Ansiedad y depresión por las redes sociales; ¿Causas y soluciones?

Las redes sociales provocan ansiedad y depresión. ¿Cómo superarlo?

Las redes sociales fueron uno de los grandes inventos del siglo XXI. Han demostrado ser de mucha utilidad, pero mal usadas provocan daños en nuestra salud emocional. Desde Yo Elijo Cuidarme te contamos cómo superarlo.

Se calcula que alrededor del 90 % de los adolescentes están presentes en una o varias redes sociales. Y las tasas de ansiedad y depresión entre estos han aumentado hasta un 70 %. Averiguamos qué papel juegan en estos datos las redes sociales y cómo hay que actuar.

Miles de influencers de todo el mundo han decidido ‘desaparecer’ de las redes sociales para evitar la ansiedad y depresión que estas generan. Share on X

¿Pueden las redes sociales causar ansiedad y depresión?

Bella Hadid fue la primera en hacerlo, y detrás de ella han ido sumándose Selena Gómez, Camila Cabello, Kim Kardashian y Hiley Baldwin. En nuestro país, Dulceida, Laura Escanes o María Pombo. Y la lista no deja de crecer. ¿Qué es lo que todas han hecho? Abandonar temporalmente las redes sociales en pro de su salud mental.

La cantante Selena Gómez hablaba abiertamente, en una entrevista a la revista In Style, del influjo nocivo que recibía de algunas redes como Instagram.

Hubo un momento en que Instagram se convirtió en todo mi mundo y fue realmente peligroso. Cuando tenía 20 sentía que no era lo suficientemente guapa. Pensaba que necesitaba maquillaje y nunca quise que me vieran sin maquillar.

La cantante, que cuenta con más 300 millones de seguidores en Instagram, confesaba que tomarse un descanso de las redes fue la mejor decisión para su salud mental.

El caso de la modelo Bella Hadid (con 51.8 millones de seguidores en Instagram) fue de lo más impactante y conmovedor, ya que subió a las redes algunas fotos llorando y visiblemente triste, mientras contaba:

Así son casi todos mis días y todas mis noches desde hace unos años. Las redes no son reales. Cualquiera que esté sufriendo, por favor que recuerde esto. A veces lo único que tienes que escuchar es que no estás solo.

Por su parte, la cantante Camila Cabello (60.1 millones de seguidores en Instagram) decidió abandonar las redes sociales tras su ruptura con Shawn Mendes y confesar que experimentaba ansiedad. Su caso es parecido al de Kim Kardashian (289 millones de seguidores en Instagram), que se tomaba un descanso de las redes sociales tras su divorcio con Kanye West.

Y la modelo Hailey Baldwin (41,4 millones de seguidores en Instagram) confesaba:

He tenido más días de los que puedo contar en los que me encontré navegando por Instagram comparándome, comparando mi apariencia, sintiendo que no soy lo suficientemente buena y siento que me faltan muchas cosas y realmente lucho por tener confianza en quién soy, porque constantemente siento que no soy lo suficientemente buena. Cada día es una batalla de confianza para mí.

Suena desgarrador.

Las redes sociales pueden, además de provocar ansiedad, bajar la autoestima y sumirte en un bucle de comparativas con otros. Share on X

En nuestro país, han protagonizado episodios similares algunas conocidas influencers como Dulceida. Lo hacía a finales del año 2021 para tomarse un respiro temporal después de la muerte de su abuela y la ruptura con su pareja. Según ella misma, necesitaba “reconstruirse y volver más fuerte”.

Laura Escanes (1.7 millones de seguidores en Instagram) también ha abandonado, en más de una ocasión, las redes temporalmente y lo ha hecho por el bien de su salud mental.

Y una de las últimas en confesar lo mucho que le cuesta ser ella misma en las redes ha sido María Pombo (2.3 millones de seguidores en Instagram):

Sé que me he alejado un poco por mi salud mental. Ahora todo lo que haga tiene mucha repercusión y eso me crea una presión muy grande.”

Presión, ansiedad, depresión, sufrimiento, salud mental… Son los términos que todas ellas repiten en sus ‘alegatos’.

¿Por qué pueden causar ansiedad y depresión las redes sociales?

El hecho de relacionarnos más a través de las redes sociales, donde solo contamos los momentos de felicidad y lo bien que estamos, hace que nos comparemos con el resto y veamos que nuestra vida no es tan exitosa o satisfactoria como la de los demás, sin tener en cuenta que cada uno tiene sus problemas y dificultades”, asegura Gemma Ramírez, licenciada en Ciencias de la Comunicación, life & business coah y autora del libro ‘El Método Click’ (Alienta Editorial).

