Mascarilla facial, ¿por qué y qué beneficios me aporta?

Mascarillas faciales, el tratamiento de belleza instantáneo

Te contamos qué es, los beneficios y cómo hacerte una mascarilla cosmética facial, para mejorar tu aspecto y belleza de la cara, ¡instantáneamente!

Una mascarilla cosmética puede mejorar el aspecto de la piel de tu cara desde el minuto cero. Ya hay quien vaticina que ha llegado la era del Maskie o el Powermasking, una tendencia que vino desde Corea y se ha reactivado con el confinamiento.

Desde Yo Elijo Cuidarme, te contamos qué son las mascarillas, de qué tipos las hay, cómo elegirla según tu necesidad y cuáles son sus principales ventajas.

Su crecimiento se ha incrementado hasta tal punto que, el término Powermasking, ha sido incluido en el Urban Dictionary, el directorio online que recoge las tendencias y conceptos de la cultura popular. Esto demuestra que esta ‘moda’ ha venido para quedarse.

De hecho, los coreanos, tanto mujeres como hombres, se gastan entre 90 y 250 € al mes en mascarillas. Para ellos, ponerse una mascarilla al día es tan necesario como cepillarse los dientes o ducharse.

El Multimasking, un tratamiento de belleza basado en mascarillas faciales, llegó de Corea para quedarse. Clic para tuitear

Practican lo que se denomina ‘Multimasking’ o lo que es lo mismo, un tratamiento de belleza que consiste en aplicar varias mascarillas faciales a la vez en distintas zonas del rostro. Unas dos o tres de una vez.

Por ejemplo, una mascarilla facial en la zona T (frente, nariz y barbilla) para reducir la grasa y cerrar los poros, otra en el contorno de los ojos para suavizar las patas de gallo, y una tercera en las mejillas para hidratar y redensificar los pómulos. Así todas actúan a la vez y tratan problemas distintos en cuestión de 10 o 15 minutos, mientras tú puedes estar dedicándote a hacer otras cosas.

¿Qué es y qué hace una mascarilla facial?

“Una mascarilla facial es un tratamiento cosmético altamente concentrado en principios activos, que al aplicarlo sobre nuestra piel tiene la capacidad de crear un efecto oclusivo, filmógeno, lo que les permite actuar en tiempo récord, de forma casi instantánea”, define Pilar Pérez, directora de formación de las marcas Lierac y Jowaé.

La mascarilla facial es un tratamiento cosmético aplicado sobre nuestra piel con efecto oclusivo, filmógeno, actuando de forma casi instantánea. Clic para tuitear

Con una ventaja añadida: “no solo actúan en la capa superficial de la piel, sino que también tienen efecto en la epidermis más profunda”, asegura Pilar.

¿De qué están hechas las mascarillas faciales?

Las hay de biocelulosa y otros tejidos como el algodón o la seda sintética pensadas para ajustarse a cualquier zona del rostro, el cuello y el escote. Y las puedes adquirir en cómodos envases monodosis.

También puedes optar por una mascarilla facial de hidrogel o de gel infusionado con burbujas refrescantes, y de efecto sauna que se activan en contacto con la piel y van subiendo de temperatura.

Además, están las mascarillas faciales peel off, que se secan y retiran de una vez, desde cualquier esquina del rostro, como si de una segunda piel se tratara.

Podemos encontrar las mascarillas cosméticas magnéticas, que su peculiaridad reside en que la mascarilla contiene partículas de hierro y se retira al ser atraída por un imán envuelto en un pañuelo.

Otras son tan peculiares que hacen burbujas, incorporan ingredientes preciosos como el oro, la plata o partículas de glitter. Esto las convierte en sumamente fotografiables y muchas famosas publican fotografías en Instagram, con sus mascarillas faciales con partículas de oro o glitter.

Instagram está poblado de fotos de famosas con este tipo de mascarillas, como Irina Shayk, Chiara Ferragni, Alessandra Ambrosio, Sara Sampaio, Blanca Suárez, Juana Acota o Paula Echevarría.

