El estrés también afecta a nuestra vagina
El estrés y la salud íntima están relacionados, ya que cuando estamos estresadas, nuestra vagina sufre. Desde Yo Elijo Cuidarme te contamos cómo y por qué.
La vagina es un órgano más complejo de lo que mucha gente cree, evoluciona con la edad y además tiene un equilibrio microbiano, que hasta la fecha se sigue estudiando. Pero… ¿qué es la microbiota vaginal? Es el conjunto de bacterias que vive de forma natural en la vagina.
Las bacterias que encontramos en una vagina sana son principalmente Lactobacillus, cuya función es protectora, producen ácido láctico y otra serie de sustancias que se encargan de mantener el pH vaginal ácido. El beneficio de un pH ácido es que inhibe el crecimiento de microorganismos patógenos, es decir, los que son perjudiciales para nuestra salud.
Cuando sucede un desequilibrio entre las bacterias beneficiosas de nuestra microbiota vaginal y las perjudiciales, sufrimos infecciones molestas. Share on X¿Cómo se desequilibra la microbiota vaginal?
Cuando, por alguna razón, disminuye la cantidad de Lactobacillus, y aumentan los microorganismos patógenos –los más comunes son las bacterias Prevotella bivia y la Gardnerella vaginalis– y el hongo Cándida Albicans, es cuando se da un desequilibrio, y por ello, problemas de salud. Las infecciones más comunes que ocasionan son la vaginosis bacteriana y la candidiasis vaginal.
No es de extrañar que los probióticos especialmente diseñados para la microbiota vaginal estén compuestos principalmente por diversas cepas de Lactobacillus, aunque a veces se añaden otras variedades de bacterias, para así repoblar la microbiota dañada, evitar que sigan campando a sus anchas los microorganismos patógenos y frenar las infecciones vaginales.
Hay dos vías por las cuales aportar probióticos a la vagina, vía oral o vía tópica. Los primeros son cómodos, y las bacterias migran desde el aparato digestivo hasta la zona vaginal a través del tejido perineal, es decir, el ano. Mientras que los probióticos tópicos, se deben introducir en la vagina preferiblemente por la noche, suelen ser más incómodos a la hora de usarlos, por lo que en muchas ocasiones causan rechazo.
Factores que causan desequilibrios en la microbiota vaginal
Para conservar una microbiota vaginal sana, hay una serie de factores internos y externos que hay que conocer para evitarlos, si es posible, y si no, estar atenta para que cuando se presente el menor síntoma ponerle remedio o prevenir con probióticos.
El estrés, es uno de los motivos desencadenantes de infecciones vaginales que más recientemente se está estudiando, y de lo que hablaremos más adelante. Pero los factores más conocidos son:
- La toma de antibióticos. Su uso excesivo o inadecuado, perjudica a la microbiota tanto vaginal como la microbiota intestinal. La función de los antibióticos es luchar contra las bacterias en procesos infecciosos, pero su consumo durante largos periodos perjudica a toda la microbiota del organismo, y es cuando aparecen diarreas o infecciones vaginales. Aunque en muchas ocasiones, simplemente con un consumo esporádico, pueden llegar a darse dichos síntomas.
- La edad aumenta la posibilidad del deterioro de la microbiota vaginal, y con la aparición de la menopausia nos hace propensas a tener más disbiosis.
- Durante la menstruación, la concentración bacteriana disminuye, provocando que sea más susceptible al crecimiento de bacterias patógenas.
- El uso de tampones, si se notan síntomas de infección no deben emplearse, y en el caso de las copas menstruales, debe cuidarse mucho su higiene. El uso continuado de salvaslips, también influye en una correcta traspiración de la zona. Es fundamental el lavado de manos minucioso antes y tras el uso de productos de higiene íntima, aunque este consejo siempre debe aplicarse.
- La falta de higiene o el uso de productos no adecuados para la microbiota vaginal que produzcan cambios de pH. Están totalmente desaconsejadas las duchas vaginales, dado que es un método higiénico un tanto agresivo, y más si se acompaña de productos de limpieza inadecuados. Este sistema de higiene arrasa tanto con las bacterias malas como las beneficiosas.
- Una dieta rica en azúcares favorece la proliferación bacteriana patógena de la microbiota vaginal, al igual que ocurre en el tracto intestinal, así como en el urinario. En este último caso es cuando aparecen las temidas cistitis.
- La ropa interior de materiales no transpirables o los pantalones demasiado ajustados, y que provocamos que no haya traspiración y puede aparecer irritación. Es mejor elegir ropa interior de algodón.
Si hay infecciones recurrentes acude a un ginecólogo, tal vez necesites un estudio específico de tu microbiota vaginal.
Hay diversos factores que influyen en la salud de nuestra microbiota vaginal, siendo el estrés uno de los principales. Share on X
Relación del estrés y la salud íntima
Según la empresa de estudios de mercado IPSOS, el 63 % de las personas a nivel global afirma que se ha sentido estresada entre 2021 y 2022, hasta tal punto de afectarle en su calidad de vida diaria, un dato que baja hasta el 33 % en el caso de España.
El estrés nos afecta a diferentes niveles en nuestra vida, desde una subida de tensión puntual, trastornos del sueño, reducción del apetito hasta problemas con la microbiota bacteriana.
La vagina tiene su propia microbiota bacteriana, y como el estrés influye en ella, debemos prestar atención en cuanto notemos los primeros síntomas de que algo no marcha bien. Los síntomas que nos deben alertar son:
- Cambios en la cantidad y coloración del flujo vaginal.
- Picor
- Inflamación
- Dolor al orinar.
Pero primero vamos a explicar por qué el estrés afecta a la salud vaginal. Este influye en la producción hormonal, en concreto en la glándula suprarrenal donde se fabrican. Ante esta situación se dispara la producción de la hormona cortisol.
Un aumento de cortisol en sangre por el estrés es perjudicial para la salud íntima y la microbiota vaginal. Share on XCuando aumenta el cortisol en sangre, se eleva la presencia de glucosa para enfrentarnos a la situación de estrés, pero si el estrés es mantenido en el tiempo y no puntual, esa elevada cantidad de glucosa en sangre innecesaria provoca un desequilibrio tanto físico como mental. De hecho, esta situación hormonal ocasiona cambios en el pH vaginal, y hacen que haya una proliferación de bacterias no deseadas en medio, y por tanto un desequilibrio de la zona.
En definitiva, la salud vaginal depende de múltiples factores, controlables y no controlables. Si no es posible evitar aquellos factores que pudieran depender de nosotras como por ejemplo el estrés, al menos debemos ir un paso por delante, y al menor síntoma ayudar a nuestra microbiota vaginal con la toma de probióticos específicos.
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Y recuerda que en nuestro Servicio de Nutrición Online gratuito podemos darte consejos relacionados con la nutrición para que a través de tu dieta diaria cuides de tu microbiota. Nosotros ya hemos empezado a aplicar estos consejos, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?