El Boom de la mentoplastia, ¿de dónde viene esta moda?

La mentoplastia es en la actualidad una de las operaciones de cirugía estética más solicitadas por las mujeres. Pero, ¿Por qué? ¿En qué consiste exactamente la cirugía del mentón? ¡Te lo explicamos todo en detalle!

Las mentoplastias aumentan a golpe de selfie. La insatisfacción con nuestro perfil está llevando a muchos a someterse a retoques, más o menos invasivos, para corregir el mentón y el ángulo mandibular.

La demanda de cirugía de mentón o mentoplastia ha aumentado un 17% en los dos últimos años, sobre todo entre las mujeres, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello, SECOM CyC.

Un dato relevante: en Instagram el hashtag #jawline (mandíbula) acumula más de 700.000 publicaciones. Nos preguntamos ¿a qué se debe esta tendencia al alza? Desde la SECOM CYC apuntan a varios factores: “Se debe a diferentes causas como el auge de los selfies o la llegada de la menopausia”, según Florencio Monje, presidente de la SECOM CYC y cirujano maxilofacial.

¿Qué razones hay detrás de una mentoplastia?

Por un lado, está la fiebre de los selfies. De hecho, el último informe de la Academia Americana de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva indica que la principal motivación de la generación millennial ante una cirugía estética es salir mejor en los selfies. Precisamente,  la insatisfacción con su imagen de perfil es lo que les lleva a operarse el mentón, la nariz o las bolsas de Bichat.

Como muestra, un botón: María Pombo, una de las «influencers» más conocidas de España, acaba de someterse a una rinoplastia secundaria y Mar Torres, exnovia de Froilán, a una bichectomía –extracción de bolsas de grasa dentro de la boca-.

Precisamente, la cirugía del mentón se engloba dentro del abordaje complejo del perfil. Según el cirujano plástico Antonio de la Fuente: “Muchas de las pacientes que se someten a una mentoplastia, generalmente de aumento, lo hacen dentro del proceso que denominamos perfiloplastia y que va asociada a una intervención de nariz (rinoplastia)”.

¿Cuál sería la razón? Es frecuente que las mujeres que tienen una nariz grande o aguileña, también tengan un mentón poco desarrollado.

Por otro lado, resulta que el mentón puede hacernos más o menos atractivas a los ojos de los hombres: “El hombre puede ser atraído por un mentón de mujer que represente mayor fertilidad”, según el cirujano plástico Monje.

Varios estudios aseguran que las mujeres sienten mayor atracción hacia los hombres con mandíbula cuadrada. “Está comprobado científicamente que las mujeres relacionamos un ángulo mandibular anguloso, definido, cuadrado y con un mentón también marcado, con hombres que poseen mayor virilidad, testosterona y capacidad reproductiva, por lo que nos atraen más sexualmente”, según la cirujana plástica Concepción Pinilla Lozano.

Otro de los momentos en los que se opta por la mentoplastia es la menopausia ya que, debido a la falta de estrógenos, las mujeres envejecen de forma diferente a los hombres.

“El cambio de forma facial relacionado con la edad es similar en ambos sexos hasta alrededor de los 50 años, momento en el que la trayectoria de envejecimiento de la mujer cambia bruscamente. En las féminas postmenopáusicas se atribuye el envejecimiento de la cara a la reabsorción ósea de la mandíbula”, asegura el doctor Monje.

Además, según la cirujana general y medico estético Virtudes Ruíz, con la edad hay un descolgamiento de los tejidos, una reabsorción del hueso y una pérdida del ovalo facial. “Este descolgamiento, en la edad adulta, tiene que ver con factores hormonales: la pérdida de estrógenos hace que tengamos más arrugas, más flacidez o más atrofia grasa de la cara.

Estos dos últimos problemas tienen mucho que ver con la definición del óvalo facial y el estado de una mandíbula más o menos desdibujada, y también con el hecho de que la paciente desarrolle papada”, asegura.

Mentoplastias diferentes según el sexo

¿Cómo es el mentón ideal? Según parece, las mujeres preferimos tener la mandíbula suave -más pequeña y estrecha-, mientras que los hombres la quieren marcada -más grande y rectangular-.

