Descubre los 8 beneficios de comer en casa

Aunque salir a restaurantes resulta tentador en muchas ocasiones, los beneficios de cocinar y comer en casa son muchos y, desde Yo Elijo Cuidarme, queremos contártelos.

Desde la antigüedad, la práctica de comer en casa ha estado presente a lo largo de toda nuestra historia. Actualmente, con el ajetreo de vida cotidiana que tenemos, se ha vuelto cada vez más común la opción de comer fuera de casa, sumado al sin fin de opciones que tenemos a nuestro alrededor.

Sin embargo, más allá de satisfacer el hambre, con este artículo queremos recoger los beneficios que engloban desde los hábitos más saludables, hasta la economía familiar y discernir con claridad la importancia de priorizar comer en casa.

¿Qué beneficios tiene cocinar y comer en casa?

Salir a comer fuera siempre es agradable, pero a veces, se nos dificulta encontrar opciones saludables que nos permitan seguir nuestra alimentación. Por ello, cada vez son más los que prefieren comer en casa. Queremos contarte las muchas ventajas de ello:

Elección de ingredientes

Cuando cocinamos en casa tenemos el control total sobre los ingredientes que queremos utilizar en nuestras comidas. Esto nos va a permitir elegir qué ingredientes nos interesan más, para tener una alimentación saludable, eligiendo aquellos alimentos que sean frescos y de temporada, evitando determinados aditivos o conservantes, o el exceso de sal o azúcares que se encuentran presentes en platos de restaurantes, en comidas precocinadas o las denominadas como comida rápida. De esta manera estamos contribuyendo a una mejor salud a largo plazo y con ello reducir la posibilidad de enfermedades crónicas como la obesidad.

Otra de las ventajas de comer en casa es que evitaremos las tentaciones, en un restaurante al tener varias opciones, nuestro cerebro siempre tiende a pedir aquello que no es tan saludable. Puede ser un plato muy apetecible, pero quizá no nos beneficie ni por su alto contenido en grasa ni en colesterol.

Menús personalizados

Al preparar nuestras propias comidas en casa podemos tener en cuenta necesidades específicas dietéticas que tengan cada uno de los componentes de la familia. Podemos hacer uso de las recetas de forma individual para satisfacer los gustos de cada uno, al igual que si se trata de un requisito dietético específico, como puede ser, eliminar de la dieta algunos alérgenos, o la reducción de los azúcares, o de la sal entre otros.

Alimentarnos de esta manera nos proporciona un mayor control sobre nuestra ingesta calórica y también sobre los nutrientes que ingerimos, por lo que, si nos encontramos en una situación específica, nos adaptaremos nuestro plan de alimentación en particular para conseguir nuestro objetivo de forma saludable.

Ahorro de dinero

Hacer nosotros la compra y cocinar en casa es más barato que salir a comer fuera y también que comprar comida preparada o comida que te sirvan a domicilio. Al usar menor cantidad de sal y otros condimentos poco saludables, también ahorramos en salud. Al comer en la calle, no solo pagamos por los ingredientes, sino que también se paga el servicio, el ambiente, el local, y otros gastos asociados que van más allá de cocinar en casa.

Al comprar los ingredientes en el supermercado son más baratos que las comidas preparadas en los restaurantes, unido a la posibilidad de preparar porciones más grandes y poder congelarlas para disfrutarlas en otro momento de la semana, para utilizar el dinero destinado a nuestra alimentación de una manera más rentable.

Además, muchos de los componentes que se añaden a las comidas procesadas alteran nuestra flora intestinal y esto al final se traduce en una salud debilitada y, por tanto, con más probabilidades de enfermar.

Tiempo de calidad con nuestros seres queridos

A la hora de sentarnos a comer a la mesa con nuestra familia es una oportunidad inigualable parar pasar con los nuestros tiempo de calidad. Cuando nos sentamos a la mesa para compartir los alimentos, se establece una relación donde la comunicación y la conexión entre los componentes de la familia se mejora, ya que ofrece una oportunidad para crear momentos memorables con nuestros seres queridos.

