Consecuencias de la obesidad y el sobrepeso a nivel físico y psicológico

Consecuencias de la obesidad y el sobrepeso a nivel físico y psicológico

Según la OMS el 39% de la población mundial tiene sobrepeso y un 13% obesidad, ¿cuáles son sus consecuencias en nuestro estado físico y emocional?

¿Te acuerdas de la película de Disney Wall-E? En esta película, quizá más pensada para adultos que para niños, se nos mostraba un futuro en el que los habitantes de la tierra presentaban serios problemas sobrepeso (más bien, obesidad) empleando incluso una especie de triciclo motorizado para poder desplazarse.

Unos años después, precisamente durante un viaje a Orlando, comprobé que los guionistas de la factoría Disney no habían necesitado mucha imaginación para escribir el libreto de la película: con un simple paseo por los parques temáticos cualquiera podía observar que un significativo porcentaje de los americanos se desplazaba entre las atracciones subido a aquellos triciclos motorizados. Triciclos que, por supuesto, contaban con un soporte para depositar el refresco y una bandejita delantera donde invariablemente la gente tenía siempre a mano sus bolsas de palomitas o snacks.

Al observar que aquel futuro imaginario era ya el presente me di cuenta de que la realidad había superado a la ficción.

¿Tenemos un problema de sobrepeso y obesidad en el mundo?

Lamentablemente sí. El sobrepeso (IMC>25) es la tarjeta amarilla que nos marca la báscula cuando nos subimos a ella y nos indica precaución. La obesidad (IMC>30), sin embargo, sería la tarjeta roja que nos manda al banquillo directamente.

Según datos de la OMS, en 2014 el 39% de la población mundial de 18 o más años tenía sobrepeso y un 13% presentaba obesidad. Tal vez nos sorprenda saber que en España, a pesar de nuestra cacareada dieta mediterránea, no estamos mucho mejor que la media mundial. La prevalencia de sobrepeso en nuestro país está en torno al 34% y la de obesidad supera el 13%.

La obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad y muerte prematura en la edad adulta. Share on X

Consecuencias de la obesidad; ¿la curva de la felicidad?

¿Quién no ha oído decir aquello de “total, por unos kilos de más no pasa nada…”? Uno de los mayores problemas es precisamente la justificación social del problema, comenzando por la más tierna infancia.

Como farmacéutica, llevo el seguimiento del control de peso de muchos bebés y cada día observo la preocupación de padres y abuelos porque sus hijos y nietos ganen peso. Si puede ser medio kilo a la semana, mejor que trescientos gramos. La “lorza” pediátrica sigue considerándose indicador de salud y esto es un error que deberíamos empezar a desterrar.

Es importante saber que una de las consecuencias de la obesidad infantil es una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Lo que con seis meses es gracioso, con seis años empieza a suponer un problema, con dieciséis se convierte en un estigma social y con sesenta, una complicación grave de salud.

Consecuencias de la obesidad y el sobrepeso a nivel físico y psicológico

¿Cuales son las consecuencias de la obesidad y el sobrepeso?

Lejos de mitos sobre nutrición y creencias ponderales, una de las principales consecuencias de la obesidad y el sobrepeso es que se cobran muchas más muertes al año que la insuficiencia ponderal (es decir, presentar un peso inferior al recomendado). Podría decirse que estar gordo puede ser más peligroso para la salud que estar delgado.

Un índice de masa corporal (IMC) superior a lo recomendado es un factor de riesgo para presentar enfermedades cardiovasculares, diabetes, algún tipo de cáncer como de endometrio, mama o colon, o trastornos del aparato locomotor como osteoartritis (una enfermedad degenerativa de las articulaciones que puede llegar a ser altamente incapacitante).

Medir nuestro perímetro abdominal es un indicador que todos deberíamos conocer: un resultado superior a 88 cm en mujeres y a 102 cm en hombres debe hacer saltar nuestras alarmas, ya que está directamente relacionado con el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares. No solo influye el exceso de peso sino la distribución de la grasa, y la visceral (la grasa que se encuentra en la zona del abdomen) es especialmente peligrosa.

¿Mens sana in corpore obeso?

Por desgracia, las malas noticias no acaban aquí. Si bien es cierto que la diabetes de tipo II o la hipertensión son enfermedades silenciosas que en principio no alteran la rutina diaria, otras de las consecuencias de la obesidad y el sobrepeso es que traen de la mano otro tipo de alteraciones psicológicas que pueden condicionar de manera permanente a las personas.

Hoy, cuando desde los medios se nos bombardea con un canon estético predeterminado e incluso el running se ha convertido en un deporte de masas, los “kilos de más empiezan a pesar sobre nuestra conciencia más que sobre la báscula.

Actividades cotidianas como ir a comprar a una cadena de ropa y no encontrar talla, montar en metro y no poder ocupar un asiento sin invadir el espacio contiguo o ir a la playa y sentir las miradas del resto de la gente pueden suponer una tortura emocional para aquellos cuyo volumen corporal esté fuera de los estándares de la sociedad.

Estas sensaciones redundan en problemas de autoestima, sufrimiento, ansiedad, depresión e incluso exclusión social.

La manera más efectiva de empezar con el control de peso es pidiendo ayuda a profesionales. Share on X

¿Qué futuro nos espera?

El Instituto de Obesidad estima que en 2025 más del 90 por ciento de la población española podría estar por encima de su peso ideal si no se toman las medidas adecuadas. No entra dentro de mi cabeza que la Puerta del Sol se convierta en un hervidero de triciclos motorizados así que la solución pasa por tomar cartas en el asunto y ponernos manos a la obra.
Desde la administración se están tomando medidas para frenar lo que ya se considera una epidemia a través de planes como la Estrategia NAOS y otras campañas poblacionales. Y a pesar de que todo esto es fundamental, la clave está en empezar por uno mismo. Cada uno de nosotros debe hacer un ejercicio de reflexión personal y encontrar el motivo por el que la báscula le saca la tarjeta amarilla o roja cada vez que se sube a ella.

La teoría está muy bien, pero ¿cómo lo hacemos? Se trata de jugar un partido muy difícil en el que para evitar las tarjetas rojas y amarillas vamos a necesitar un buen entrenador. La mejor y más efectiva manera de emprender el viaje hacia el control de peso es pidiendo ayuda y, en función del grado de sobrepeso u obesidad y las patologías asociadas, los nutricionistas, médicos o farmacéuticos serán los mejores aliados para ello. ¡No dudes en consultarnos!

Si quieres saber más, te recomiendo el artículo sobre el test Microbioma y la relación que tienen las bacterias intestinales con la obesidad.

Me despido recordándote que desde Yo Elijo Cuidarme ofrecemos un servicio de nutrición online totalmente gratuito con asesoramiento experto.

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