¿Cómo recuperar nuestra piel tras el verano?
¿Te ves la piel desmejorada después del verano? Si es así, no te preocupes. Recuperar y cuidar la piel tras las vacaciones y meses de verano es fácil siguiendo estos 7 sencillos consejos en la alimentación de nuestros expertos.
En verano nos gusta coger algo de color, con el buen tiempo pasamos más tiempo fuera de casa, vamos a la playa o a la piscina…. Estas situaciones hacen que nuestra piel se resienta. La forma en la que nos alimentemos, nuestro estilo de vida e incluso dónde vivamos, influye en el aspecto y la salud de nuestra piel.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, con una superficie de casi unos 2 m2. Es nuestra barrera protectora frente al medio que nos rodea y además mantiene la homeostasis, es decir, el equilibrio entre el exterior y el interior de nuestro organismo.
¿Por qué sufre la piel en el verano?
A pesar de ser el órgano que nos protege de los agentes externos, no le damos los cuidados que debemos. Como mucho, usamos alguna crema de noche para la piel, pero no siempre la limpiamos y cuidamos adecuadamente o no lo hacemos tan a menudo como deberíamos.
Además, eso no es todo, también se puede cuidar la piel desde la alimentación y desde la hidratación interna.
Como explicamos en el artículo sobre cómo preparar tu piel para el sol, hay que preparar la piel para el buen tiempo, y cuanto antes comencemos a hacerlo mejor. No dejarlo para el último momento porque, si no, no conseguiremos el efecto deseado. También, una vez hayamos pasado la época de más calor, debemos vigilar posibles signos que nos muestren si está o no saludable.
Son muchas las causas que provocan que debamos hacer un esfuerzo por recuperar la piel después del verano, como el sedentarismo o no beber suficiente agua. Share on XPara empezar, la mayor parte de la población no bebe toda la cantidad de agua que debiera, y eso se traduce en la aparición de piel seca, tirantez y malestar cutáneo.
Por otro lado, la piel sufre mucha deshidratación también por factores externos como la sequedad que produce la sal marina o el cloro de las piscinas.
No hay una cantidad concreta de agua que beber, dado que depende del clima, de la actividad física que hagamos e incluso de lo que solamos sudar, pero se suele recomendar entre 1,5 y 2 litros de agua al día, junto al agua que ingerimos a través de los alimentos. Pero eso sí, si notamos sequedad en la piel y en los ojos, puede que sea una señal de alarma de que no bebemos lo suficiente.
Y si hablamos de un estilo de vida sedentario y poca hidratación, estos factores también repercutirán en la aparición de celulitis. Una buena hidratación puede ayudar a paliar estos signos, además de los beneficios de una correcta hidratación para el resto del organismo. Como extra, la correcta ingesta de agua colabora en la eliminación de toxinas, se eliminan a través de diferentes órganos como los riñones, el hígado e incluso la piel a través de la sudoración.
Nos hidratamos a través de la ingesta directa de agua, que debe ser la fuente principal, pero además la ingerimos a través de infusiones, sopas, frutas y verduras.
Justo son las frutas y verduras, una fuente importante de vitaminas, minerales y fitoquímicos que también colaboran en la salud de nuestra piel, junto al resto de alimentos que consumimos diariamente.
¿Cómo cuidar la piel a través de la nutrición?
Como hemos mencionado, la alimentación juega un papel fundamental para cuidar la piel después del verano. Estos son algunos de los nutrientes fundamentales que te ayudarán a lucir una piel perfecta antes, durante y después del verano.
Vitamina C
La vitamina C está presente en los cítricos, los kiwis y en las verduras como los pimientos italianos.
Se le considera el antioxidante por excelencia, que ayuda a contrarrestar el daño que los rayos UV producen en la piel. Además, colabora en la producción de colágeno y elastina, dos proteínas que colaboran en dar estructura a la piel.
Betacaroteno
Presente en mayor medida en las frutas y verduras de tonos naranjas y amarillos, como en la zanahoria, la calabaza, la papaya, el mango, el melocotón,…. Y también en el brócoli y las espinacas.
Nuestro organismo lo utiliza para producir retinol, la forma activa de la vitamina A. Es un potente antioxidante, que nos protege frente a los radicales libres, evitando el envejecimiento celular.
Además, entre sus múltiples funciones, el retinol colabora en la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, lo que provoca que la piel se vea más firme e hidratada.
