¿Por qué deberías usar una crema de noche a cualquier edad?

No hay que esperar a que aparezcan manchas y arrugas para usar una buena crema de noche. Hacerlo a diario, cuida nuestra piel y le otorga un aspecto más terso y brillante.

El hecho de que existan tanto las cremas de día como las cremas de noche no obedece al mero capricho de la industria cosmética. Tiene su base científica. Desde Yo Elijo Cuidarme te lo contamos y te revelamos los ingredientes que debería contener tu próxima crema nocturna.

¿Por qué usar una crema de noche?

Un misterioso reloj interno gobierna nuestro organismo y el ritmo biológico de nuestra piel. Esto se sabe desde los años 70, cuando un científico inglés, llamado Bünning (1977), empleó por primera vez la expresión “reloj biológico”. Este biólogo descubrió que nuestras funciones fisiológicas se ejecutan con una periodicidad constante, día tras día.

En la actualidad, investigadores de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona también han constatado la existencia de este reloj biológico interno y han demostrado su relación con el envejecimiento y la predisposición al desarrollo de tumores.

¿Cuál es la función de este reloj biológico? La de poner en hora todas estas células madre y asegurar así nuestra adaptación al medioambiente.

Gracias a este descubrimiento se sabe que cada mañana, entre las 7 y las 8, secretamos un máximo de cortisol –hormona del despertar-, y gracias a esto nos despertamos.

Del mismo modo, a partir de las 20h empezamos a segregar melatonina –hormona del sueño-, y esto nos ayuda a entrar en modo off. También se sabe que cada célula y cada tejido del organismo tiene su propio biorritmo; y que para cada tarea –protección, reparación, renovación- hay asignado un horario distinto.

Así, por ejemplo, durante el día nuestras células, incluidas las cutáneas, se ocupan de defenderse, mientras que por la noche se renuevan, existiendo un pico de actividad máxima a las 3 o 4 de la madrugada. De ahí la importancia de usar una crema de noche para el cuidado de la piel. Pero ahondemos un poco más en el asunto.

¿Qué pasa exactamente por la noche?

Tal y como hemos dicho, a partir de las 20h nuestro nivel de melatonina, hormona que regula el ciclo del sueño, comienza a subir progresivamente hasta las tres de la madrugada, alcanzando su pico máximo a las cuatro.

En este proceso, nuestro organismo incrementa su actividad celular en un 300%. De hecho, dormir bien es la mejor cura de belleza que existe.

“Biológicamente, la noche es el mejor momento para cuidar la piel, ya que ella misma se activa para regenerarse. Cuando nuestra piel entra en modo nocturno tiene lugar un proceso revolucionario llamado catabolisis, reacción que comprende la reparación y purificación celular. También tienen lugar otras acciones como el drenaje de toxinas o la recuperación del pH”, explica la farmacéutica Esther Sansi.

Además, recientemente se ha descubierto que la melatonina tiene la capacidad de proteger el ADN celular de la contaminación en la piel provocada por el ambiente y los rayos UV. De hecho posee una capacidad más antioxidante que la vitamina C o la E. Ahora entenderás mejor por qué tu madre ha insistido toda la vida en que te acuestes pronto.

El momento máximo de producción de melatonina y de regeneración de la piel tiene lugar entre las 23h y las 4 de la madrugada. Tenlo en cuenta; a esas horas deberías estar durmiendo.

¿Qué diferencia un cosmético de día de uno de noche?

“A grandes rasgos la cosmética de día tiene el objetivo de hidratar la piel y proteger frente a posibles agentes externos dañinos (sol, contaminación). Incorpora SPF. Por el contrario, la crema de noche es regeneradora y reparadora del daño causado por el día y no lleva SPF”, resume la experta.

Pero hay más cosas que marcan la diferencia entre ambos, como por ejemplo los activos que contienen. “Nuestra piel no necesita lo mismo de día que de noche y los tratamientos nocturnos tienen formulaciones altamente concentradas en principios activos que recuperan las capas más profundas de la piel”, según Esther. Gracias a ello se puede combatir la flacidez y otros signos del envejecimiento.

¿Qué ingredientes debe contener tu crema nocturna?

Sabiendo lo importante que es frenar el envejecimiento de la piel con cremas nocturnas, es necesario que conozca los componentes más efectivos.

Los activos nocturnos presentes con mayor frecuencia en una crema de noche son:

Hidratantes

La temperatura cutánea aumenta durante el sueño y hace que se pierda agua y la piel se deshidrate.

