniato que contienen caretonoides, frenan el envejecimiento de la piel.

La vitamina C que contienen los cítricos, guayabas, coles de bruselas, coliflor y brécol estimulan la síntesis de colágeno y con ello la densidad y elasticidad cutáneas.

La vitamina E del aceite de oliva y los frutos secos repara la dermis de los radicales libres, recupera la luminosidad y el tono cutáneo.

También algunas bayas como las moras, los arándanos, el maqui, las grosellas, las uvas, el té verde o el vino tinto son ricas en polifenoles y flavonoides y activan la enzima de la vida conocida como AMPK que lucha contra el envejecimiento de la piel, aumenta los niveles hormonales y acelera el metabolismo.

La cebolla, el cebollino, el ajo y el puerro son alimentos aliáceos ricos en azufre que ayudan en la hidratación de la piel, combaten las manchas y consiguen aclarar el tono del cutis.

Su contenido en sulfuro e inulina activan la eliminación de toxinas y mejora la microflora intestinal.

Bueno, ya conoces todos los tipos de radiación solar y los efectos que los rayos solares tienen en nuestra piel. ¡Ahora es el momento de compartirlo con otros para que ellos también se protejan!

Y si quieres saber más sobre el tipo de alimentación con la que cuidarte desde dentro, no dudes en contactar con nuestro servicio de nutrición online gratuito en el que responderemos todas tus dudas. ¡Te esperamos!

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