
¿No puedes calmar tu mente? Estas estrategias para encontrar paz
Pensar demasiado puede generar ansiedad y agotamiento mental pues, cuando tu mente no deja de analizar cada detalle, puede ser difícil disfrutar del presente. Aquí te compartimos estrategias simples para calmar la mente, como la meditación, la escritura terapéutica y la respiración consciente, para relajar tu mente y vivir con más tranquilidad.
Reflexionar en exceso es una costumbre común que muchas personas llevan a cabo sin ser plenamente conscientes, especialmente en situaciones de estrés o ansiedad. El exceso de deseo por examinar o solucionar una situación puede transformarse en un hábito bastante perjudicial que afecta al equilibrio físico y mental del individuo.
El ritmo de vida actual, que implica en muchos casos un grado de estrés elevado, lleva consigo analizar, pensar y/o dar demasiadas vueltas a hechos, conversaciones, emociones, sin centrarse en buscar soluciones o simplemente en vivir el momento presente en calma.
Entrar en bucle en esta duda constante de hipotéticas preocupaciones o emociones puede, además, aumentar el estrés y la ansiedad, afectando la salud mental y emocional y, por tanto, generar problemas físicos como el insomnio, incidir en la autoestima, generando pensamientos autocríticos en exceso, entre otros diversos efectos secundarios.
Hemos de indicar que es un problema más común entre mujeres, quizás debido a la presión social, al exceso de expectativas culturales y a la práctica de la multitarea por parte del colectivo de mujeres.
En un mundo lleno de estrés y prisas, se hace más necesario que nunca conocer técnicas para calmar la mente. Share on XEl estrés afecta a nuestra energía
Cuando se genera esta actividad mental constante, en la que, como decíamos, se analiza cualquier acción o emoción de forma repetida, se genera un desgaste que el cuerpo recibe de forma inmediata. Esta ansiedad constante, que genera este estado de alerta, no nos permite vivir el presente y disfrutarlo conscientemente.
Además, este ruido mental repercute en nuestras emociones. La frustración, el miedo ante los hechos y la autocrítica reduce la confianza en uno mismo, y de forma directa afecta a nuestro estado de alegría y a la tranquilidad que tanto buscamos.
A nivel físico también vemos o detectamos unos efectos directos, como pueden ser el insomnio, el agotamiento constante, las tensiones musculares, e incluso, el sistema digestivo puede verse alterado. Todo ello demuestra que lo que afecta a nuestra mente, también afecta a nuestro cuerpo.
Poner a trabajar los pensamientos más de la cuenta aumenta el estrés. De ahí que sea necesario conocer métodos y técnicas para calmar la mente. Share on XLa clave para calmar la mente: Reconectar
Ese estado no es una situación sin salida. Puedes encontrar un equilibrio con las herramientas necesarias. La incorporación de nuevos hábitos saludables puede modificar este desequilibrio y proporcionar la paz que tanto buscamos.
Tan simple como un momento de calma, una respiración profunda o un paseo al aire libre son aquellos primeros pasos para romper esos ciclos repetitivos de tu mente y empezar a tomar consciencia.
Otro aspecto importante es recordar que no estás solo. Hablar con alguien de confianza, de tu círculo más cercano, o incluso buscar ayuda en profesionales, te puede permitir despejar y calmar la mente y empezar a tomar una nueva perspectiva.
El ser consciente del presente, y aceptar que no es posible controlarlo todo, te llevará a liberarte de una carga innecesaria, tanto para ti y para tu día a día. Recuperar ese equilibrio no significa dejar de pensar y preocuparte por las cosas, sino aprender a pensar mejor, con mayor claridad, con mayor tranquilidad, para poder conseguir un equilibrio que beneficie a tu bienestar tanto físico como emocional.
Para llegar a ese punto es necesario seguir algunos pasos que nos ayuden y faciliten el camino a este bienestar.
Calmar la mente no significa dejar de preocuparse por las cosas, sino hacerlo de forma equilibrada y consciente. Share on XEl mindfulness y la meditación
Una de estas técnicas para llegar a ese equilibrio que conlleva el bienestar, es el conocido mindfulness, que consiste en aprender a prestar atención plena y consciencia al momento presente, sin emitir juicios ni poner etiquetas, no pensando en el pasado ni el futuro, simplemente estando presentes en el aquí y en el ahora.
El utilizar esta técnica puede ayudarte a reducir la ansiedad, además de mejorar tu capacidad de concentración y, por supuesto, poder manejar el estrés de una mejor forma.
Meditar es una manera de relajar la mente y desconectar de los problemas y las preocupaciones diarias. Y no es necesario ser un experto en ello, ni dedicar dos o tres horas diarias, es tan simple como centrar nuestra atención en nuestra respiración durante unos minutos, siendo conscientes de ello, no pensar más que en la respiración, y relajarnos por unos segundos.
La meditación y otras técnicas de relajación son muy útiles para calmar la mente y alcanzar el bienestar. Share on XEscribir nuestros pensamientos
La escritura es una forma de expresión y comunicación, pero también es un método terapéutico que nos permite descargar nuestros pensamientos en un papel, de forma libre y sin prejuzgar en absoluto lo que estamos escribiendo. Por ello, es una forma de dejarnos ir libremente, de soltar ideas en un papel, y de liberarnos, en cierta forma, de nuestra emoción.
Escribir lo que nos da vueltas por la mente también nos ayuda a tomar perspectiva y, quizás, a tener una visión más clara de nuestros pensamientos.
Establecer límites mentales
Es también importante establecer límites o rutinas en nuestra mente, por ejemplo, marcar un momento al día para preocuparnos, momento en el que de forma un poco predeterminada establezcamos que podemos abrir una caja donde se encuentran nuestras inquietudes y podemos pensar en ellas.
Cuando pasa el tiempo establecido, hemos de visualizar que todas las emociones negativas vuelven a la caja y ya no volvemos a estresarnos hasta el próximo “momento planificado”.
La actividad física
La actividad física es muy beneficiosa para el cuerpo, y evidentemente también para la mente. Es importante ver cómo la actividad física que realizamos produce unas endorfinas, conocidas como hormonas de la felicidad, y producen un estado o una sensación de bienestar que nos ayuda a recuperar nuestra salud emocional. Si quieres saber más, en otro artículo hablamos de cómo mejorar el ánimo con el ejercicio y el deporte.
Un paseo diario de una media hora para estirar las piernas, respirar, etc., puede reducir tensiones acumuladas y mejorar nuestro estado de ánimo.
Es importante darnos cuenta, de la importancia que tienen nuestros pensamientos en nuestra salud física y también emocional. Hemos de plantearnos adaptar o introducir en nuestro día a día ciertas técnicas que nos ayuden a conseguir el bienestar total, y que, al mismo tiempo, nos faciliten nuestra rutina diaria.
Somos personas, no máquinas, y no es necesario que podamos con todo; pedir ayuda en procesos de estrés elevado es mucho más beneficioso de lo que podamos imaginar.
Recuerda compartir este post con todos tus contactos para que ellos también puedan relajar y calmar su mente y sentirse mejor por dentro y por fuera.
Como ya sabrás a estas alturas, la alimentación juega un papel fundamental en nuestro bienestar, tanto físico como emocional, por lo que debemos mantener una dieta equilibrada. ¿No sabes cómo? Te ayudamos desde nuestro Servicio de Nutrición Online gratuito.
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