Y las últimas en aterrizar son las que vienen en formato barra, stick o roll-on, donde aseguran más de 40 usos. “Lo más destacable de este formato es su fácil aplicación, en los puntos del rostro que lo necesitan y que permiten dosificar la cantidad de producto, sin tener que mancharnos las manos ni desperdiciar producto”, aseguran los expertos de Olay.

Independientemente del formato, en la mayoría de los casos, este tipo de mascarilla facial incorpora ingredientes naturales y no suelen contener siliconas, parabenos, aceites minerales ni sulfatos. Y vienen en formatos individuales para cada necesidad y ocasión.

¿Cómo actúa la mascarilla facial?

Al usar una de estas mascarillas para la cara, nada más ponértelas sobre la piel, notas una sensación de frescor e hidratación intensa.

Forman una capa sobre la ella que libera progresivamente sus activos. Unas lo hacen durante los primeros 10 o 15 minutos de su exposición y otras toda la noche, si se trata de una sleeping mask.

La mascarilla facial, de día o de noche, forma una capa sobre la piel que libera progresivamente sus activos. Clic para tuitear

Al retirar esta mascarilla facial de belleza notas que la piel tiene un acabado aterciopelado incomparable. Según el tipo de activos que contengan, consiguen que la piel esté más hidratada, más limpia y detoxificada, los contornos se redefinen y las arrugas se reducen.

En definitiva, el rostro deslumbra juventud, por eso las mascarillas faciales se han convertido en el aliado perfecto antes de acudir a un evento.

¿Cómo y con qué frecuencia usarlas?

Antes que nada, debes hacerte una limpieza facial y tener el rostro limpio. Hazlo como sueles habitualmente. Si es en textura crema o gel refrescante, aplica una capa generosa sobre cara, cuello y escote (si se trata de una mascarilla para tratar la grasa, solo hay que aplicarla en la zona T), evitando el contorno de los ojos y los labios. Así se crea una película efecto segunda piel. Déjala actuar de 10 a 15 minutos.

Y a la hora de retirarla utiliza abundante agua fría o templada, ya que potencia la eliminación de células muertas, y realiza movimientos circulares. “Esto ayudará a exfoliar tu piel y eliminar las pequeñas imperfecciones que dan un aspecto granuloso e irregular”, asegura Pilar Pérez.

Las que son de biocelulosa o cualquier otro tejido se ajustan al contorno facial y una vez transcurrido el tiempo de exposición recomendado por el fabricante, se retiran de una vez sin mayor problema, como si estuvieras mudando la piel.

Un par de consejos más:

  • Si te pones la mascarilla facial justo después de salir de la ducha o mientras disfrutas de un baño relajante, los poros de tu piel estarán abiertos y más receptivos para aprovechar todas las propiedades de los ingredientes activos.
  • Si las mantienes en la nevera (es suficiente con que lo hagas 30 minutos antes de ponértela) conseguirás un efecto frío y descongestionante.

¿Con qué frecuencia debes utilizarlas? Sigue las instrucciones del fabricante, pero lo recomendado es de 1 a 3 veces a la semana.

Mascarilla facial efecto oro o glitter

¿Qué beneficios ofrece una mascarilla facial?

Según la directora de formación de Lierc y Joawé: “Las mascarillas suponen un gesto de cuidado imprescindible en la rutina de belleza cosmética, gracias a ellas realizamos una cura intensiva ajustada a las necesidades de cuidado de cada tipo de piel y aportamos un extra fundamental al ritual del día a día que nuestro rostro agradecerá”.

Estos son algunos otros beneficios:

Un efecto “buena cara”

Conseguirás un efecto ‘buena cara’ al instante, una piel que al tacto se vuelve aterciopelada.

Digamos que tendrás el lienzo perfecto para maquillar el rostro si lo deseas, con una textura cremosa y fresca que no reseca la piel.

Mimarte y relajarte

Relájate y aprovecha el momento del baño para limpiar a fondo la piel del rostro o aportarle un chute de ingredientes regeneradores, rejuvenecedores o hidratantes.

