¿Qué alimentos comer cuando hay algún tipo de anemia?

Si la alimentación es importante siempre, al sufrir anemia, se debe contar con una dieta adecuada que nos aporte los alimentos y nutrientes necesarios, ¿cómo lograrlo?

La anemia es un mal común que afecta a un gran número de la población, incluido niños. Un descuido en la alimentación puede provocar algunas deficiencias que la hagan aparecer.

Aunque no es una afección grave si se trata a tiempo, estas carencias pueden provocar otros problemas serios en la salud. De ahí que sea necesario tratar de erradicar la anemia con los alimentos adecuados para ello.

¿Qué es la anemia?

Pero, ¿qué es la anemia? Se define como una disminución de glóbulos rojos o hematíes, en la sangre o en los niveles de hemoglobina, respecto a los valores normales. La función que los glóbulos rojos tienen es transportar oxígeno de los pulmones a cada una de las células del organismo.

Este oxígeno se transporta en el interior del hematíe unido a la hemoglobina. La reducción de hematíes puede verse provocada por distintas razones. Estas son las principales:

• Por una falta de hierro en el organismo, este no produce suficientes glóbulos rojos. Es lo que se conoce como anemia ferropénica.
• Por déficit de Vitamina B12, una vitamina que desempeña un papel importante en la producción de glóbulos rojos.
• Por déficit de ácido fólico, conocida como anemia megaloblástica. Si la alimentación no aporta la cantidad suficiente de este nutriente, los glóbulos rojos aumentan su tamaño de forma anormal, lo que impide el transporte apropiado del oxígeno. Junto con la ferropénica es el tipo de anemia más conocida y común.
• Hay un trastorno en la maduración de los glóbulos rojos que ocurre en la médula ósea donde se forman. A este tipo de anemia se le conoce como anemia plástica.
• En otro caso, los glóbulos rojos se destruyen o pierden con mayor velocidad. Esto podría estar causado por pérdidas de sangre abundantes, hemorragias.

¿Cómo saber si tienes anemia?

La anemia lleva adheridos unos síntomas muy claros que te permiten determinar si, en tu organismo, se está sufriendo una bajada de glóbulos rojos. Por ejemplo:

1. Cansancio intenso. Tanto que es imposible realizar las actividades diarias con fluidez.
2. Sueño. El cansancio que provoca la pérdida de glóbulos puede hacer que la persona que sufre anemia tenga sueño a todas horas del día, sin importar lo que esté haciendo.
3. Palidez en las mucosas y las uñas. Se comienzan a poner blanquecinas y es posible que incluso aparezcan algunas manchas de color pálido bajo las uñas.
4.  Valores de hemoglobina bajos, en un análisis de sangre, puede ser otro síntoma de que el paciente sufre anemia.

En lo que se refiere a un diagnóstico médico, ciertos valores indican de forma muy clara si sufrimos anemia y tenemos que comenzar a llevar una dieta saludable y alimentación adecuada.

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• Hemoglobina. En hombres adultos, una hemoglobina normal se sitúa entre los 13,8 o 14 y los 17,2 g/dl. En mujeres entre 12,1 y 15,1 g/dl.
• Ferritina. Supone el principal depósito de hierro en el hígado, bazo y médula ósea. Hablamos de deficiencia cuando, en hombres, hay niveles por debajo de 12-15 ng/ml y en mujeres de 10 ng/ml. (Ng – Nanogramo).
• Hierro sérico y capacidad de fijación de hierro. Este hierro está unido a la transferrina. Los niveles normales en hombres es entre 70 y 180 µg/dl. En mujeres entre 60 y 180 µg/dl. (µg – Microgramo).
• Transferrina: Procede de la síntesis hepática y debe estar en niveles entre 25 y 35 %.

Alimentos para los distintos tipos de anemia

Como vemos, entre las causas de la anemia, juegan un papel fundamental el hierro, la Vitamina B12 y el ácido fólico.

Cualquier tipo de anemia está provocada por una carencia de alguno de estos elementos. Por suerte, se pueden obtener a través de la alimentación, y así sentirnos mejor y decir adiós a la anemia para siempre.

Hierro

La anemia, sobre todo la ferropénica, es fácil de tratar con cambios en la dieta, aunque a veces también podrían ser necesarios suplementos de hierro.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todo el hierro que se ingiere es absorbido. La vitamina C, por ejemplo, se convierte en un aliado perfecto para la absorción de hierro, mientras que los lácteos pueden impedirla o reducirla.

Hay dos tipos de hierro; el hierro hemo y el hierro no hemo. El hierro hemo nos lo aportan los alimentos de origen animal y el hierro no hemo los alimentos de origen vegetal. El hierro no hemo tiene peor absorción.

Dieta para la obtención de hierro

Hay que disminuir o evitar el consumo de alimentos que contengan ácido oxálico, como las espinacas, y también los que contienen taninos, como el café y el té, ya que dificultan su absorción.

Los cereales integrales contienen más hierro que los cereales refinados, aunque no conviene abusar de ellos ya que poseen filatos que también obstaculizan la absorción de este mineral.

Siempre se ha conocido a las legumbres como una fuente importante para la obtención del hierro, pero hay que tener en cuenta que, el hierro de estas, pertenece al grupo no hemo y es necesario añadir vitamina C para mejorar su absorción.

Por eso, después de un plato de legumbres, se debe ingerir una naranja o kiwi que nos aporta vitamina C en cantidades elevadas.

Los frutos secos y las semillas también nos aportan cantidades elevadas de hierro de fácil asimilación.

Vitamina B12

En la anemia por déficit de vitamina B12, o fallo en la absorción de esta, se debe aumentar su ingesta a través de la alimentación. En ocasiones también se puede hacer necesario utilizar suplementos de esta vitamina.

La vitamina B12 se encuentra en los alimentos de origen animal: hígado, riñones, carnes y derivados como patés, leche, huevos, pescados. Pero también en cereales de avena y maíz.

Ácido fólico

Para terminar, hay que mencionar que un aporte de ácido fólico también es esencial para que no aparezca la anemia megaloblástica.

También se le conoce como vitamina B9 y se encuentra en mayor concentración en los alimentos vegetales, por lo que su ingesta depende en gran parte del consumo que se haga de este tipo de productos, especialmente de los ingeridos en forma cruda, como las ensaladas.

Del mismo modo, podemos encontrarla en frutas, como melón o plátano, en algunos frutos secos y legumbres, como habas y judías.

El alcohol, los barbitúricos y los antiácidos son algunos de los elementos que empeoran la absorción de ácido fólico, mientras que la vitamina C colabora en el mantenimiento del ácido fólico. Por lo tanto, también es conveniente el aporte de cítricos y vegetales preferiblemente crudos que son ricos en esta vitamina.

Ahora ya conocemos los alimentos más adecuados para evitar la anemia, aunque es necesario hacer el inciso en que en los casos más graves puede ser necesario complementar la dieta con la toma de suplementos e incluso a veces, realizar transfusiones de sangre.

La anemia y su dieta adecuada no es un tema que muchos conozcan. ¡Comparte esta información en las redes sociales para que tus amigos y familiares la conozcan!

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