Cómo mitigar la dificultad respiratoria en bebés

La mucosidad es una defensa natural de nuestro cuerpo, que impide que los gérmenes lleguen a las vías respiratorias altas y las infecten. En bebés y niños pequeños a menudo son tan abundantes que dificultan su respiración, alterando su sueño, apetito, actividad, ánimo…

Hay que tener especial cuidado entre los más pequeños de la casa ya que prácticamente solo saben respirar por la nariz y no son capaces de sonarse. ¿Y sabes por qué?

Los recién nacidos tienen las cavidades nasales más estrechas y la epiglotis se sitúa en una posición alta, muy cerca del paladar blando, lo que favorece la respiración por la nariz en lugar de la respiración por la boca, siendo esta característica la que facilita al lactante succionar su alimento y respirar a la vez.

Por eso es muy importante realizar una correcta limpieza nasal para que respiren bien y, coman y duerman sin problemas.

Si su congestión se debe principalmente a un exceso de mucosidad, lava sus fosas nasales con agua de mar SterimarTM Bebé. Es sencillo, tan solo debes recostar al bebé en posición lateral, o bien siéntalo con la cabeza ligeramente inclinada a un lado y realiza un par de pulverizaciones del producto en cada fosa nasal. La presión es muy suave y la boquilla es corta, adaptándose así a la fisonomía de su pequeña nariz. Dato importante cuando tenemos en cuenta que una pulverización muy potente puede provocar otitis al desplazar la mucosa hacia el oído.

Para eliminar el exceso de moco en bebés puedes ayudarte de un aspirador nasal, lo ideal es que lo hagas antes de las tomas, para que pueda comer bien, o antes de dormir para que no se despierte con molestias.

Por otro lado, la habitación debe estar en torno al 30% – 50% de humedad. En invierno, el uso de la calefacción disminuye la humedad favoreciendo la aparición de catarros. Para evitarlos, utiliza un humidificador. Si ya lo tienes por casa, recuerda mantenerlo bien limpio para que no cree moho, ya que complicaría la congestión de tu pequeño.

Recuerda que los humidificadores funcionan con agua del grifo, es importante que no sea mineral ni destilada ya que no permiten que se forme vapor de forma correcta. La mayoría de estos aparatos disponen de un interruptor que te permite regular la intensidad del vapor.

Evita que el chorro vaya directamente al niño y no hagas uso de esencias como el mentol, está totalmente desaconsejado.

Por supuesto, olvídate de fumar en casa y de utilizar ambientadores químicos o productos de limpieza demasiado fuertes.

Así que ya sabes, no olvides estos consejos para preservar la salud respiratoria de tus hijos.

¡Gracias por seguirnos! Te esperamos en el próximo post.

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