Descubre todo sobre el flujo vaginal, ¿cuándo deberíamos preocuparnos?
Tipos de flujo vaginal hay muchos, y cada mujer puede presentar uno distinto: amarillo, blanco, marrón, verde… ¿Cuál es el tuyo y qué puede decirte sobre tu salud? ¡Te lo contamos!
Solo nos acordamos de nuestra vagina cuando da problemas, nos produce picor, escozor o dolor. ¡Error! Nuestro flujo vaginal es crucial para detectar que algo va mal. Te contamos cómo autoexplorarte y cuándo deberías ir al médico.
Hoy en día, las infecciones vaginales son un motivo frecuente de consulta tanto en Atención Primaria, como Especializada, además de en Urgencias Hospitalarias. De hecho, representan el 20 % de las consultas ginecológicas. Esto concuerda con los datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), que afirman que hasta el 75 % de las mujeres experimentan un episodio de vulvovaginitis sintomática a lo largo de su vida, y entre el 40 % y el 50 % de ellas sufrirán un segundo episodio.
Las infecciones vaginales son la principal causa de consulta. Saber si tienes el flujo amarillo, con otro color o textura irregular, te ayuda a evitarlas. Share on X¿Cuál es el problema? Que se inflama la mucosa vaginal y la piel vulvar, aunque no siempre suceden ambas cosas a la vez. El caso es que, en la actualidad, los ginecólogos consideran que las alteraciones de la microbiota vaginal son la principal causa de la mayoría de las infecciones vaginales. Aunque también es posible que se deban a una inflamación causada por una simple irritación o alergia (a compresas, salvaslips, tampones o ropa interior).
Sea cual sea la causa, lo cierto es que nos hemos concienciado de la importancia que tiene autoexplorarnos el pecho para prevenir o actuar a tiempo ante un cáncer de mama, pero no hacemos lo mismo cuando se trata de nuestra vagina. ¡Error! Nuestro flujo vaginal es crucial para detectar a tiempo que algo no va bien.
Es más, cambia de apariencia, consistencia, textura, color y olor a lo largo del ciclo menstrual. Por ello, es sumamente importante que sepamos reconocerlo para detectar anomalías a tiempo.
La autoexploración es el secreto para conocer a fondo nuestro flujo vaginal. Share on XA grandes rasgos, ¿cómo es un flujo vaginal normal?
Vamos por partes. Para empezar, ¿qué es el flujo vaginal? Es el fluido que segregan las glándulas de la vagina y el cuello uterino para eliminar las células muertas, los espermatozoides del día anterior, las bacterias…. Gracias a él, nuestra vagina se mantiene ‘limpia de polvo y paja’.
Eso sí, aunque el flujo es distinto en cada mujer, digamos que hay tantos flujos como huellas dactilares, es decir, un flujo normal tiene unas características (color, olor, textura) que lo definen, pero a la vez otras similares en todas las mujeres. ¿Cuáles?
“El flujo vaginal es elástico, fluido y de aspecto transparente o blanquecino, o, en ocasiones, levemente amarillento, con un olor suave que aumenta a lo largo de las horas del día”, cuenta Belén Gómez García, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Infanta Leonor.
Eso es lo normal, pero hay que tener en cuenta que a lo largo del ciclo menstrual esté puede ir cambiando. De hecho, “tras los cambios hormonales del ciclo menstrual, el flujo vaginal suele volverse más espeso y de consistencia más gelatinosa o elástica, sobre todo a mitad del ciclo, para favorecer la capacitación de los espermatozoides y la fecundación en esos momentos del ciclo. Y al final del ciclo, cuando nos acercamos a la menstruación, suele ser normal un cambio en la coloración del flujo, a más marrón, como consecuencia del inicio de la descamación del endometrio”, explica Belén Gómez.
Pero este no es el único cambio que puede experimentar: “También puede ser normal un pequeño sangrado o un flujo rosado tras mantener relaciones sexuales, en algunas ocasiones, aunque, si se produce con mucha frecuencia, hay que consultar con un ginecólogo”, advierte la ginecóloga.
Los distintos tipos de flujo pueden ser atalayas de algo que no va bien en nuestro organismo. Share on X¿Cómo puedo detectar que mi flujo vaginal no es normal?
