Hábitos saludables, ¿cómo inculcar bueno hábitos a tí, familia y amigos?

Cómo inculcar hábitos saludables a los tuyos

Podemos educar, educándonos nosotros al unísono, en llevar una vida con hábitos más saludables y que, además, gestione nuestras emociones sin que luego caigamos en el remordimiento ni en la culpa.

¿Qué son hábitos saludables? Quizá la mejor forma de entenderlo sea a través de un ejemplo de lo que no son. ¿Cuántas veces hemos visto o experimentado una de estas escenas?: una madre consolando a su hijo con chuches para que deje de quejarse. O un adolescente que llega del instituto después de haber tenido un mal día y su madre le prepara una merienda llena de amor, ternura y… dulces. ¡Porque los dulces nos quitan las penas!

Pero utilizar la comida como premio para celebrar los buenos y los malos momentos es una rutina poco saludable. Porque nos acostumbramos a gestionar las emociones a través del azúcar y de los hidratos de carbono.

Seguramente este es un modelo de gestión de la pena y de la frustración que madres y padres repiten porque en su día lo aprendieron de los suyos. Y seguramente también sea el modelo que los adultos emplean para consolarse ante la frustración, la ira o el aburrimiento. Pero, si bien nunca podrá formar parte de lo que consideramos hábitos, tampoco debería incluirse en las costumbres sanas entre los mayores.

Pero, no te abrumes, otro modelo es posible. Podemos educar a los nuestros, educándonos a nosotros mismos a la vez, para llevar una vida más sana y que, además, gestione nuestras emociones sin que luego caigamos en el remordimiento y la culpa.

Educar en hábitos saludables

¿Cuáles son los hábitos saludables?

A continuación te hablamos de los hábitos saludables que la OMS recomienda y que te interesa inculcar a los tuyos para disfrutar de una óptima calidad de vida en todas las etapas vitales:

Define la lista de hábitos saludables

Especifica cuáles serán vuestras nuevas rutinas saludables en casa. Puede que tus hijos y pareja no compartan las tuyas, pero no las impongas y hazles partícipes del proyecto “en casa, vida sana”. Además, trata de evitar criticar las propuestas de otros y enfócalo como algo divertido. Por ejemplo, a través de esta dinámica que te proponemos:

– