La patata, ¿Es buena o mala? ¡Nuestros expertos te dan la respuesta!

¿Es la patata buena o mala? De ser repudiada a ser recomendada

Aquellos que luchan con unos kilos de más siempre se han visto ante la tesitura de si comer o no patata. Este es uno de los ingredientes que endocrinos y nutricionistas marcaban como primero en la lista de alimentos que no se pueden consumir en una dieta. ¿Acertado o equivocado?

No se nos ocurre mejor manera de comenzar este artículo que con un “ufff… ¡qué buena está, qué riquísima que sabe, es todo un manjar!”.

La patata es un tubérculo que lleva muchos años formando parte de nuestra cultura culinaria. Podría decirse que se trata de un alimento supercompleto y especialmente nutritivo que ha tenido la mala fortuna de catalogarse por vox populi que es un alimento muy calórico.

Contradictoriamente a lo que se supone, la patata es un alimento especialmente versátil, muy sabroso y nada que objetar con respecto a su valor nutritivo. No solo es un alimento especialmente válido, sino que, además, en procesos de pérdida de peso, es un aliado perfecto. Curioso ¿verdad?

Durante años nos han eliminado la patata de la dieta porque era mala, pero los expertos ahora tienen otra teoría sobre este tubérculo. Share on X

El origen de la patata y cómo supimos de sus nutrientes

El origen de la patata es cuanto menos interesante. Su nombre originario es papa, y los españoles pasamos a denominarla patata porque nos generó confusión su similitud con el boniato o batata. Es entonces cuando adoptamos el término de patata, en lugar de papa.

Los españoles la descubrimos allá por el siglo XV al llegar a América en una expedición impuesta por los Reyes Católicos a Cristóbal Colón. Pronto son conscientes del poder alimenticio de este tubérculo y comienzan a introducirlo en sus barcos de expedición por su fácil conservación para alimentar a sus marineros. Años posteriores ya podían observarse algunos cultivos de patatas, pero no es hasta el siglo XVIII que se cultiva este alimento a gran escala gracias al farmacéutico y gastrónomo Antoine Parmentier. Incluso tuvo un uso antes como planta decorativa que como alimento.

Si nos paramos a pensarlo un momento, la patata es un gran aliado de nuestra alimentación, pero es que, además, lo es del resto de las culturas culinarias que nos rodean. Estamos hablando de cinco continentes y toda una amplia variedad de tipos de patata a lo largo del mundo. Interesante ¿no? Existen cientos de recetas disponibles para disfrutar de este buen alimento.

Ya no cabe duda de que la patata es buena, pues es reconocida por su sabor y sus nutrientes en todo el mundo. Share on X

¿Por qué ahora los expertos dicen que la patata es buena?

Entre los motivos por los que podemos destacar la patata como alimento recomendado por expertos son numerosos. Aquí os recogemos algunos de ellos:

Tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B

Como ya sabemos, las vitaminas y en especial las del grupo B, se encuentran en cientos de reacciones metabólicas de nuestro organismo y contribuyen de forma general a que haya un buen funcionamiento.

Está cargadas de vitamina C

¡Qué decir de la vitamina C que no sepas ya! Se trata de un antioxidante superpotente que nos va a fortalecer el sistema inmune y que se encuentra entre otras tantas reacciones en nuestro organismo que son esenciales.

Patatas, beneficios y nutrientes ¿son buenas o malas?

Tiene un alto contenido en potasio

Este mineral interviene en multitud de reacciones y ejerce funciones principales tanto a nivel del corazón como del riñón. Entre otros minerales más también encontramos magnesio y hierro, ambos imprescindibles para nuestro organismo.

La patata es uno de los tubérculos con mayor cantidad de minerales. ¡Nadie puede decir que la patata sea mala! Share on X

Nos aporta una cantidad de energía considerable

Esto es por su riqueza en hidratos de carbono, especialmente debido al almidón. De aquí viene su mala reputación en los procesos de pérdida de peso o como alimento especialmente calórico.

Nada más lejos de la realidad, ya que 100 g de porción comestible de patata nos aportarán aproximadamente en torno a 80 kilocalorías, de los cuales tan sólo 18 gramos son hidratos de carbono, con además un alto porcentaje de agua y también de fibra.

Lo que ocurre en realidad es que se ha usado mal el significado de índice glucémico en este caso, con el de carga glucémica. Esto se debe porque al cocer la patata, su alto contenido en almidón se hace biodisponible y se traduce en que se rompe en moléculas más pequeñas que son azúcares y se absorben más rápidamente.

No tienen gluten

Es un ingrediente perfecto para aquellos que necesiten menús especiales para celíacos, quienes podrán contar con este alimento como esencial.

La patata tiene muchos beneficios especialmente para los celiacos, ya que no contiene ni una gota de gluten y puede convertirse en ingrediente primario de su dieta. Share on X

Está libre de grasa

Será también un alimento de elección en aquellos menús dónde debamos controlar la ingesta de grasas, como en el caso de colesterol alto, o triglicéridos altos.

Es saciante

No hay duda de que es uno de los alimentos que debemos incorporar en nuestra alimentación básica, ya estemos en un proceso de pérdida de peso, o bien, porque queramos adquirir hábitos de vida saludables.

Su capacidad saciante es realmente extraordinaria si se cocina adecuadamente, de ahí que se recomiende específicamente en procesos de pérdida de peso.

Una curiosidad: ¿Sabías que una patata es hasta 7 veces más saciante que un pastel? Por eso es tan importante introducirla en nuestra alimentación, porque es un alimento que nos deja satisfechos, y a la hora de comenzar un proceso de pérdida de peso, la saciedad puede ser de gran ayuda para bajar los kilos de más.

La piel de la patata también tiene nutrientes

Sobre la piel podemos encontrar algunas opiniones enfrentadas, pero te diremos que es donde se encuentra su mayor aporte de fibra y de vitamina C. Eso sí, si las vamos a usar con piel, debemos lavarlas con mucho esmero para eliminar cualquier resto de tierra, abono o compuesto químico que pudiera llevar.

Ayudan a nuestra microbiota

Otro dato importante es su aporte a nuestra microbiota, por lo que denominamos el almidón resistente. Se trata del proceso por el cual tras cocer una patata y dejarla enfriar, se modifica la estructura de este almidón nuevamente y ya no es tan biodisponible.

Gracias a este proceso, controlamos el aporte de estos hidratos de carbono de rápida absorción y además ejercen una acción beneficiosa para nuestro intestino.

La piel de la patata es buena por su elevado contenido en fibra, además de que ayuda con nuestra microbiota intestinal. Share on X

Dicho todo esto creo que es importante que resumamos que este delicioso tubérculo debe introducirse en nuestra alimentación como prioritario, pero que es igual de importante conocer el proceso de cocinado que vamos a elegir para tratarlo. Por ejemplo, una cocción al vapor nos aporta en torno a 75 calorías, mientras que, si la freímos, hacemos que se evapore el agua y se cambie por aceite, incrementando su aporte calórico muy considerablemente. Está claro que entonces cocida, ¿no? Y que, si además las dejamos enfriar, reducimos el aporte de carbohidratos y funcionan como probióticos.

Si quieres conocer algunos consejos más como este o que te demos recetas con patata, no dudes en contactar con nosotros a través de nuestro Servicio de Nutrición Online gratuito.

¡Y recuerda compartir este post con todos tus contactos en las redes para que coman tantas patatas como quieran sin cargo de conciencia!

Nosotros ya hemos apuntado en nuestra lista de la compra este tubérculo tan maravilloso, ¡porque ahora sabemos que la patata no es mala! Y, además, es que Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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