Nadando con precaución: prevención y tratamientos de la otitis del nadador

La otitis del nadador puede causar fuertes molestias, por lo que es importante saber qué pautas seguir para evitar su aparición, especialmente cuando se acerca el verano. Te contamos todo desde Yo Elijo Cuidarme.

Seguro que todos hemos sufrido alguna otitis a lo largo de nuestra vida o conocemos a alguien que la haya padecido, ¿verdad?  La otitis del nadador es tal como la conocemos comúnmente, que es lo mismo que hablar de una otitis externa. Esta afección del oído es terriblemente molesta y dolorosa, que abarca desde los más pequeños hasta los más mayores.

¿Qué es la otitis del nadador?

La otitis del nadador, también conocido como “oído del nadador”, se produce debido a una inflamación en el conducto auditivo externo, que es el conducto que une el canal auditivo, desde la oreja (el pabellón auricular) al tímpano, afectando principalmente a los nadadores, de ahí su nombre, y a aquellas personas que están frecuentemente en contacto con el agua.

Este tipo de afección puede ser tanto aguda como crónica y son diversos los factores que la provocan. Se da con bastante frecuencia y con síntomas especialmente desagradables. La importancia que hay que darle a otitis del nadador es porque debe ser tratada correctamente para evitar que se produzca alguna complicación significativa.

Desde Yo Elijo Cuidarme queremos contarte en detalle las causas, los síntomas, las posibles medidas preventivas y las mejores opciones de tratamiento para la otitis del nadador de cara al verano para así mantener la salud de tus oídos.

Causas del oído del nadador

Su aparición se debe fundamentalmente a un uso excesivo del agua, ya sea por hacerlo a diario o durante mucho tiempo en uno o varios días. Esta situación, junto con el exceso de humedad y la posible irritación del conducto auditivo externo, van a favorecer tanto el crecimiento bacteriano como el crecimiento fúngico, provocando de forma irremediable la inflamación de este conducto.

Si, además, somos de aquellas personas que hacen uso de los hisopos o bastoncillos de algodón, cascos, audífonos, e incluso tapones para los oídos, las posibilidades de que la piel del conducto esté dañada es bastante más alta, predisponiéndonos a una infección en el oído más fácilmente.

Síntomas de la otitis de nadador

Los síntomas asociados a una otitis del nadador son muy molestos y, en función de la persona afectada, estos síntomas pueden ser más o menos graves.

Entre los síntomas más comunes cabe mencionar:

• Dolor agudo de oído.
• Picazón.
• Inflamación en el conducto auditivo externo.
• Enrojecimiento.
• Sensación del oído tapado y sensación de secreción en el oído, de líquido o de pus.
• En casos más extremos, podemos llegar a la pérdida temporal de la audición.

Prevención y tratamiento de la otitis de nadador

Tratamientos para este tipo de otitis

Los tratamientos asociados a estos síntomas se recogen fundamentalmente en el uso de medicamentos tópicos, gotas óticas que contienen antibióticos y/o antifúngicos para tratar la infección y, en caso de necesitarlo, apoyar con medicamentos orales para el dolor y la inflamación.

Esto siempre debe ser diagnosticado y pautado por tu médico.

Medidas preventivas para la otitis del nadador

Si quieres evitar la aparición de la otitis del nadador es de vital importancia llevar a cabo las mejores medidas preventivas para así disfrutar de un verano y unas merecidas vacaciones sin tener que acudir al médico. ¿Cuáles son algunas de ellas?

1. Una correcta higiene del oído que evite la aparición de un tapón de cera. Podría ser necesario hacerse con productos específicamente diseñados para mantener una correcta higiene diaria del oído de toda la familia.
2. Secarnos a conciencia los oídos después de nadar o de tomar una ducha. De igual manera, hay que eliminar el exceso de humedad del conducto auditivo utilizando una toalla suave. Otra forma de mantener los oídos secos es inclinando la cabeza y facilitando el drenaje del agua de la oreja tirando suavemente del lóbulo de la oreja y secar con una toalla suave. Recuerda la importancia de evitar los hisopos o bastoncillos de algodón, ya que pueden lesionarte la piel con facilidad.
3. En el caso de que tengas una mayor predisposición a la aparición de las otitis, usa tapones específicos para nadar. Así evitarás la entrada de agua en el conducto y reducirás el riesgo de la aparición de posibles infecciones.
4. Evita la exposición prolongada en el agua o mantener la cabeza sumergida durante mucho tiempo. Si notas molestias al salir del agua, como picazón o irritación, deja que los oídos se recuperen y toma un descanso.
5. El uso de auriculares o audífonos pueden irritar el conducto auditivo externo. Su uso debe ser seguro y con un nivel adecuado del volumen.
6. Si te encuentras frecuentemente expuesto a ruidos fuertes, debes proteger los oídos para mantenerlos seguros y prevenir cualquier trauma acústico o sonoro.
7. Es importante estar pendientes de los cambios de presión y los vientos que sean demasiados fuertes, ya que pueden generar algún tipo de lesión en los oídos.
8. La prevención de afecciones como la gripe, los resfriados o las infecciones te ayudarán a mantener sanos los oídos. Si ya estás sufriendo alguna de estas enfermedades víricas, hay que tratarlas adecuadamente.

Durante el verano pasamos más tiempo realizando actividades acuáticas para refrescarnos del calor sofocante. Es en esta época cuando debemos poner en práctica estas medidas preventivas lo más eficazmente posible para mantener nuestros oídos sanos y la de los más pequeños. De esta manera, conseguiremos evitar que el agua atrapada en el oído cree un ambiente idóneo para el crecimiento de bacterias y hongos, y termine irremediablemente en una infección.

Si, a pesar de ser especialmente cautelosos, sufrimos una otitis externa, debemos buscar una buena atención médica para un diagnóstico correcto y el mejor tratamiento.

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Y no olvides compartir con tus contactos en tus redes sociales esta información tan valiosa para que también ellos puedan disfrutar del verano sin sufrir la otitis del nadador. Nosotros ya hemos tomado buena nota de todo, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?