“Pensar que es mejor no aplicar nada para que la piel respire es un error. Se trata de un organismo vivo y necesita comer –nutrición- y beber –hidratación-, independientemente del tipo de piel, incluso las pieles grasas lo necesitan”, advierte la farmacéutica.

De ahí la necesidad de hidratar y nutrir bien la piel antes de ir a dormir. En este sentido el ácido hialurónico es un activo que cumple a las mil maravillas estas funciones. “Contribuye a mantener la piel más firme y tiene un gran poder de hidratación. Eso sí, es importante que la fórmula posea distintos pesos moleculares –ácido hialurónico de alto y bajo peso molecular- tanto para quedarse en la superficie como para ser absorbido por las capas más profundas de la piel.”

Si tu piel tiene tendencia a producir sebo, opta por una crema de noche para piel grasa.

También merecen una mención las vitaminas del grupo B, sobre todo la B3 y la B5. La vitamina B3 en la piel ha demostrado ser más resistente a los agentes destructores de la barrera cutánea, como la contaminación, reduce enormemente el enrojecimiento de la piel y la irritación en las pieles reactivas. Y la vitamina B5 es muy humectante y también aumenta la resistencia de la barrera cutánea, fomentando la producción de colágeno, por lo que es ideal combinarla con ácido hialurónico.

Antioxidantes

En este apartado entran las vitaminas E, la astaxantina y la coenzima Q10, por ejemplo.

La vitamina E es un cosmecéutico importante. Tiene propiedades antioxidantes, ya que fortalece y refuerza la barrera cutánea, y actúa sobre los radicales libres evitando su formación por lo que es altamente activa en la reparación y regeneración de la piel. Además tiene un efecto protector.

Si en la misma fórmula va acompañada de vitamina C, mejor que mejor, porque ambas actúan en sinergia (la una activa a la otra). Ya sabes: la unión hace la fuerza.

Por su parte, la astaxantina es un carotenoide, “diez veces más potente que la vitamina C; 14 veces más potente que la vitamina E; y 54 veces más potente que cualquier otro betacaroteno”, según la cirujana general y médico estético Virtudes Ruíz. Esta experta ha demostrado, después de testarlo durante años en ratones, que este activo ralentiza y mejora las lesiones sobre la piel del fotoenvejecimiento cuando se utiliza diariamente de forma prolongada.

En cuanto a la coenzima Q10, ofrece protección frente a los radicales libres y fomenta la producción de energía en las células, por lo que tiene un poder revitalizante.

Exfoliantes

En este apartado se encuentran todos los AHA’s (alfahidroxiácidos) entre los que destacan el ácido glicólico, que suele estar presentes con mayor frecuencia en los cosméticos de noche. “Es de los más utilizados por ser considerado seguro y efectivo, penetra mejor y se absorbe fácilmente. Su función es queratolítica, destruye los enlaces entre las células de la piel liberándolas para así poder ser eliminadas.

En cristiano paladín: elimina las células muertas, afina y pule la piel. De hecho, este activo es considerado el santo grial de la exfoliación. Ayuda además a la hidratación, a la producción de colágeno estructural, aporta luminosidad, trata la pigmentación, el acné y es rejuvenecedor.

Eso sí, con él hay que ir poco a poco y nunca debe combinarse con retinol (vitamina A) para evitar posibles irritaciones. Se recomienda empezar por porcentajes bajos e ir subiendo para acostumbrar a la piel y no provocar reacciones.

Retinol

Este activo está presente en las mejores cremas de noche antiedad. A partir de los 45 años es súper recomendable incluir una crema con retinol en la rutina nocturna. Es ideal para favorecer la renovación de la piel.

Además necesita estar una serie de horas aplicada en la cara para poder ser eficiente, no debe ser retirada hasta pasadas al menos cuatro horas, por lo que la aplicación antes de acostarnos también favorece esta circunstancia.

Para que no irrite la piel, todos los expertos coinciden en que hay que empezar por porcentajes bajos e ir subiendo, además de ir alternando los días. Suelen recomendar a los pacientes empezar por un día sí y dos no la primera semana; un día sí y un día no la segunda semana; y todas las noches a partir de la tercera semana.

Algo más: es fotosensible, es decir si al día siguiente no te proteges bien la piel con un SPF alto, pueden salirte manchas en la piel.

Colágeno

Las cremas de noche a menudo contienen colágeno. Según envejecemos, la producción natural de colágeno de nuestra piel comienza a disminuir. Exactamente lo hace a un ritmo de un 1% al año, a partir de los 40 años, de manera que a los 70 años ya hemos perdido un 30%.