Las mascarillas pueden convertirse en una experiencia sensorial, sus texturas únicas, contribuyen a ello. Túmbate en la bañera y deja que la mascarilla actúe.

Una piel limpia

De forma inmediata sentirás la piel limpia y con menos grasa. En cuestión de siete días los poros estarán desobstruidos y la piel se ve matificada. Y un día tras otro los puntos negros se ven reducidos.

La piel respira y está visiblemente transformada.

Un rostro rejuvenecido

Proporcionan una hidratación intensa y única, un relleno de las arrugas y una mejora inmediata en la densidad de la piel.

Además, redensifican las zonas cutáneas, restauran los volúmenes perdidos y redefinen el contorno del rostro.

Potenciador de otros cosméticos

Este es un efecto poco conocido de las mascarillas de belleza, pero “las mascarillas faciales ayudan a que los demás productos cosméticos sean más efectivos”, según Pilar Pérez.

De manera que, si las utilizas con regularidad conseguirás los resultados que buscas (hidratación, reducción de arrugas, eliminación de impurezas, aumento de la firmeza…) más rápido de lo que lo harías utilizando únicamente tu sérum o crema de uso habitual.

¿Cómo acertar con tu elección de una mascarilla facial?

Si estás pensando qué mascarilla facial elegir, “a la hora de elegir una mascarilla cosmética intervienen algunos factores como el tipo de piel, la edad, el beneficio que buscamos o el problema que queremos resolver. Por eso es importante dejarnos aconsejar por un profesional: farmacéutica, esteticista o vendedora experta”, aconseja Pilar.

Se trata de soluciones de belleza rápidas y precisas, con un poder restaurador inmediato y adaptadas a cada problema particular: arrugas, líneas de expresión, falta de hidratación de la piel, piel grasa, acné, puntos negros, falta de luminosidad…

Hay tantas mascarillas de belleza como problemas te puedas imaginar. Digamos que hay una respuesta para cada necesidad y tipo de piel.

Una mascarilla facial puede producir un efecto luminoso y terso en la cara desde el primer momento. Clic para tuitear

Elección de la mascarilla facial según tu tipo de piel

Si tienes la piel grasa

Las mascarillas indicadas para la piel grasa suelen llevar arcillas naturales (verde, blanca…), gluconato de zinc, eucalipto, es decir, ingredientes de propiedades purificantes y astringentes.

Algunas mascarillas de esta categoría incluso tienen efecto peeling y desincrustante. En general, “su finalidad es la de limpiar la piel en profundidad sin deshidratarla, matificarla, reequilibrar la producción de sebo, reducir los brillos, cerrar los poros y conseguir una piel limpia y matificada”, asegura la directora de formación de Lierac y Jowaé.

Si tienes la piel seca

Si tu piel es seca, necesitas una mascarilla facial hidratante. Estas están indicadas cuando necesitas un extra de hidratación (que no es lo mismo que grasa), y contienen ingredientes como el aloe vera, la avena, el ácido hialurónico, las ceramidas, las algas (Laminaria Digitata) y los aceites con propiedades hidratantes y calmantes.

“Refuerzan la barrera cutánea para limitar la pérdida de agua y recuperan una piel confortable y elástica”, cuenta la experta.

Si tienes la piel sensible

El extracto de caléndula, el aceite de rosa mosqueta, el aloe vera, la niacinamida (vitamina B3) o el agua termal infusionados en una mascarilla pueden calmar las pieles más sensibles, controlar los brotes de rosácea, eliminar las rojeces y relajar la epidermis.

Actúan como un auténtico bálsamo calmante. Eso sí, asegúrate de que la fórmula está testada dermatológicamente.

Mascarilla facial, ¿por qué y qué beneficios me aporta?

Elección de la mascarilla facial según tu necesidad

Las mascarillas de belleza incluyen ingredientes capaces de tratar distintos problemas de la piel. Clic para tuitear

Si necesitas una cura detox

El carbón negro activo rico en polifenoles es el ingrediente estrella de las mascarillas cosméticas que captan y eliminan las impurezas y los microcontaminantes.

