Ortorexia y vigorexia, ¿qué son y qué diferencias hay?

Ortorexia y vigorexia, ¿qué son estos trastornos de la conducta alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria están a la orden del día y causan serios problemas de salud. ¿Son la ortorexia y la vigorexia dos de ellos?

El día 2 de junio ha sido el Día Mundial en la acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y, desde Yo Elijo Cuidarme, queremos adentrarnos contigo en este tema que consideramos sumamente importante para proteger la salud.

Seguro que ya has escuchado hablar sobre los trastornos alimentarios más conocidos como son la anorexia nerviosa y la bulimia. Sin embargo, existen otros trastornos que, sin estar relacionados de forma directa con la comida, muchas veces también implican la conducta alimentaria. Nos referimos a la ortorexia y la vigorexia.

¿Qué es la vigorexia?

La sociedad ha ido evolucionando a lo largo de la historia pero, en las últimas décadas, la velocidad de evolución se ha multiplicado. Es el auge de las nuevas adicciones, entre las que destaca el culto al cuerpo y al estilo de vida saludable, entendido como perfección.

Aunque ambas son buenas iniciativas, deben practicarse de forma equilibrada y siempre sin extremismos. Las obsesiones son la base de cualquier trastorno.

Además, las redes sociales y la publicidad no hacen más que empeorar la situación, haciendo creer que el culto al cuerpo de manera obsesiva es la única forma de estar saludable. De este modo, cada vez se dan casos de afectados más jóvenes que se dejan influir por conocimientos erróneos e incompletos, la mayoría, sin haber sido contrastados por profesionales.

El consumo de esteroides y anabolizantes está relacionado con la vigorexia. Clic para tuitear

La vigorexia es un trastorno relacionado con la imagen corporal, que se percibe pequeña y débil, al que se le suma el deseo compulsivo de ganar masa muscular y no grasa.

Su origen se remonta a la utilización creciente de esteroides anabolizantes, en personas que frecuentaban gimnasios, y actualmente la vigorexia puede afectar a entre el 1 y 10 % de los usuarios de gimnasio.

Sus síntomas son los siguientes:

  • Pensamientos obsesivos y continuos sobre no ser suficientemente corpulento, ser demasiado pequeño o sobre cómo mejorar el aspecto. Además, se puede incluir en estos pensamientos la preocupación permanente por necesitar más masa muscular.
  • Incapacidad de ver desde un punto de vista objetivo el propio cuerpo con aspecto musculoso, derivando más en una insatisfacción corporal continua.
  • Permanente auto observación en el espejo para comprobar dicho cuerpo musculado y negación ante salir a la calle o vestir determinados tipos de ropa, perjudicando así la vida social, familiar y sentimental por la estética y/o la dieta.
  • Ansiedad o depresión, afectación en la autoestima.
  • Necesidad compulsiva de hacer ejercicio de pesas y fuerza para mejorar la musculación.
  • Abuso de hormonas esteroideas, anabolizantes y suplementos alimenticios que pueden provocar problemas de salud graves.

¿La vigorexia es realmente un trastorno de la conducta alimentaria?

Se ha determinado que la vigorexia es un trastorno relacionado con la imagen corporal que puede incluirse dentro de los trastornos de conducta alimentaria cuando se compromete la alimentación.

Aunque la vigorexia no se relaciona directamente con la comida, sí incide en la conducta alimentaria pues, la persona que la sufre, cree que consumir ciertos tipos de alimentos es la forma de verse mejor. Clic para tuitear

Es decir, cuando se basa en el consumo masivo de proteínas y nulo de grasa. Además, en la vigorexia también existe una distorsión de la imagen corporal, síntoma común con otros TCA.

Por ello, cuando la vigorexia cursa con síntomas en los que la alimentación implica hábitos nocivos y poco saludables y existe una distorsión de la imagen corporal, sí que se puede considerar TCA.

Ortorexia y vigorexia, ¿qué son y qué diferencias hay?

¿Qué es la ortorexia?

La alimentación saludable y corrientes como el vegetarianismo o veganismo ha dado lugar a que muchas personas sufran cambios drásticos en su conducta alimentaria.

La ortorexia se define como una alteración de la conducta alimentaria relacionada con la obsesión por la comida sana, hasta un nivel patológico.

La ortorexia incluye aislamiento social por la vergüenza relacionada con el tipo de alimentación que se practica. Clic para tuitear

Hay pocos estudios sobre este trastorno, pero se sabe que la preocupación por la comida sana puede llevar al consumo exclusivo de productos ecológicos.

Esto a su vez, puede conducir a la eliminación de productos cárnicos y grasas en la dieta, ocasionando en numerosas ocasiones problemas de déficit nutricional, es decir, pueden llegar a tener carencias que afectan negativamente a la salud.

La ortorexia puede llevar implícita la carencia de nutrientes que provoquen daños en la salud. Clic para tuitear

Con respecto a sus síntomas cabe destacar:

  • Preocupación por la calidad de alimentos y ausencia de placer al consumirlos.
  • Dedicación a la planificación de la dieta durante más de 3 horas al día conllevando una disminución de la calidad de vida y, una planificación excesiva y obsesiva.
  • Sentimiento de culpabilidad cuando no se cumple el propósito de alimentación.
  • Aislamiento social por el estilo de alimentación.

Todos ellos son síntomas que deben ser recurrentes en el tiempo, para el diagnóstico de ortorexia. Normalmente suele detectarse cuando existen problemas de salud derivados del hábito alimentario excesivamente ‘saludable’, o eso es lo que las personas con este trastorno creen.

¿La ortorexia es realmente un trastorno de la conducta alimentaria?

Se puede considerar un trastorno de la conducta alimentaria, ya que existe una total implicación de los hábitos alimentarios de la persona que la padece.

La ortorexia, a diferencia de otros trastornos de conducta alimentaria, como la vigorexia, no implica una distorsión de la imagen corporal. Clic para tuitear

Sin embargo, no se centra en la cantidad de comida como sucede en la anorexia nerviosa, sino en la calidad. Por último, hay que destacar que, aunque se considera TCA por la implicación alimentaria, las personas con ortorexia no sufren trastorno de percepción de la imagen corporal.

Por tanto, dependiendo de los síntomas que tengan las personas que poseen trastorno de vigorexia o de ortorexia, puede derivarse a un diagnóstico de TCA o no.

Lo más importante, es intentar no llegar a los límites con la comida o la obsesión de la imagen corporal. Lo que importa es la salud, llevar a cabo un estilo de vida saludable con una combinación de alimentación equilibrada y ejercicio físico de forma moderada, pero nunca convertir ninguna de estas prácticas en una obsesión.

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Y recuerda compartir este artículo en las redes sociales para evitar que más personas caigan en trastornos con consecuencias tan graves para la salud como lo son la vigorexia y la ortorexia. ¡Entre todos podremos vencerlos! Nosotros ya estamos haciendo nuestro planning de alimentación y ejercicio, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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