Algunos síntomas como el picor, el ardor, el escozor, el dolor y el aumento de la secreción vaginal son claros indicadores de que algo está sucediendo ahí abajo, pero hay otros muchos aspectos que nos pueden poner sobre la pista de que algo no va bien. Según la ginecóloga del Hospital Infanta Leonor deberíamos sospechar:
- En el momento en que el flujo cambie de olor, con matices a pescado o aminas.
- Si se ve el flujo vaginal verde, grisáceo o excesivamente amarillento.
- Si la consistencia es espumosa o grumosa como el yogur o la leche cortada.
También es importante fijarse en otros síntomas como:
- Picor.
- Escozor.
- Quemazón.
- Dolor en genitales externos o internos.
En todos estos casos deberíamos sospechar que hay un desequilibrio en la flora vaginal, “y, en ocasiones, una infección genital”, advierte la experta. Es el momento de ir al médico. ¿A cuál?
“Es importante acudir a un ginecólogo para que realice un diagnóstico correcto e inicie un tratamiento sintomático lo antes posible”, recomienda la ginecóloga del Hospital Infanta Leonor.
Este tomará una muestra (frotis) de nuestro flujo para poder analizarlo. Y tendremos que tomar otra medida: hasta que no nos den los resultados y no se produzca la curación de los síntomas, debemos abstenernos de mantener relaciones sexuales.
Ante cualquier molestia en la zona de la vulva o un flujo vaginal de color o textura extraños, hay que acudir a un especialista. Share on X¿Qué causas están detrás de un flujo vaginal anormal?
No solo las infecciones (bacteriana, vírica, por hongos, clamidia, gonorrea ETS o tricomoniasis) pueden estar detrás de la causa de nuestro malestar, también se sufren cambios en el flujo vaginal cuando tomamos píldoras anticonceptivas, algunos medicamentos (antibióticos o esteroides), estamos embarazadas o en plena menopausia.
En otras ocasiones, es debido a los lavados y limpiezas vaginales excesivos, al uso de tampones o salvaslips, a la actividad sexual, el estrés, el consumo de tabaco o alcohol, tras una intervención quirúrgica. También podría ser un indicador de algo más grave, como una diabetes, una enfermedad pélvica inflamatoria (PID) o un cáncer de cuello de útero. De ahí que sea de vital importancia observar el flujo vaginal todos los días.
Las etapas de cambios hormonales o algunos medicamentos pueden transformar nuestro flujo vaginal en otro color. Share on X¿Cómo puedo revisar mi flujo vaginal?
Tal y como hemos comentado, y recomienda Belén Gómez, conviene que revisemos nuestro flujo vaginal de forma periódica (durante las distintas fases del ciclo menstrual). “Un gesto tan simple como este nos puede ayudar a conocer el estado de nuestra vagina para prevenir infecciones y poder actuar a tiempo ante posibles afecciones.”
Basta con echar un vistazo a nuestra ropa interior al final del día. “Hay que realizar una sencilla inspección en los restos de flujo que se depositan al final del día en la ropa interior, tan solo es necesario observar los restos de flujo”, según esta ginecóloga. Hay que revisar el color, olor y la textura o consistencia del moco vaginal en tu ropa interior.
Por el contrario, hay otras prácticas que están desaconsejadas. “No se recomienda realizar exploraciones rutinarias intravaginales ni duchas vaginales, ya que estas podrían provocar un empeoramiento de los síntomas o, incluso, una infección genital, si no la teníamos ya, al introducir gérmenes de la piel al interior de la vagina”, advierte la experta.
Vigilar el flujo vaginal no cuesta esfuerzo y puede librarte de muchos problemas de salud. Share on X¿Cómo puedo prevenir los problemas con el flujo vaginal?
Para mantener nuestra mucosa vaginal equilibrada y evitar que se produzcan infecciones genitales, la doctora Gómez García recomienda:
- Mantener una correcta higiene íntima con agua templada y un gel específico. Lavarse una única vez al día en condiciones normales y añadir lavados extra en caso de relaciones sexuales, deporte o sudoración excesiva. El lavado que realicemos debe ser siempre de delante hacia atrás, para evitar que entren bacterias en la vagina.
- Abstenerse de utilizar jabones espumosos o aromatizados en la vulva.
- También hay que evitar el uso de aerosoles para la higiene íntima o tomar baños de espuma.
- Nunca hay que realizar duchas vaginales, salvo que las prescriba el médico.
