El verano: hidratación fundamental cuando calienta el sol

El verano está llamándonos a la puerta y aunque no lo parezca, en breve comenzarán a subir las temperaturas, desaparecerán las tormentas primaverales y llegarán primero las ansiadas vacaciones para los más peques y después para nosotros, que tras un año duro, los días de descanso nos vendrán muy bien.

Estos primeros meses han sido difíciles y nos hemos dado cuenta de la importancia de un cambio en nuestras rutinas. El tiempo pasa a tal velocidad que no lo disfrutamos como deberíamos. El cuerpo y la mente nos piden cuidados a gritos y por eso, y aunque ya hemos hablado de ello en nuestra operación salud (able), hoy recordaremos algunos de estos consejos y añadiremos otros.

  1. El verano te pide una dieta más fresca, más verduras y frutas variadas. Ensaladas, cremas frías y macedonias. Lava bien todas las frutas y verduras.
  2. El ejercicio si lo vas a hacer en el exterior o a última hora del día o a primera, nunca en las horas centrales. El calor del verano puede darte un buen golpe.
  3. El sol, siempre con protección, crema solar, sombrero o gorro para la cabeza y ropas con telas ligeras: linos, o algodones finos.
  4. El descanso, es fundamental durante todo el año tanto para nuestro estado físico como para nuestra salud mental. El cuerpo lo necesita y durante el período estival más. Aunque nos acostemos más tarde, procura dormir entre seis y ocho horas y si puedes regalarte alguna siesta no muy larga, tu cuerpo te lo agradecerá.
  5. La hidratación. Si siempre es importante beber agua durante el verano lo es más todavía. Nuestro cuerpo consume el doble de líquido que durante el invierno.

¿Y nuestras fosas nasales? Pues nuestras fosas nasales se resecan con mucha más frecuencia, el aire que respiramos contiene más polvo en suspensión que entra por los orificios nasales a nuestro cuerpo, por eso durante los meses de más calor es importantísimo una limpieza e hidratación nasal adecuados.

Límpiala con frecuencia con un pañuelo de papel y utiliza Sterimar todas las veces que lo necesites para limpiar las partículas que se quedan pegadas a las paredes internas y para hidratar. Ya sólo nos queda recomendarte que disfrutes de los baños en el mar porque las abuelas cuando decían que el mar era salud, tenían mucho de razón.

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