Las redes sociales se muestran como un escaparate de la felicidad de otros que puede provocarnos ansiedad y depresión. Share on X

Es cierto que en las redes sociales siempre intentamos mostrar lo mejor de nosotros y de nuestras vidas, sin pensar en la repercusión que esto puede tener para los demás. Por ejemplo:

Por un lado, está el riesgo de compararnos con los otros

Un estudio de la Universidad de Houston asoció el uso excesivo de redes sociales a la ansiedad y depresión como resultado de la comparación social: ese sentimiento que tienes cuando ves lo bien que se lo están pasando tus amigos mientras tú estás en casa. Lo que te hace sentir que los demás tienen una vida más plena y feliz que la tuya, pero debemos tener en cuenta que las personas solo comparten lo que quieren que vean los demás, no cómo se sienten realmente”, advierte Gemma Ramírez.

Y, por otro lado, está la importancia que damos a la opinión de los demás

Las redes sociales tratan de captar constantemente nuestra atención con el refuerzo, en realidad superficial, de un Like o un me gusta. Este refuerzo es en realidad reflejo de la importancia que damos a la opinión de los demás, lo que genera a la larga una excesiva dependencia de las redes para sentir la aprobación de los demás. Junto a esto, las comparaciones con los otros, el exceso de importancia a la apariencia física, la angustia de cumplir las expectativas por miedo al rechazo, etc., puede provocar con el tiempo un uso compulsivo de las redes, problemas serios de ansiedad, afectar a la autoestima e incluso depresión”, asegura Laura Palomares, psicóloga del centro Avance Psicólogos Madrid.

Al final el resultado es este: nos conectamos obsesivamente a una red social y nos desconectamos irremediablemente de nosotros mismos.

No hay nada mejor para evitar la ansiedad y la depresión por la redes que desconectarnos de ellas y conectar con nosotros mismos de nuevo. Share on X

¿A qué tipo de personas afectan más la ansiedad y la depresión por las redes sociales?

Aunque todos somos susceptibles, y que levante la mano el que esté libre de pecado, lo cierto es que los adolescentes protagonizan el grueso de este problema.

Según un estudio realizado por la Royal Society of Public Health y la Universidad de Cambridge, las personas más vulnerables son los adolescentes, ya que pasan una media de más de dos horas al día en redes sociales como Instagram o Tik Tok, y son los más propensos a sufrir problemas de salud mental como ansiedad o depresión”, asegura la life & business coah.

A nadie se nos olvida el hecho de querer pertenecer y ser aceptado por el grupo en ese tramo de edad.

El grupo de iguales es la prioridad. Esto hace a los adolescentes más sensibles a la comparación y necesidad de aprobación, por lo que engancharse a las redes sociales para asegurar su pertenencia en el grupo es más fácil”, añade la psicóloga.

Ansiedad y depresión por las redes sociales; ¿Causas y soluciones?

¿Qué tipo comportamientos pueden ponernos sobre aviso de que algo no va bien?

Las personas, adolescentes o no que están poniendo en peligro su salud mental por las redes sociales, presentan diversos síntomas a los que hay que prestar atención para intentar ayudarles. Estos son algunos:

  • Aislamiento y falta de comunicación con los familiares y amigos (las redes sociales presenciales).
  • Miedo a perderse algo de lo que ocurre en las redes sociales. “Se conoce como FOMO (en inglés: Fear of missing out)”, apunta Ramírez.
  • Dificultad para gestionar algunas emociones, como irritabilidad e impulsividad.
  • Bajada del rendimiento escolar o profesional “por descansar poco y dedicar demasiado tiempo a la pantalla”, comenta Ramírez, como puede ser el vamping.
  • Ansiedad por salir de casa sin el móvil o no poder consultarlo inmediatamente.
  • Se dejan de hacer otras actividades por consultar e interactuar en las redes.
Aunque el problema de la ansiedad y depresión por redes sociales puede afectar a cualquier edad, son los adolescentes los que se llevan la peor parte. Share on X

¿Dónde debemos acudir para pedir ayuda?

Según Ramírez, “es primordial darnos cuenta de que tenemos una dependencia para plantarle cara”.

Es decir, el afectado debe reconocer que existe un problema y entonces intentar buscar ayuda.

Querer mejorar es el primer paso para hacerlo”, comenta la life & business coach.  Pero es un tema delicado, “como suele ocurrir con otras adicciones, lo primero que se suele hacer es negar que se tenga un problema”, advierte Ramírez.