- Se recomienda mantener la zona genital siempre seca y utilizar ropa interior que no sea ajustada y que esté realizada con fibras naturales, como el algodón. Así aseguramos una buena ventilación y transpiración.
- Si practicamos natación, hay que utilizar trajes de baño de secado rápido o ponernos una prenda seca inmediatamente después de terminar.
- Es inevitable utilizar compresas y tampones, pero mejor que no contengan desodorante.
- Observar si el detergente o suavizante de la ropa que utilizamos nos está provocando irritación para cambiarlo a tiempo.
- Tomar las debidas precauciones (uso de preservativo) con nuevas parejas sexuales.
- También hay que evitar el alcohol, el consumo excesivo de hidratos de carbono complejos, y el de alimentos procesados y con alto contenido en azúcares añadidos.
- Por el contrario, es recomendable consumir abundantes líquidos, entre 1,5 y 2 litros diarios de agua.
- Mantener una dieta saludable, en la que predomine el consumo de frutas y verduras y los alimentos ricos en fibra, ya que evitan el estreñimiento, mejoran la salud general y el ecosistema vaginal.
- Hay que orinar cada 2 o 3 horas.
- Y evitar el tabaquismo.
Y si ya es tarde, ¿cómo puedo solucionar mis problemas con el flujo vaginal?
Si el frotis revela que tenemos alguna infección, el médico nos pondrá un tratamiento tópico, oral o ambos. “Este suele consistir en ponerse óvulos vaginales y cremas locales para tratar el crecimiento de los hongos y reducir la sintomatología”, explica la ginecóloga.
También puede recetarnos medicación oral; suele tratarse de antibióticos en forma de pastillas o sobres. Pero, además, es importante reponer la flora vaginal desequilibrada, “por lo que suele recomendarse también la administración durante uno o dos meses del uso de probióticos vaginales u orales.”
Las infecciones vaginales pueden resolverse con la medicación adecuada, para así tener el flujo vaginal con el color y la textura adecuados. Share on X¿Por qué? Para mantener en equilibrio la microbiota vaginal que es el conjunto de organismos que habitan la zona vaginal y tienen la función de proteger la mucosa (el flujo vaginal) de bacterias. Ya hay estudios que demuestran que el uso regular de estos tiene efectos positivos sobre los desequilibrios de la flora vaginal y la aparición de candidiasis, vaginosis bacteriana e infección de orina.
El papel de los lactobacilos en la microbiota vaginal
Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), los lactobacilos son los principales responsables del mantenimiento del ecosistema vaginal. Su acción destaca porque:
- Compiten con los hongos por los nutrientes disponibles.
- Bloquean los receptores epiteliales frente a los hongos.
- Generan algunas sustancias, como peróxido de hidrógeno, lactacinas y acidolinas, que son capaces de transformar la glucosa en ácido láctico. Este es precisamente el responsable de mantener el pH vaginal en unos rangos de acidez óptimos (entre 3,5-4,5), lo que supone el principal mecanismo de defensa frente a la colonización de la vagina por patógenos.
- Potencian la respuesta inmunológica. ¿Cómo? Mediante la secreción de IL-8 y de IP-10, sustancias que son cruciales en la eliminación de las vaginitis.
Como hemos dicho, los expertos consideran que, actualmente, las alteraciones de la microbiota vaginal son la principal causa de las infecciones vaginales.
Los lactobacilos serán de gran ayuda ante un flujo vaginal anormal. Share on XFortébiotic + Flora Íntima (14,90 €), de Laboratorios Forté Pharma, puede ser una gran ayuda. ¿Por qué? Ayuda a equilibrar la flora íntima y a mejorar las molestias femeninas. ¿Cómo? Contiene tres cepas microbióticas complementarias microencapsuladas, hasta 12 millones de UF (L. rhamnosus LR06, L. crispatus LCR01 y L. salivarius CRL1328), además de Vitamina B2, y hay que tomarlo durante 15 días.
Comparte este post en tus redes sociales con todas tus conocidas y amigas para que ellas también estén pendientes de vigilar su flujo vaginal.
Y recuerda que una dieta equilibrada es de gran ayuda para evitar los problemas con el flujo vaginal. Contacta con nosotros en nuestro Servicio de Nutrición Online, el cual es completamente gratuito y desde el que te podemos brindar pautas para que te alimentes de una forma saludable.
Nosotras ya vamos a poner en práctica todos estos consejos, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?