¿Sabías que la nariz de un bebé es distinta a la de un adulto?
Si preguntáramos a la población sobre las diferencias que existen entre la nariz de un bebé y la de un adulto, la mayoría de las respuestas se centrarían solo en el tamaño de la misma. Y aunque es la diferencia más evidente, también son distintas en cuanto a su forma y posición. Unas características que determinan su funcionamiento y que es interesante conocer a la hora de tratar los catarros, alergias e infecciones respiratorias de los más pequeños.
La nariz forma parte del sistema respiratorio y consta de dos cavidades nasales, al igual que en un adulto. Sin embargo, los bebés tienen los orificios nasales más estrechos y la epiglotis (el cartílago que cuelga en la parte de atrás de la lengua) un poco más alta, muy cerca del paladar blando. Esto favorece la respiración del bebé por la nariz en lugar de por la boca, lo que ayuda al niño a succionar el alimento al tiempo que respira1.
Por otro lado, la mucosa nasal de los más pequeños es mucho más sensible que la de los mayores, lo que supone que está más expuesta a las agresiones externas. Si a esto le sumamos que los niños pequeños no saben sonarse adecuadamente la nariz, es normal que les afecten diversas infecciones.
En este sentido, en los bebés son más frecuentes las obstrucciones nasales que pueden desencadenar en otros problemas respiratorios, sangrados o incluso alteraciones en el diámetro de los vasos sanguíneos.
La buena noticia es que todas estas complicaciones se pueden prevenir y/o mejorar con una buena higiene nasal que mantenga hidratada la mucosa nasal. No hay que olvidar que esta membrana es la encargada de mantener el equilibrio entre nuestro organismo y el medio exterior, participando en las funciones respiratoria, sensitiva y protectora.
La mejor manera de mantener hidratada la mucosa nasal es mediante lavados nasales con agua de mar, ya que mejoran su higiene y reducen los síntomas de la congestión. Las soluciones salinas de agua isotónica han demostrado que contribuyen en la mejora de los procesos respiratorios de los niños2 y son bien tolerados3.
Por tanto, lavar a diario la nariz de los niños es fundamental para protegerles de las infecciones infantiles más corrientes. ¿Y tú, cuidas la higiene nasal de tu bebé e hijos?
[1] Garrido Galindo C, et al. Diferencias anatomofuncionales y endoscópicas entre la vía aérea del niño y la del adulto. Rev Inst Nal Enf Resp Mex. 2007 Jun;20(2):142-148.
[2] Slapak I, Skoupá J, Strnad P, et al. Efficacy of isotonic nasal wash (seawater) in the treatment and prevention of rhinitis in children. Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 2008;Vol 134(1):67-74.
[3] Chen JR, Jin L, Li XY, et al.The effectiveness of nasal saline irrigation (seawater) in treatment of allergic rhinitis in children. International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology. 2014;78:115-118.