Urticaria solar: ¿qué es, cómo reconocerla y prevenirla?

Urticaria solar, la alergia al roce de la luz

La urticaria solar es una fotodermatosis que provoca lesiones eritematosas con prurito y aparición de habones –enrojecimiento de la piel, picor y ronchas– tan solo unos minutos después de la exposición a la luz. Es un problema poco frecuente en la población general, pero los expertos coinciden en que puede estar infradiagnosticado.

La urticaria solar se produce entre uno y diez minutos tras la exposición lumínica con aparición de prurito, enrojecimiento y ronchas, que son las típicas lesiones de la urticaria.

También se han descrito casos en los que las lesiones aparecen de forma retardada, apareciendo pocas horas después de la exposición de la piel a los rayos solares.

La gravedad de los síntomas generalmente aumenta con la intensidad de la exposición solar.

La urticaria solar aparece en las zonas expuestas al sol, a los pocos minutos, con aparición de prurito, enrojecimiento y ronchas. Share on X

Típicamente las lesiones aparecen en las zonas expuestas a la luz solar como la región del escote, nuca, hombros…, aunque también pueden aparecer en zonas no expuestas, cubiertas por ropa de tejido ligero y/o cristales.

En la cara y las manos se produce un fenómeno de tolerancia a la luz, incluso en estos pacientes, porque siempre están expuestas a lo largo de la vida y, con el tiempo, esa piel se vuelve menos reactiva.

Las lesiones tienden a remitir a las pocas horas de cesar la exposición y en la mayoría de los casos se trata de cuadros leves, aunque también se han descrito casos más graves.

Diagnóstico de la urticaria solar

Dado que las lesiones por urticaria solar también desaparecen con bastante rapidez, en minutos o en pocas horas si se evita una nueva exposición a la luz, el paciente está generalmente asintomático cuando decide acudir a la consulta médica. Este hecho dificulta la realización del diagnóstico y de pruebas confirmatorias, en opinión del doctor Ricardo Ruiz de Adana Pérez, especialista en Medicina Interna y Medicina de Familia, del Centro de Salud Segre, de Madrid.

No se han realizado estudios epidemiológicos para conocer la incidencia de esta patología pero se piensa que la urticaria solar es más frecuente en adultos, aunque puede presentarse a cualquier edad. En algunas series es más frecuente en mujeres que en hombres y no hay diferencias geográficas ni raciales.

Un trabajo publicado por el doctor Ruiz de Adana recoge una hipótesis sólida de investigación que mantiene que la urticaria solar se desencadena por la presencia en la piel del paciente de una molécula precursora, de origen aún desconocido, que se activa por la exposición a una determinada longitud de onda de la luz y se convierte en un fotoalérgeno, contra el que se dirigen los anticuerpos IgE, que son los responsables de las reacciones alérgicas.

Un grupo de investigadores ha sugerido que la urticaria solar puede ser dividida en 2 grupos: urticaria solar tipo 1, en las que los anticuerpos IgE se dirigen contra el fotoalérgeno patológico presente sólo en pacientes afectos y urticaria solar tipo 2, en la que los anticuerpos IgE circulantes en sangre se dirigen contra un fotoalérgeno no patológico presente en la mayoría de los individuos.

La urticaria solar se produce a partir de la exposición de la piel a la luz, que es un tipo de radiación electromagnética que viaja mediante ondas de diferente longitud. El ojo humano sólo es capaz de captar la luz visible o luz blanca, a la que llamamos simplemente luz, aquella que al pasar por un prisma se descompone en los colores que forman un arcoíris.

Los colores que componen la luz visible ocupan solo un pequeño rango de longitudes de onda dentro del espectro electromagnético. La luz visible limita por un lado con la luz infrarroja y por otro con la luz ultravioleta, que no podemos percibir a simple vista. Una sola o varias de estas clases de luz, ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB), luz visible y –en casos muy infrecuentes– la radiación infrarroja, son los agentes causales de esta patología. Esa radiación proviene del sol o de otras fuentes artificiales, como lámparas de cabinas de bronceado.

La urticaria solar se clasifica en varios tipos en función de la longitud de onda de la luz que provoca la reacción, y también en función de que se pueda o no transferir pasivamente este fenómeno mediante el suero del paciente que contiene el fotoalérgeno.

En la mayoría de los casos, una historia clínica detallada es suficiente para establecer el diagnóstico de urticaria solar. En caso de duda se puede realizar la prueba del fototest, que consiste en aplicar luz a diferentes longitudes de onda sobre la piel del paciente. Se considera positivo si aparecen las lesiones típicas en la zona irradiada. Además, esta prueba nos permite determinar la longitud de onda que es responsable del fenómeno y la dosis urticarial mínima, que es la mínima longitud de onda que se necesita para desencadenar lesiones típicas de urticaria.

Urticaria solar: ¿qué es, cómo reconocerla y prevenirla?

Parecidas pero diferentes

La urticaria solar es una reacción patológica a la luz que normalmente se manifiesta de forma inmediata y conviene diferenciarla de otros procesos como las quemaduras por sobreexposición al sol, la fotosensibilidad que provocan algunos medicamentos y otras enfermedades:

Las lesiones producidas en la urticaria solar se pueden confundir con las quemaduras solares comunes, aunque la urticaria solar aparece a los pocos minutos de la exposición solar.

Otra entidad con la que se puede confundir es con la erupción polimorfa lumínica, de causa idiopática y más frecuente que la urticaria solar. Se caracteriza por pápulas y vesículas agrupadas eritematosas en la zona de exposición solar. Se diferencia de la urticaria solar en que la erupción polimorfa lumínica desaparece a los 2-6 días.

La protoporfiria eritropoyética es un trastorno familiar que aparece en la infancia y que también produce lesiones tras la exposición solar como eritema difuso con petequias, telangiectasias sobre todo en la cara.

Tratamiento de la urticaria solar

Para el tratamiento sintomático de las lesiones de urticaria se pueden utilizar los antihistamínicos orales y corticoides tópicos o sistémicos.

En los casos en que esto no es suficiente se pueden probar otras alternativas terapéuticas como la desensibilización, que consiste en inducir la tolerancia temporal a base de la aplicación de pequeñas cantidades de luz, la administración de inmunoglobulinas u omalizumab, la plasmaféresis y la terapia con PUVA.

El pronóstico de la urticaria solar es muy variable. En series de casos publicadas se ha establecido que un 25% de los casos se resuelven de forma espontánea, un 35% experimentan mejoría en la enfermedad sin llegar a desaparecer, otro 35% tiene un curso más persistente, crónico, a pesar del tratamiento, y, por último, hay un 5% de casos más graves.

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2 comments

  1. Isabella 1 junio, 2021 at 16:48 Responder

    Qué raro que después de muchos años me enterara que tengo una urticaria solar. La verdad desde los 16 años me empezó a salir marquitas y pepitas en algunas zonas de la piel cuando iba a la playa o estaba mucho tiempo expuesta al sol.
    No le tomaba mucha importancia ya que al rato de estar en casa se me quitaba o en tal caso con una cremita bajaba lo rojito en la piel. La verdad es muy necesario este tipo de información más constante en las redes o en las escuelas, no sabemos que pueda pasar si uno no toma medidas para esto desde antes.
    Yo no sabía que tenía y ahora con este artículo se un poco de lo que tengo en la piel, estoy justamente agendando una cita con un doctor ya que es necesario que vean muy bien que tengo. Muchas gracias por la información y por hacerme descubrir que tengo algo en la piel.

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