“Las mujeres suelen optar por una definición más suave, para feminizar el rostro, mientras que los hombres la marcan más: un mentón cuadrado se asocia con poder”, comenta el Dr. Monje.

La doctora Ruíz también comparte esta idea: “Los hombres demandan mandíbulas prominentes y marcadas porque son signo de virilidad y seguridad, mientras que las mujeres quieren mandíbulas mucho más suaves porque les dan un aspecto más delicado y femenino.”

En general, las mujeres queremos la mandíbula cuadrada y bien dibujada de Angellina Jolie, o en forma de corazón como Scarlett Johansson o Charlize Theron.

¿Y los hombres? “Robert Redford, Brad Pitt y Ashton Kutcher son símbolos sexuales, en buena parte gracias a su perfecto contorno facial con mandíbula marcada y mentón prominente”, asegura la doctora Pinilla. De hecho, el de Brad Pitt es el rostro más atractivo para las españolas según un reciente estudio de los laboratorios Allergan.

¿Cómo conseguir el mentón perfecto?

Pues depende de lo que te guste sufrir: tienes la posibilidad de obtener una buena mandíbula a golpe de pinchazos (es lo que se conoce como mentoplastia sin cirugía) o de bisturí (con cirugía plástica del mentón).

Aunque siempre puedes aventurarte a practicar el mewing. Suena a nuevo baile latino, pero es un método creado por el ortodoncista John Mew para afinar el contorno facial del tercio inferior con ejercicios basados en la posición de la lengua. Básicamente consiste en unir los labios, alinear los arcos dentales y aplanar la lengua contra el paladar. Y así se supone que consigues modificar tu forma maxilar. Parece un método apto para para crédulos y personas pacientes.

Si prefieres resultados inmediatos y demostrados, y solo necesitas una corrección moderada, puedes conseguirlo con algunas sustancias de relleno:

Con fillers

Tienes la posibilidad de corregir todo el óvalo facial mediante la infiltración de dos sustancias de relleno: hidroxiapatita cálcica y ácido hialurónico.

El primero es un filler parecido a nuestro propio hueso y “su inyección produce firmeza y tensión en la zona, por lo que mejora la flacidez y repone el óvalo facial”, asegura la Dra. Ruíz. Se completa con la inyección de ácido hialurónico, tipo Volux, en el borde mandibular, las comisuras y el contorno del mentón.

Es un tipo de ácido hialurónico más elástico que otros y formulado específicamente para restaurar y crear volumen en mentón y mandíbula a partir de los 30-35 años.

En algunas pacientes se recomienda, además, la infiltración de toxina botulínica para relajar la inserción del músculo platisma, que es el que tira de la cara hacia abajo produciendo descolgamiento y pérdida de definición en el óvalo facial. Esto, a su vez, facilita el trabajo de los músculos elevadores de la cara que consiguen una elevación y compactación de todo el contorno.

Y en caso de tener más de 40 años puedes mejorar y prolongar los resultados completando el tratamiento con la toma diaria de suplementos orales a base de antioxidantes y antiinflamatorios, como astaxantina, glicina, prolina, selenio, cúrcuma, zinc, vitamina D3, licopeno o coenzima Q10.

Estas sustancias resultan beneficiosas para la regeneración tisular y el rejuvenecimiento interno de los tejidos. Los resultados de este tratamiento duran alrededor de 18 meses; después hay que repetir el proceso. El precio es a partir de 600 €.

Ahora bien, cuando los huesos que dan forma a la cara no se desarrollan como cabría esperar; bien porque crecen más o lo hacen más rápido que otros; bien porque aumentan más de un lado que de otro, no queda otra que someterse a cirugía.

“Estas alteraciones pueden ser de nacimiento o manifestarse a lo largo del crecimiento de la persona y aparecer en cualquiera de los tres planos del rostro: superior (pómulos), medio (ángulo mandibular) e inferior (mentón)”, describe Francisco Riba, cirujano maxilofacial y director médico de Face Clinic.

