¿Cómo cuidar tus articulaciones a partir de los 40 años y tener una vida activa?

Si  tienes más de 40 años y notas que tus articulaciones te molestan y te impiden hacer actividades que antes realizabas con agilidad, puede ser un síntoma de que tus articulaciones están sufriendo por el desgaste del cartílago.

¿Estás en esa edad en la que tienes tiempo y ganas de hacer actividades pero tu cuerpo en ocasiones te frena? Para que tengas la vida activa que quieres, te damos algunas recomendaciones para que tus rodillas, codos o tobillos no te paren.

¡Si sigues estos consejos, verás cómo tu salud articular mejora de forma notable!

1. Controla el peso. El sobrepeso es el peor enemigo de nuestras articulaciones. ¿sabías que un sobrepeso del 20% aumenta de 7 a 10 veces el riesgo de tener artrosis de rodilla? Cada vez que bajamos escaleras o andamos a paso rápido, el impacto de nuestro cuerpo en las rodillas es enorme, por lo que cuanto menos peses, ¡menos impacto! Por esto, una dieta equilibrada y practicar ejercicio de forma regular te ayudará a cuidar las rodillas y los tobillos, que soportarán menos peso e impacto.
2. Haz algo de ejercicio. Practica un deporte suave que no suponga un gran impacto para las rodillas y evita correr o saltar. La bicicleta es adecuada, también las actividades acuáticas o los ejercicios de gimnasio de media y baja intensidad. ¡Nunca olvides hacer antes un calentamiento y estirar al finalizar la sesión! Para prevenir lesiones, la clave es hacer estiramientos antes de realizar la actividad. Si vemos que tenemos una articulación dañada, lo mejor es cubrirla con un vendaje, ya que la protege de los golpes y la mantiene sujeta.
3. Fortalece tus músculos. Es importante trabajar los músculos para que protejan nuestras articulaciones. En especial, hay que ejercitar los músculos lumbares, los cuádriceps y los extensores. Si trabajas los cuádriceps, conseguirás dar estabilidad a tu rodilla y la protegerás mejor frente a los impactos. Cuanto más fuerte esté la musculatura de las piernas, más protegidas quedarán tus rodillas.
4. Duerme en una posición correcta. Te recomendamos que uses una almohada no muy alta, que te pongas de lado y duermas con las rodillas dobladas. Relaja el cuello, la espalda, la cadera y las rodillas y evita posiciones que te provoquen dolor al día siguiente.
5. Evita malas posturas y movimientos bruscos. Además, durante el día, cuida tu postura y evita los movimientos repetitivos, que fatigan las articulaciones, provocan desgaste del cartílago, sobrecargar de peso las articulaciones o flexionar o extender de forma excesiva los codos, ya que estos movimientos anómalos dañan el cartílago. Ten en cuenta además que las articulaciones nunca deben ser el origen de la fuerza al levantar un peso, ¡de esto se encargan los músculos!

6. Cuida tu alimentación. Las verduras, los lácteos desnatados, el pescado azul o los frutos secos ayudan al cuidado articular. Cuida tu dieta con alimentos ricos en minerales y vitaminas C y D: las vitaminas C y D ayudan a la producción de colágeno, que es la base de la formación y buena salud de nuestras articulaciones. Además, la vitamina D es fundamental para que el calcio se fije en nuestros huesos, evitando así enfermedades como la osteoporosis. En relación a los minerales, los más beneficiosos son el calcio, el fósforo o el magnesio.
7. Toma complementos alimentarios con eficacia probada que contengan ácido hialurónico: como ya sabes, el ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra en nuestro organismo de forma natural. A medida que nos hacemos mayores, esta sustancia se va perdiendo, y a los 50 años sólo nos queda el 50% del ácido hialurónico que teníamos.
8. Hidrátate. Mantenernos hidratados es fundamental para nuestros cartílagos. El cartílago es un tejido que cubre los extremos de los huesos, permitiendo el correcto movimiento de las articulaciones. Cuando los cartílagos están inflamados o dañados, experimentamos dolor y limitación del movimiento.
9. Evita el alcohol y el tabaco: ¡lleva una vida sana!

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