Pensemos en la Navidad, por ejemplo. Son comidas compartidas transformadas en tradiciones familiares con las que podemos fortalecer nuestros lazos y disfrutar de la compañía de los más queridos junto con un buen plato de comida casero.

Destreza en la cocina

Ponernos a cocinar en casa nos va a permitir desarrollar y mejorar nuestras habilidades culinarias. A medida que vayamos seleccionando recetas, eligiendo alimentos, y ganando confianza en este terreno, aprenderemos la variedad de deliciosos platos saludables y nutritivos que podemos preparar.

Este desarrollo de nuestras habilidades culinarias nos va a permitir disfrutar con nuestros seres queridos más aún de este momento, puesto que cocinar para los demás es una satisfacción cuando se disfruta con ello y nuestros comensales se encuentran gozosamente satisfechos.

No desperdiciamos alimentos

Si cocinamos en casa vamos a conseguir un mejor control sobre las porciones que ingerimos y nos va a ayudar a tener una mejor organización de lo que preparamos y de lo que consumimos, de forma y manera que, si cocinamos más cantidad de la cuenta, podemos hacerlo con la finalidad de dejar preparada otra comida para otro momento distinto y dejarla en perfecto estado de conservación.

De igual manera, si cocinamos en casa vamos a estar pendiente de utilizar los alimentos que sean más perecederos y con ello, vamos a minimizar la posibilidad de que estos alimentos se desperdicien. También debemos tener en cuenta que, si nos sobra un poco de comida, estas sobras pueden ser reutilizadas para nuevas recetas o como ingredientes de futuras comidas por lo que contribuimos a que la cocina sea más sostenible y consciente.

Bienestar mental

Cuando nos paramos a cocinar en casa puede ayudarnos a reducir el estrés y la ansiedad, ya que con ello conseguimos concentrarnos en una actividad que es tanto creativa, como gratificante, de forma y manera, que, al preparar y disfrutar de las comidas preparadas en casa, van a generar un impacto positivo sobre nuestro bienestar mental.

El hecho de comer en casa nos va a evitar distracciones externas, como por ejemplo aspectos laborales, o comer con un dispositivo electrónico, y si, además, nos encontramos con nuestros seres queridos, indudablemente nos va a proporcionar un mejor estado de ánimo y va a fortalecer nuestras relaciones interpersonales.

Beneficiar al medio ambiente

Si somos nosotros los que elegimos los alimentos que queremos cocinar, tenemos más opciones de elegir aquellos que sean más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Podemos elegir aquellos alimentos que sean de temporada, además de decidirnos por los productos que sean locales. De esta forma contribuimos de forma positiva a una menor cantidad de residuos plásticos y a una mejora en la conservación de los recursos naturales.

Lo que está claro clarísimo es que cocinar en casa no solo nos proporciona un fomento de la sostenibilidad, sino que, además, nos permite la elección de aquellos alimentos más frescos, y por la tanto, más sabrosos para nuestras recetas.

Como hemos visto, cocinar y comer en casa tiene muchas más ventajas que inconvenientes. Por ejemplo, elegimos la comida que comemos, la cantidad, la calidad de los alimentos, disfrutamos en familia, contribuye a nuestra salud mental, cuidamos del medio ambiente y encima ahorramos salud y dinero. Y por supuesto, aprendemos a organizar y planificar, ¿qué más se puede pedir?

¿No son estas suficientes razones para que compartas este artículo en tus redes sociales con todos tus contactos? ¡Seguro que les encanta conocer los beneficios de comer en casa!

Por si no sabes cómo empezar, comienza comiendo en casa al menos, dos o tres veces por semana, de modo que aumentes la calidad general de tu dieta y así tú y tu familia os mantengáis más saludables.

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“Como en casa no se come en ningún sitio”. Yo como en casa, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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