
“Me duele la rodilla, va a llover”: cambios de tiempo y artrosis, ¿Existe relación?
Sin duda alguna vez has escuchado la frase “va a llover porque me duele la rodilla”. Todos conocemos a alguien con reuma o artrosis que dice experimentar dolor articular unas horas antes de que llueva o de que bajen las temperaturas pero, ¿Existe una base real?
Durante los últimos años, los reumatólogos se han dedicado a investigar la posible relación entre cambios meteorológicos y los síntomas de artrosis y artritis. Los estudios que han hallado relación entre ambos factores se basan en el papel de los baroreceptores, terminaciones nerviosas que perciben los cambios bruscos en la presión arterial. Los tejidos dañados (como por ejemplo por una artrosis) podrían contener mayor número de estas terminaciones nerviosas, lo cual explicaría la mayor sensibilidad de los pacientes de artrosis a los cambios de tiempo.
En este estudio, por ejemplo, se hizo un seguimiento diario de 92 pacientes de afecciones reumáticas residentes en el área metropolitana de Barcelona, comparando sus percepciones con las de un grupo de 42 personas sanas. El estudio confirmó que las variaciones de presión atmosférica y de temperatura afectan a las personas con artrosis y artritis. Las personas con artrosis experimentan un aumento del dolor articular cuando baja la presión atmosférica, pero no ocurre lo mismo cuando disminuye la temperatura o se modifica la humedad ambiental. Por el contrario, a los enfermos de artritis reumatoide sí que les afectan los cambios de temperatura, pero no los cambios de presión.
Según los autores del estudio, no sabemos cuál es el mecanismo exacto, pero lo que sí sabemos es que estas percepciones podrían tener una base real y no son producto de la imaginación o de la “cultura popular”.
No obstante, los expertos advierten que la falta de un método con el que medir de forma precisa el grado de dolor experimentado por cada paciente (no todos tenemos el mismo grado de tolerancia al dolor; en la actualidad se pide a los pacientes que evalúen el dolor experimentado por medio de cuestionarios) hace difícil evaluar de forma precisa la relación entre dolor articular y cambio de tiempo.
De confirmarse científicamente el mecanismo causante de la relación entre cambios de tiempo y dolor articular, podría ser factible en un futuro adecuar los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos en función de la previsión meteorológica, para así evitar en la medida de lo posible el dolor articular y la incapacidad funcional (dificultad de movimiento) asociados a la artrosis.
Si quieres saber más, en otros artículos te explicamos cómo afecta el frío a tus articulaciones y su rendimiento y las claves para unas articulaciones sanas.
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