¿Es lo mismo comer fruta fresca que fruta deshidratada?
Hay quienes creen que la fruta fresca y la fruta deshidratada o seca tienen las mismas propiedades y no hay diferencias. ¿Es eso cierto? ¡Desde Yo Elijo Cuidarme te desvelamos el secreto!
La fruta fresca son los frutos comestibles que dan las plantas cultivadas o que también nos encontramos de forma silvestre. La mayor parte de las veces hablaremos de la fruta perteneciente a la de los árboles frutales, del que recogeremos fruta fresca como las manzanas, las peras, los melocotones, los higos, los albaricoques, o las uvas, entre otros.
También hablaremos de arbustos frutales, que recogen fruta como las frambuesas, los arándanos o las zarzamoras. Y, por último, de las plantas herbáceas frutales, con frutas como las fresas, o los plátanos.
En cualquiera de los casos, la fruta fresca es un rico manjar con propiedades y multitud de beneficios para el organismo.
Características y virtudes de la fruta fresca
La fruta fresca posee un alto porcentaje de agua, y también de fibra, cosa que nos proporciona hidratación para el organismo y una ayuda extra para el tránsito intestinal de nuestro aparato digestivo.
El aporte calórico es bajo, por lo que es un complemento ideal para la pérdida de peso, además de aportar un altísimo contenido en vitaminas y minerales, tan importante para conseguir un buen y correcto funcionamiento del organismo.
Podríamos decir que la mayoría de ellas no tienen un alto contenido en grasas saturadas, pero que sí algunas de ellas, como los frutos secos o el aguacate, aportan un elevado contenido en ácidos grasos esenciales.
A la hora de un buen aporte de energía, también son una opción más que saludable, ya que tienen un elevado contenido en hidratos de carbono de rápida asimilación, por lo que antes de un entrenamiento son de las primeras opciones a tener en cuenta para obtener el mayor rendimiento en el deporte.
La fruta fresca contiene muchas propiedades para nuestro organismo y un bajo nivel calórico. Share on X¿En qué se diferencian la fruta fresca de la fruta deshidratada?
La diferencia entre la fruta fresca y la fruta deshidratada se basa en su composición o contenido en agua. Por lo general, podemos decir que se trata de fruta deshidratada cuando vamos a encontrar un contenido en agua por debajo del 50 %, mientras que en la fruta fresca este nivel se eleva por encima del 80 % como mínimo, incluso alcanzando hasta el 95 % de contenido en agua.
Otra diferencia importante es que la fruta fresca la vamos a consumir en un período de tiempo casi inmediato a su recolección o a los pocos días como mucho, sin ningún tipo de preparación específica o cocinado.
La enorme diferencia entre la fruta fresca y la fruta deshidratada es su contenido en agua, siendo mucho menor el de la segunda. Share on XLa fruta seca, por su parte, podemos encontrarla, bien por un proceso de desecación artificial, como sería el caso de las frutas deshidratadas, por ejemplo, o bien de forma natural, como sería el caso de los frutos secos, que se encuentran con un contenido por debajo del 50 % en agua. Por ejemplo, las nueces, las avellanas y otros. En este caso se trata de fruta seca menos perecedera.
En el caso de la fruta seca por desecación artificial es importante que tengamos en cuenta que el tamaño de la fruta se ve reducido por el proceso de calor que requiere la desecación. Se consigue reducir su peso hasta un 20 %.
Es por eso por lo que es de menor tamaño, pero también conlleva una mayor concentración de sus nutrientes. Esta concentración de los nutrientes produce que el sabor de la fruta deshidratada sea mucho más dulce que el de la fruta fresca, ya que conseguimos una mayor concentración de los azúcares, pues al quitar el agua, conseguimos que haya más hidratos de carbono por gramo de alimento.
Este dato es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de elaborar nuestros platos diarios y su aporte calórico, ya que si una pieza de fruta fresca, de unos 100 gramos nos aportaran 60 kilocalorías, la misma cantidad de fruta deshidratada aportará mucha más cantidad de kilocalorías por la concentración de los nutrientes. Es por ello que debemos vigilar las cantidades de fruta seca que ingerimos. Sobre este punto, en otro artículo hablamos de los mitos de la fruta.
Si hablamos de las diferencias de las vitaminas que vamos a encontrar entre la fruta fresca y la fruta deshidratada podemos hacer hincapié en que ambas dos sí que aportarán vitaminas, pero que en el caso de la fruta fresca las vitaminas hidrosolubles sí que se van a mantener, ya que para estar presentes y mantenerse activas, necesitan el agua. La fruta deshidratada, por su lado, por la acción de la desecación y el calor, al darse esa pérdida de agua, se pierden las vitaminas hidrosolubles. Hablamos de las vitaminas del grupo B y de la vitamina C.
¿Cómo podríamos decir cuál de las dos es mejor si básicamente son iguales a diferencia del contenido en vitaminas hidrosolubles?
Dependiendo de la situación y el momento en que necesitemos ingerirla, puede ser más adecuada una u otra opción. Ambas son apetecibles, pero siempre es preferible dar prioridad a la fruta fresca que no tiene ningún tipo de procesamiento.
Ambas opciones son apropiadas y la elección entre fruta fresca y fruta deshidratada dependerá del momento en el que queramos consumirla. Share on XEs importante priorizar la ingesta diaria de fruta fresca por el aporte de vitaminas del grupo B y la vitamina C para asegurarnos de conseguir los niveles requeridos por nuestro organismo de vitaminas hidrosolubles.
Las recomendaciones de los expertos se centran en tres piezas como mínimo al día, que además deben ingerirse las piezas enteras, no en zumos, para obtener el aporte de fibra que necesitamos diariamente.
Así que una buena distribución para cubrir esta recomendación va a ser tomar una pieza de fruta después de las principales comidas, por ejemplo, y dejar la fruta deshidratada, que va a ser un snack perfecto para una media mañana o un tentempié saludable entre horas. Una buena idea sería un puñado de frutos secos, por ejemplo, acompañado de un lácteo o una bebida vegetal.
Recordemos también que, al tratarse de una fruta deshidratada, sus condiciones de conservación no requieren de características específicas, por lo que va a ser mucho más cómodo llevarlas con nosotros.
Cuando tengamos que decidir entre fruta fresca o fruta deshidratada, la opción más saludable será la fresca, ya que no tiene ningún tipo de procesamiento y contiene menos azúcares. Share on XDesde Yo Elijo Cuidarme os animamos a que consumáis estos dos tipos de fruta a diario, tanto la fresca, cómo la deshidratada. Eso sí, siempre priorizando la fruta fresca por su contenido en vitaminas hidrosolubles y también teniendo en cuenta limitar las cantidades para no excedernos en el aporte de las kilocalorías a la hora de elegir la fruta deshidratada. ¡A disfrutarlas!
Y para lograr que los más pequeños también coman fruta fresca con facilidad, en otro artículo damos algunas recetas para comer fruta de forma divertida.
¡No olvides compartir este post con tus contactos en las redes sociales para que sepan todos los detalles y diferencias entre la fruta fresca y la fruta deshidratada! Y recuerda que podemos ayudarte a tener una dieta equilibrada desde nuestro Servicio de Nutrición Online gratuito. ¡Te esperamos!
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