Tipos y beneficios de la grasa de la leche

Los lácteos son parte de nuestra dieta diaria desde que somos pequeños. Pero ¿hacemos bien en seguir consumiendo productos con toda la grasa de la leche cuando somos adultos? Desde Yo Elijo Cuidarme te contamos la verdad sobre este asunto.

La leche es un alimento con gran valor nutricional que está formada por proteínas de alto valor biológico, carbohidratos, vitaminas y minerales. Además es la principal fuente de calcio y de grasas.

El 99% de la grasa de la leche está formada por lípidos que a su vez están formados por:

• Triglicéridos en un 97%.
• Lípidos simples, lípidos complejos y ésteres de colesterol, en un 2%.

El 1% restante de la grasa de la leche lo componen el colesterol, ácidos grasos libres, vitaminas liposolubles y pigmentos.

¿Tiene beneficios la grasa de la leche?

Aunque su composición puede asustarnos haciéndonos pensar en obesidad, colesterol o enfermedades cardiovasculares, lo cierto es que la leche y su grasa tienen muchos beneficios.

Por ejemplo, la grasa de la leche:

• Es vehículo de vitaminas liposolubles (A, D, E y K), que están asociadas a ella.
• Es parte de la estructura celular y la encontramos en sus membranas.
• Es una importante fuente de energía. Por cada gramo de grasa, obtenemos 9 kilocalorías de energía.
• A nivel metabólico, interviene en los procesos de síntesis de hormonas.
• A nivel fisiológico, participa en la propagación del impulso nervioso.
• Actúa como precursora para la síntesis de compuestos anti y proinflamatorios.
• Las grasas aportan ácidos grasos esenciales, importantes porque el ser humano no puede sintetizarlos.
• Estos ácidos grasos son el linoleico y el α-linolénico, fundamentales para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso y la retina. También forman parte del tejido adiposo, cuya función es mantener el calor, proteger contra el frío y fijar y proteger órganos internos.
• Aunque el contenido de ácidos grasos de la leche es bajo, se ha encontrado que tienen propiedades antibacterianas y antivíricas (ácido butírico y caproico), antitumorales (ácido butírico), anticolesterolémicas (ácido esteárico, oleico y linoleico).

Como ves, a pesar del debate que ha suscitado el consumo de lácteos debido a su contenido en grasa, lo cierto es que la grasa de la leche es muy beneficiosa para la salud.

¿Qué leche escoger?

Todos los tipos de leche tienen grasa: la leche entera, semidesnatada y desnatada. En lo que se diferencia es en el porcentaje: 3 %, 1,5 % y 0,5 %, respectivamente.

Entonces, la pregunta es: ¿por qué leche debemos optar? Analicemos cada una de ellas.

Leche entera

La leche entera es la que conserva toda su grasa, por lo que es la menos apreciada y la menos consumida. Esto se debe al temor por engordar y querer mantener el peso.

Además, también se suma la idea lanzada por la comunidad científica de que la leche entera es uno de los alimentos causantes de las afecciones cardiovasculares asociadas con el colesterol.

De ahí que la industria lanzara al mercado variedades con menos grasa de la que contiene de forma natural. Esta iniciativa, como hemos visto en el consumo, fue muy bien acogida por el público, a pesar de que las desnatadas son menos densas y resultan bastante insípidas.

Una ventaja de la leche entera respecto a las desprovistas de grasa es que contiene ácido omega-3, el cual es imprescindible para que el organismo absorba de manera eficaz la vitamina D, básica para el tratamiento de la osteoporosis, y también para mejorar el sistema inmunitario.

Un vaso de leche entera tiene 183 mg de omega-3 frente a los 2,5 mg de la desnatada y 9,8 mg de la semidesnatada. ¡Una diferencia abismal!

Leche semidesnatada

La leche semidesnatada es la más vendida en España, con un 47 % del total.

Esta es un intermedio entre lo que muchos definen entre una ‘leche grasosa’ y una ‘leche aguada’, refiriéndose a la entera y la desnatada respectivamente.

Es lo que podemos considerar como el punto intermedio, motivo por el que es la más elegida.

Leche desnatada

El 28 % de la población optan por la leche desnatada. Desde un punto de vista nutricional, la leche desnatada es igual a la leche entera, tan sólo difiere en su menor contenido en grasa y en vitaminas liposolubles (A, D y E).

La leche desnatada se obtiene industrialmente mediante un proceso de centrifugación durante el procesado de la leche. El centrifugado permite la separación casi instantánea de la grasa y el resto de componentes de la leche.

En esta operación de desnatado se extraen, junto con la grasa, las vitaminas disueltas en la misma, por ello, prácticamente todas las leches parcial o totalmente desnatadas que se consumen hoy en día vienen enriquecidas con dichas vitaminas.

La leche desnatada proporciona la misma cantidad de nutrientes como proteínas, calcio, hidratos de carbono y azúcares que la entera.

Su contenido en agua es muy similar al de la leche entera, de ahí que sea erróneo el pensar que “la leche desnatada es toda agua”. Lo que ocurre es que la grasa influye significativamente en su palatabilidad y, al reducir o suprimir su contenido, esto repercute en su sabor y consistencia, siendo estos diferentes a los de la leche entera.

Se puede decir que, al ser más ligeras, tiene un menor efecto saciante, por lo que se corre el riesgo de acabar consumiendo más.

Conclusiones sobre la grasa de la leche

Podemos llegar a la conclusión de que los antiguos estudios que aseguraban que la leche entera era menos saludable ya que aportaba colesterol, principalmente del malo, se están viendo desmentidos por nuevas investigaciones y estudios científicos que sostienen ideas opuestas.

Por lo cual la leche entera se vuelve a recomendar como uno de los alimentos más completos que existen y con más ventajas que aquellas tratadas para reducir la grasa.

El secreto para tener hábitos de alimentación saludables es el equilibrio. Podemos comer todo tipo de alimentos, incluida la grasa de la leche, si nuestra dieta es equilibrada. ¿No sabes cómo hacerlo? Pues te animamos a hablar con nosotros a través de nuestro Servicio Gratuito de Nutrición Online, donde nuestros nutricionistas te ayudarán a comer de manera saludable. ¡Incluso tomando leche entera!

Ayúdanos a desmentir los mitos y afirmaciones que durante años se han hecho sobre la leche entera compartiendo este artículo en tus redes sociales.

Nosotros, por nuestra parte, ya vamos a por nuestra leche entera al súper para disfrutar de todas sus ventajas, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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