El licopeno y el betacaroteno ayudan a combatir radicales libres y a producir colágeno, lo cual aporta mayor salubridad a tu piel. Share on XLicopeno
Es de la misma familia que los betacarotenos, presente en verduras de color rojo como el tomate o la remolacha, y también se encuentra en el perejil.
Este carotenoide cada día está más de moda, de hecho, las cremas faciales con esta sustancia se han puesto de moda en los últimos años. Es un potente antioxidante, y varios estudios lo relacionan con la protección frente al daño oxidativo en la piel, lo que colaboraría en evitar el envejecimiento prematuro de la piel.
Vitaminas del grupo B
En estas vitaminas del grupo B cabe resaltar la vitamina B5 o ácido pantoténico, que lo podemos encontrar en el brócoli, en la yema de huevo, en el aguacate, en los lácteos, entre otros.
El ácido pantoténico está relacionado con la producción endógena de Coenzima Q10. La síntesis interna de Q10 se ve disminuida con la edad, con la exposición solar, así como con la ingesta de algunos medicamentos. Entre sus funciones está la protección frente al daño oxidativo ocasionado por la radiación ultravioleta.
Además, protege los fibroblastos (células que conforman la matriz de la piel), colaborando en el enlentecimiento de su envejecimiento, manteniendo la piel más tersa e hidratada.
Cualquier vitamina del grupo B te ayuda a recuperar la piel después del verano, pero la B5 la protege del daño oxidativo. Share on XPolifenoles
Son un grupo de sustancias químicas, presentes en las fresas, los arándanos, la granada, la remolacha, el tomate, los pimientos, las legumbres, los cereales integrales, los frutos secos, etc.
Los polifenoles tienen poder antiinflamatorio, antioxidante y colabora en la reparación del ADN, pero uno de sus beneficios más interesantes es su actividad fotoprotectora frente a la radiación solar.
Ácidos grasos omega 3
Los podemos encontrar en las nueces y en la grasa de los pescados azules.
Estos ácidos grasos esenciales tienen propiedades a varios niveles, pero en cuanto al cuidado de la piel, ayudan a la reparación de las membranas celulares que puedan estar dañadas, colaborando por ello a que nuestra piel sea más resistente a los daños ocasionados tanto por factores internos como externos. Además, tienen poder antiinflamatorio, reduciendo la inflamación de la piel e incluso las rojeces, mejorando su apariencia y su sensibilidad.
Los ácidos grasos cumplen su papel esencial al cuidar la piel después del verano por sus muchas propiedades. Share on XVitamina D
Podemos encontrar la vitamina D en alimentos como el pescado azul, la levadura, la yema de huevo, el hígado, el queso graso y los cereales fortificados, aunque es cierto que nosotros la obtenemos en mayor medida a través de la síntesis interna tras la exposición solar.
Diferentes estudios han observado que, cuando existe deficiencia de vitamina D, las personas con problemas en la piel presentan agravamiento de los mismos, como por ejemplo en el caso de la psoriasis, el acné o la rosácea. Esta relación se puede deber a que la vitamina D, entre muchas de sus funciones, colabora en el funcionamiento normal del sistema inmune.
La vitamina D es fundamental para cuidar la piel después del verano y tratar afecciones presentes en ella. Share on XEn resumen, para tener una piel sana, debemos cuidarla desde dentro y desde fuera. Es importante protegerla frente la acción de los radicales libres, que puede aumentar por hábitos inadecuados como una mala alimentación, el tabaco, el consumo de alcohol y por la exposición excesiva al sol.
Nuestra alimentación debe ser especialmente rica en alimentos ricos en nutrientes como los que hemos expuesto anteriormente, con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, de modo que ayudarán a la regeneración cutánea y a disminuir el fotoenvejecimiento. No olvides el cuidado externo, no te expongas al sol en las horas en las que la radiación es mayor, usa siempre protección solar adecuada (de hecho, todo el año) y pide consejo para usar el tratamiento más adecuado para tu tipo de piel, sobre todo si en verano la has maltratado.
Si quieres saber más, en otro artículo te explicamos cuál es la mejor alimentación según tu tipo de piel y los alimentos para luchar contra el envejecimiento de la piel.
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Y como ya has visto que la alimentación es fundamental para recuperar la piel después del verano, ¡te esperamos en nuestro Servicio de Nutrición Online gratuito! Te daremos trucos, consejos y recetas para llevar una dieta equilibrada que se refleje en tu piel. Nosotros ya hemos empezado porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?