Esto puede conducir a líneas finas, flacidez y tez apagada. Las cremas de noche con colágeno ayudan a reforzar su suministro a la piel, dándole una apariencia más firme y juvenil. Y conviene que las complementes con algún nutricosmético.

Nuestra alimentación es pobre en este nutriente y, además, las alternativas naturales, caldos naturales de carne y pescado, manitas de cerdo o callos, y postres de gelatina animal, tienen un alto contenido en grasas o azúcares, es preferible tomar suplementos de colágeno.

Para ser bien asimilado sus moléculas tienen que haber sido previamente hidrolizadas, como en el caso de EXPERT LIFT’ FILLER, de Forté Pharma. Un nutricosmético bebible con una alta concentración en colágeno (5 g) y de elastina (150 mg), a un precio de 39,00€ la caja de 10 unidades.

No obstante, incluir con moderación los alimentos frente al envejecimiento con colágeno puede ser de gran ayuda.

Ácidos grasos

Los aceites vegetales y las algas son ricas en Omega 3 y 6, lípidos esenciales para reparar la barrera epidérmica y con gran capacidad antiinflamatoria.

Tienen gran utilidad en las personas con la piel seca y cuando ya existen arrugas marcadas. Pero las pieles grasas o acnéicas deben evitarlos. Una crema de noche para piel grasa no los contiene.

A nivel tópico mantienen la piel hidratada y fortalecen la barrera protectora.

También puedes incorporarlos de manera oral en tu dieta, consumiendo aguacate, frutos secos, semillas, pescado azul –caballa, sardinas o salmón- y algas.

Melatonina

La llaman la hormona de la juventud. Según los últimos estudios es el secreto para detener el envejecimiento y llegar a edades avanzadas gozando de un mejor estado físico y/o psicológico. Posee un papel antioxidante importante y reduce el estrés oxidativo.

A partir de los 40 años nuestro organismo reduce su síntesis de forma drástica por lo que conviene que se la aportes de forma externa. Tanto a nivel tópico como oral. Las cremas de noche a partir de los 50, pueden cumplir muy bien esta función, incluso si aún no has llegado a esa edad.

Esta hormona se sintetiza a partir del triptófano. Los alimentos ricos en este son la yema de huevo, el chocolate negro, la espirulina, las espinacas, el plátano, los cereales o los frutos secos. No suena mal, ¿verdad?

¿Qué problemas puede solucionar una crema de noche?

Si las cremas de día tratan de hacer de escudo protector frente a los rayos UV, la luz azul, la contaminación, el humo o el tabaco…, las de noche son el tratamiento puro y duro que tu piel necesita, según tu problema.

Es decir, se deben ajustar a la combinación, problema-solución. Por eso están enfocadas a tratar manchas, acné o son antiedad –para el tratamiento de arrugas y flacidez-.

Si tienes acné, tus cremas de noche deben contener ácidos como el salicílico o la niacinamida que mientras duermes regeneran mucho más rápido la piel y secan los granos.

Pero si tu problema son las manchas, uno de los más comunes entre las españolas, el cosmético de noche debe incorporar ácido kójico, glicólico o sustancias despigmentantes que necesitan tiempo para actuar, de ahí que sea idóneo dejarlas trabajar mientras duermes.

No te olvides del contorno de ojos

A partir de los 30 años debes incorporar a tu rutina de cuidados nocturnos el contorno de ojos. Si tenemos un problema de retención debemos buscar una crema de noche para 30 años de contorno de ojos con vitamina K que favorezca la circulación y el drenaje.

Muy importante: utilizar texturas en gel o suero, nunca en crema para evitar la hinchazón de la zona a la mañana siguiente.

A la hora de aplicártelo, realiza la técnica de tecleo: como si tocaras el piano, desde el lagrimal hacia el exterior para así activar la circulación y el drenaje. Y con lo que te quede de producto realiza la técnica del planchado: masaje ascendente por el párpado superior.

¿Y qué textura es la idónea para una crema de noche?

Pues depende del tipo de piel y de los gustos particulares de cada uno.

• Las pieles grasas deben apostar por texturas oil free y no comedogénicas.
• Las pieles mixtas, que se corresponden con el 90% de la población, les van bien los geles-crema porque son más livianos y fresquitos.
• Las pieles secas necesitan texturas en crema o en aceite, más untuosas y nutritivas.

¡Comparte esta valiosa información en tus redes para que tus amigos comiencen con su nutrición e hidratación cutánea cuanto antes!

¿Ya sabes cuál es la crema de noche que se adapta a tu piel? ¡Nosotros ya tenemos la nuestra y vamos a empezar hoy mismo! Porque Yo Elijo Cuidarme, ¿y tú?

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