Estas son idóneas para darle un respiro a la piel o si has trasnochado, bebido y fumado más de la cuenta. “Ayudan a liberar las toxinas sin dejar sensación de tirantez”, según Pilar Pérez.

Si tu problema son las arrugas y líneas de expresión

Deberías hacerte con una mascarilla facial que trate el contorno de los ojos (patas de gallo) y el contorno peribucal (rictus, código de barras, surco nasogeniano) con ingredientes botoxlike como los péptidos, el resveratrol, la coenzima Q10, la vitamina E o la centella asiática.

Si tu problema es la falta de luminosidad

Si lo que le falta a tu cara es brillo, necesitas una mascarilla facial con ingredientes iluminadores como la vitamina C, la granada, los microcristales naturales y los alfahidroxiácidos (AHA’s), que ‘encienden’ las pieles cetrinas, apagadas y desvitalizadas. Consiguen un efecto piel nueva.

“Estos ingredientes eliminan las células muertas, las impurezas y la polución (que induce la sobreproducción de toxinas) que asfixia la piel”, según Pilar.

Si tu problema es la flacidez

Una mascarilla facial indicada para tal fin, en su composición no faltan ingredientes tensores, como los extractos de plantas (de caoba, de tulipán púrpura), los péptidos y hexapéptidos, el colágeno de origen marino, el DMAE, que es el activo reafirmante por excelencia y los micropigmentos soft-focus.

“Su propósito es el de promover la regeneración celular, mejorar la elasticidad y firmeza de la piel. Y también son perfectas para perfeccionar el rostro antes del maquillaje”, apunta la experta. Los datos hablan por sí solos: 3 de cada 4 mujeres recuperan instantáneamente la vitalidad del rostro tras su uso.

Si quieres aumentar tus defensas

Algunas mascarillas de belleza están cargadas de complejos prebióticos que optimizan la microbiota cutánea (conjunto de microorganismos que nos protegen y defienden de infecciones) y las defensas naturales de la piel.

También incorporan ceramidas, colesterol y fitoesfingosina, que son lípidos esenciales para tener una barrera cutánea fuerte.

Sleeping Mask

La noche es tan importante para regenerar y recuperar la piel de los estragos del día que hay una categoría específica de mascarillas faciales cosméticas que actúa mientras dormimos.

Y es que, la piel se deshidrata particularmente por la noche. “La pérdida insensible de agua es máxima entre las nueve y las seis de la mañana, con un pico a medianoche. Durante la noche, la microcirculación y la temperatura corporal están al mínimo reduciendo de este modo el aporte de oxígeno y micronutrientes que están en el origen de la hidratación de nuestra piel”, describe la directora de formación.

Para ello, es importante dejar tu mascarilla reposar toda la noche, como la sleeping mask, para que penetre completamente. A la mañana siguiente te levantarás con una piel hidrata, brillante y ‘rellenada’.

Máscaras de luz LED

Las máscaras de luz LED, utilizan tecnología desarrollada por la NASA y son una de las últimas incorporaciones de las consultas de dermatología y medicina estética para tratar el acné, las manchas en la piel o las arrugas.

Las máscaras de luz LED incluyen tecnología de la NASA y tratan las arrugas y líneas de expresión. Clic para tuitear

Si la luz que emite la máscara es de color rojo, es útil para tratar las arrugas, las líneas de expresión y producir colágeno y elastina nuevos –sustancias estructurales de la piel-.

Si es de color azul está indicada para tratar el acné y reducir los poros dilatados, ya que es capaz de eliminar a la bacteria que lo produce.

Y si es de color verde, trata las manchas y mejora las cicatrices y secuelas del acné.

¿Quién iba a decir que una mascarilla cosmética podría beneficiarnos tanto y tan rápido, verdad? ¡Comparte esta info para que tus amigos y familiares en las redes sociales también la conozcan!

Nosotros ya nos estamos analizando nuestra piel para saber cuál es la más adecuada, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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