Tendinopatías: tipos más frecuentes y tratamiento

Tendinopatías: tipos más frecuentes y tratamiento

Las tendinopatías son el conjunto de lesiones o patologías que afectan a la estructura tendinosa o tendón.

El tendón es un elemento clave del aparato locomotor: es el tejido conectivo que tiene como función insertar el músculo en el hueso y transmitirle la fuerza de contracción muscular para producir el movimiento.

A pesar de que para muchos resulten desconocidas, las tendinopatías son una de las lesiones más frecuentes a nivel mundial entre los adultos, llegando a afectar a un 5% de la población  general, y entre un 30% y un 50% de los deportistas, ya que la práctica deportiva conlleva un mayor desgaste de estos tejidos.

Uno de sus síntomas principales es el dolor que restringe el movimiento, lo que para los deportistas profesionales por ejemplo puede resultar incapacitante.

Entre las tendinopatías más frecuentes se encuentran la tendinitis y la tendinosis: la primera conlleva inflamación, y la segunda se debe a un proceso degenerativo. Como ejemplos conocidos de tendinitis aparecen: la del tendón de Aquiles, la epicondilitis (o codo de tenista) y la del tendón de la rótula.

La prevención es la herramienta más eficaz para los médicos deportivos y deportistas, pero una vez exista la lesión, será clave tratarla en sus fases iniciales para que se puedan revertir sus efectos y recuperar plenamente la funcionalidad del tendón.

Tratamiento de las tendinopatías

Una vez diagnosticada correctamente con la ayuda de un profesional, existen tres estrategias terapéuticas generales para hacer frente a las tendinopatías.

  • Terapia física: es una línea del tratamiento basada en rutinas de ejercicios que se realizarán con una periodicidad hasta recuperar la función óptima. Los ejercicios excéntricos son los que cuentan con una evidencia clínica positiva para tratar tendinopatías.
  • Terapia manual: se trata de la terapia que nos podrá aplicar un profesional en fisioterapia, que incluirá manipulaciones musculares y articulares que puedan mejorar el estado de la zona afectada.
  • Suplementación: un aporte adicional de ciertos nutrientes puede ser beneficioso para prevenir las lesiones de los tendones, así como para reforzar el tratamiento físico y manual, ayudándonos a conseguir una recuperación más rápida y eficaz.

Tendinopatías: tipos más frecuentes y tratamiento

Los antiinflamatorios no esteroideos para el tratamiento de tendinopatías: ¿Amigos o enemigos?

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno o naproxeno entre otros, no son útiles para el tratamiento de la tendinitis u otros tipos de tendinopatías o lesiones del tendón. Es más, el consumo de estos fármacos puede empeorar el problema o retrasar su curación.

Tales son las conclusiones de un estudio publicado en Clinical Journal of Sport Medicine. 

Aunque se desconoce exactamente su incidencia, se cree que las tendinopatías son muy comunes. Deportistas, atletas aficionados, personas activas con profesiones con movimientos muy repetitivos incluso, personas inactivas o mayores pueden sufrir problemas en los tendones (la estructura fibrosa que une músculo y hueso), como consecuencia de una lesión, un exceso de uso o la pérdida de elasticidad por el envejecimiento.

A pesar de que se les denomine “tendinitis” (la terminación en “-itis” indicaría inflamación) lo cierto es que la inflamación no es la causa de los problemas en el tendón. Por tanto, no existe base para utilizar antiinflamatorios como tratamiento. Ésta estará presente inicialmente (casos agudos) como parte de un proceso en el que aparecen otros síntomas como serían el dolor y la rigidez. Además, en las tendinopatías crónicas en las que el tendón no es capaz de cicatrizar, no se ve ningún signo inflamatorio.

Las tendinopatías no es una inflamación, por lo que no existe base para utilizar antiinflamatorios como tratamiento. Clic para tuitear

“Aunque la tendinopatía es un trastorno no inflamatorio, los AINE (antinflamatorios no esteroideos) son ampliamente utilizados para su tratamiento. Irónicamente, el efecto analgésico de los AINE permite a los pacientes ignorar los síntomas iníciales, posiblemente causando daños adicionales al tendón afectado y retrasando la curación definitiva”, advierten los investigadores, los traumatólogos y cirujanos ortopédicos Merzesh Magra y Nicola Maffulli, de la Universidad Keele (Reino Unido).

Tratamiento de tendinopatías recientes y crónicas

Los especialistas reconocen que, durante las fases iniciales de la tendinopatía, analgésicos como el gel de naproxeno disminuyen  el dolor, pero que “no ayudan a la curación de las lesiones del tendón”, por lo que “es cuestionable si los AINE deben usarse para aliviar el dolor en las denominadas tendinopatías agudas”.

Es más, Magra y Maffulli recuerdan que “que lo que puede parecer clínicamente una “tendinopatía aguda” puede ser en realidad un fallo avanzado en una respuesta crónica de la que no hay evidencias de inflamación”. Es decir, en los casos que se han hecho crónicos, como no hay inflamación, no existe base racional para prescribir antiinflamatorios pues estos no actúan en la raíz del problema. Pese a ello, muchos profesionales siguen creyendo que los antiinflamatorios permitirán una recuperación más rápida, cuando “no hay base biológica que justifique su eficacia, ni evidencias de sus beneficios”, subrayan Magra y Maffulli.

Por el contrario, estos especialistas insisten en que se investiguen “otros tratamientos que promuevan la verdadera reparación de los tendones, que “incluyan estrategias para estimular la activación de las células del tendón”.

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