Las prótesis de pómulos realzan las facciones, corrigen las arrugas del tercio medio de la cara, disimulan una nariz prominente y consiguen eliminar o suavizar el pliegue naso labial.

Las prótesis de mentón, además de solucionar la retracción del mismo, hacen más prominente la mandíbula y permiten eliminar la papada de forma rápida y permanente. Y las del ángulo mandibular, son perfectas para aportar volumen a la mandíbula, por eso son más solicitadas entre los varones.

Con implantes de silicona

Puede que solo necesites un implante para redondear tu mentón. Cuando el problema es la microgenia, ausencia o retraimiento de la barbilla de origen genético, puede abordarse insertando un implante.

“Un defecto bastante común que, a menudo, se presenta relacionado con malformaciones congénitas en el rostro, como el caballete y los ojos caídos”, asegura el cirujano plástico Miguel Chamosa.

Lo bueno es que se puede abordar dentro de una sencilla perfiloplastia. Este experto lo hace colocando unas prótesis de silicona biocompatibles, de diseño convexo, que llevan unos microagujeros (200-250 micrones) que aseguran su anclaje a la barbilla, y tienen una proyección no superior a 14 mm. Además se personalizan en la consulta.

“Se esculpen previamente para adaptarlas a la forma y las medidas del mentón de cada paciente”, explica el doctor Chamosa. Una vez colocadas tiene una duración de por vida. ¿Cómo se colocan? Es una cirugía ambulatoria, que se realiza con sedación profunda, en cuestión de una hora.

“El TIP se introduce a través de una incisión de 1 o 2 cm por dentro del labio inferior, en el vestíbulo de la mucosa, donde se realiza un bolsillo entre el periostio (membrana que recubre el hueso) y el hueso, que permite alojar el implante sin que se desplace de la barbilla. El cierre se efectúa con una sutura que desaparece a los pocos días”, detalla el doctor Chamosa.

El precio de esta intervención es a partir de los 4.000 €.

Con implantes de titanio

Existe otro tipo de prótesis de última generación que, según los expertos, se desplazarían menos que las de silicona, y son las realizadas en titanio o PEEK (polieter-éter-cetona).

Suena a ciencia ficción: “A partir de un TAC o escaneo tridimensional de la zona del rostro donde se requiere las prótesis (mentón o ángulo mandibular), se realiza el diseño en 3D de estas con un software específico. Luego se imprimen y se colocan en quirófano con anestesia local y sedación. Las cicatrices son invisibles, ya que las prótesis se insertan a través de pequeñas incisiones en el interior de la boca. Y los resultados son inmediatos y permanentes”, detalla el doctor Francisco Riba.

Como en el caso anterior, el precio de esta intervención es a partir de los 4.000 €.

Cuando no queda otra: mentoplastia o cirugía del mentón

Cuando la corrección necesaria es mayor no queda otra que recurrir a cirugía pura y dura para mover los huesos. “La mentoplastia o cirugía plástica del mentón, es una operación normalmente complementaria a la cirugía ortognática, que corrige las deformidades dento-craneo-maxilofaciales”, según el presidente de la SECOM CYC.

Es una intervención sencilla para los profesionales con la que se logra una mayor armonía de los rasgos faciales (modifica la forma, la posición o el tamaño del mentón), y se hace habitualmente con anestesia local acompañada de sedación.

Hay dos modalidades:

• La de avance. Es cuando el mentón está muy poco desarrollado y la barbilla está retraída o queda hacia atrás: “se realiza una incisión en el interior de la boca para luego poder desplazar el hueso de la barbilla hacia delante. Después no quedan marcas visibles”, detalla el doctor de la Fuente.
• La de reducción. También denominada mentoplastia de reducción, se practica cuando el mentón está muy proyectado y sobresale del perfil de la cara: “es necesario hacer retroceder el mentón –a golpe de sierra o cincel- para que esté en armonía con el resto de la cara”.

El precio de la mentoplastia o cirugía del mentón es a partir de los 3.000 €.

Esta moda de cirugía del mentón no parece haber quedado muy claro si es una necesidad o un trastorno dismórfico, aunque si piensas que la necesitas, ponte siempre en manos de profesionales cualificados que te garanticen resultados.

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