¡Di adiós a la Grasa Abdominal acumulada bajando el Cortisol!

Cortisol: el culpable de tu acumulación de grasa abdominal

El cortisol, la conocida hormona del estrés, puede ser la culpable de la grasa abdominal acumulada. ¿Cómo bajar sus niveles y terminar con esa grasa de una vez por todas?

El cortisol se denomina la hormona del estrés. Se trata de una hormona esteroide producida en nuestras glándulas suprarrenales que desempeña un papel fundamental en funciones importantísimas de nuestro organismo, como pueden ser, la regulación del metabolismo, la respuesta que expresamos frente al estrés o una importante función inmunológica.

Por tanto, se puede definir como una hormona fundamental pero que, sin embargo, si mantiene sus niveles elevados en el tiempo, se producen efectos perjudiciales para la salud. Numerosos estudios muestran la relación directa entre la obesidad y los niveles altos de cortisol en ambos sentidos: la obesidad aumenta los niveles de cortisol y al mismo tiempo, los niveles altos de cortisol contribuyen al aumento de peso y una mayor predisposición a sufrir obesidad.

En este artículo vamos a discernir cómo podemos evitar ese exceso de cortisol, que contribuye al acúmulo de grasa abdominal o en otras zonas de cuerpo, para tener tanto el estrés a raya como para alcanzar un objetivo normopeso.

Aunque el cortisol es necesario, los niveles excesivos pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud, comenzando por la acumulación de grasa. Compartir en X

Cortisol y la acumulación de grasa abdominal

La importancia de controlar el exceso de cortisol es que nos genera problemas graves de salud, pues este y la obesidad se relacionan directamente con enfermedades metabólicas como puede ser la Diabetes Mellitus Tipo II, o enfermedades cardiovasculares.

Pero no solo a nivel físico, sino que emocionalmente puede desencadenar problemas psicológicos graves, como la ansiedad o la depresión. Y todo ello, irremediablemente, influye en nuestra calidad de vida.

Pero, ¿cómo puede una hormona hacer que engordemos? Porque sus mecanismos confunden a nuestro organismo de distintas maneras:

Aumento del apetito

El cortisol ejerce un efecto directo sobre el apetito, provocando una mayor apetencia por aquellos alimentos con más aporte calórico, aquellos más ricos en grasas y azúcares que, obviamente, acaban por provocar un aumento de peso.

En otro artículo detallamos la diferencia que hay entre el hambre y el apetito.

Alteración del metabolismo

El cortisol causa cambios en nuestro metabolismo, por ejemplo, en cómo nuestro organismo procesa los carbohidratos, grasas y proteínas, ya que proporciona un mayor almacenamiento de grasa, además, especialmente en la zona abdominal.

También se genera en nuestro organismo una menor capacidad para quemar calorías, por lo que nuevamente, contribuye a un aumento de peso.

Si quieres saber más, en otro artículo te explicamos cómo acelerar el metabolismo y bajar de peso.

Menos masa muscular

Largos periodos de cortisol elevado en nuestro organismo provocan la degeneración del músculo, haciendo que se produzca una disminución del metabolismo basal, ya que se queman menos calorías en estado de reposo, lo que finalmente conlleva a un aumento de peso.

Resistencia a la insulina

Dado que los niveles elevados de cortisol en nuestro organismo por tiempo prolongado contribuyen a cambios en nuestro metabolismo, esto hace que nuestras células del organismo se vuelven menos sensibles a la insulina, que es la hormona encargada de regular los niveles de glucosa en sangre.

El cortisol influye más que simplemente acumular grasa, pues provoca cambios en nuestro metabolismo y otras zonas del organismo. Compartir en X

Cortisol: el culpable de tu acumulación de grasa abdominal

Cómo regular el cortisol y evitar la grasa acumulada

En este punto, ya hemos aprendido la importancia que tiene manejar nuestro estilo de vida. Estamos sometidos a un ritmo frenético por el trabajo, nuestros hogares, y la multitud de tareas añadidas a nuestra vida moderna actual, que al final se resume en las muchas horas de trabajo, a una vida sedentaria, a sentir que no llegamos a atender como debemos a familia, hijos, amigos, tiempo para nosotros, e incluso a no cumplir nuestras horas reglamentarias para tener un sueño reparador.

Estamos sometidos a estrés tanto psicológico como emocional, provocando esos niveles de cortisol elevado en nuestro organismo y, con ello, toda la alteración relacionada con los niveles elevados de cortisol.

El estrés es el principal culpable de que los niveles de cortisol suban y se nos acumule grasa en el cuerpo, además de otras enfermedades. Compartir en X

Como hemos visto a lo largo de este artículo, controlar el estrés y evitar así los niveles excesivos de cortisol, es fundamental para mantener una buena salud, tanto física como emocional. La pregunta es: ¿cómo hacerlo? Siguiendo estos sencillos consejos:

Técnicas de relajación

Mediante técnicas de relajación como pueden ser la meditación, el yoga, actividades al aire libre, técnicas específicas para la respiración, que nos ayuden a mantener los niveles de cortisol al mínimo y consigamos reiniciar los niveles de estrés.

Ejercicio

La práctica de ejercicio regular, incluso de conocidos ejercicios antiestrés, no solo nos va a ayudar a mantener el cortisol a raya, sino que además va a provocar que nuestras células vean alteradas la sensibilidad a la insulina.

Alimentación saludable y equilibrada

Ya es archiconocido que los menús semanales deben ser ricos en alimentos ideales para controlar el estrés: alimentos frescos de temporada, integrales, bajos en azúcares y grasas saturadas, ya que van a contribuir de forma positiva a mantener tanto los niveles de cortisol como los niveles de insulina en su rango normal para así evitar los efectos negativos asociados a ambos dos.

Sueño reparador y de calidad

El sueño reparador es un pilar fundamental para mantener las hormonas del estrés en una situación equilibrada y obviamente para un correcto funcionamiento de nuestro organismo.

A modo de reflexión, creemos de vital importancia encontrar las técnicas para abordar el estrés de la mejor manera posible, y así evitar los efectos hormonales relacionados con la obesidad por el acúmulo de grasa al que se asocia.

También, no debemos olvidar adoptar un estilo de vida saludable que recoja los consejos de este articulo para contribuir de forma positiva sobre los niveles cortisol.

Y no menos importante, buscar asesoramiento con tu equipo de profesionales de confianza para poner en práctica todo aquello que nos mantenga el cortisol a raya y nos permita una óptima calidad de vida. Como, por ejemplo, en nuestro Servicio de Nutrición Online totalmente gratuito, desde donde podremos ayudarte de forma personalizada con tu alimentación.

¡Y no olvides compartir este post con tus contactos en las redes! Nosotros ya hemos comenzado con estos consejos sencillos y prácticos para controlar nuestro cortisol, porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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