En cualquier caso, los psicólogos son los profesionales preparados para tratar este tipo de conductas. “La terapia psicológica es fundamental para aprender a bajar la compulsión y, por lo tanto, reducir la ansiedad, además de atender a la autoestima, saliendo de la dependencia emocional y la necesidad de aprobación”, asegura la psicóloga del centro Avance Psicólogos Madrid.

Es importante prestar atención a los signos que nos ponen en aviso de que la ansiedad y la depresión por el uso de las redes sociales está por llegar. Share on X

¿Qué papel juegan la familia y los amigos más cercanos para superar la ansiedad y la depresión por las redes?

Es muy importante, pero los expertos desaconsejan actuar desde el reproche o el juicio. ¿Cómo hacerlo entonces? Si queremos ayudar a alguien que sufre ansiedad o depresión por el uso de las redes, debemos evitar juzgar y centrarnos en una comunicación tranquila y sincera.

Entablando un diálogo en el que se exprese la preocupación, desde la calma y la búsqueda de soluciones, en positivo. También es momento de replantearse qué espacios es necesario recuperar. En ocasiones, estos espacios de vínculo familiar se han descuidado dando margen a buscar la atención o compensarlo con el uso de las redes”, aconseja la psicóloga.

¿Es bueno retirarse temporalmente de las redes para superarlo? ¿Por qué?

Ninguna medida drástica es buena. “No hace falta borrar las aplicaciones. Lo que es necesario es aprender a entrenar la fuerza de voluntad”, según Gemma Ramírez.

Es más efectivo desconectarse por un día o simplemente establecer algunos momentos puntuales del día para chequearlas. “Un estudio de la Universidad de Maryland (EE.UU) descubrió que los adolescentes que se desconectan de todo tipo de tecnología, por solo un día, logran una mayor concentración a la hora de estudiar y una mejor calidad de vida”, apunta Ramírez.  Pero ¡ojo!, el hecho de desconectar no es la solución al problema.

La clave es reemplazar el tiempo dedicado a las redes por otras actividades beneficiosas. Y si pueden ser al aire libre, mejor, porque evitaremos el sedentarismo que trae consigo este problema”, aconseja la experta en life & business coach.

Una vez seamos capaces de instaurar este cambio “notaremos que disponemos de más tiempo, tendremos menos ansiedad y nuestra atención se centrará en las cosas que antes eran importantes para nosotros y habíamos dejado a un lado”, asegura Palomares.

Marcar límites en el uso que hacemos de las redes sociales nos permite evitar la ansiedad y la depresión. Share on X

¿Qué otras cosas podemos hacer para superar la ansiedad y depresión por las redes?

Hay que tratar de priorizar otras actividades que, a lo mejor, antes realizábamos o que siempre hemos querido hacer y que nos van a mantener ocupados, como, por ejemplo:

  • Retomar el hábito de la lectura.
  • Aprender un idioma nuevo.
  • Adoptar una rutina de ejercicio.
  • Ver una película.
  • Dedicar más tiempo a nuestro autocuidado.

Y también es útil “dejar el móvil u otras pantallas lejos de nuestro alcance físico y entender que nuestra autoestima no puede depender del número de likes o de la opinión de los demás”, apunta la psicóloga.

¿Cuánto tiempo (de media) vamos a tardar en superar un trastorno así?

La respuesta es unánime: cada persona es un mundo, así que va a depender de la persona (personalidad, estado de autoestima, etc.) y del profesional que lo acompañe en este proceso, además del tiempo que lleve ‘enganchado’ a las redes. Pero, “de media, suele tardarse entre un mes y medio hasta seis meses”, según Ramírez. Para la psicóloga: “Lo importante es que, cuando enfocamos la atención en valorarnos por nosotros mismos y pedimos ayuda profesional, el cambio puede empezar a generarse.”

Recuperarse de la ansiedad y depresión provocadas por las redes es posible con tiempo y fuerza de voluntad. Share on X

Para terminar, cabe señalar que, como todo, el uso de las redes sociales no tiene que ser negativo, siempre y cuando sea equilibrado y responsable.

Creemos que esta información es muy importante y nos puedes ayudar a que todos la conozcan compartiéndola en tus redes, ¿te apuntas?

También recuerda que, cuando tenemos problemas como la ansiedad o la depresión, lo que comemos puede ayudarnos a sentirnos mejor. Por ello, te animamos a visitar nuestro Servicio de Nutrición Online gratuito para que creemos una dieta equilibrada para ti.

Nosotros ya hemos tomado buena nota de estos consejos, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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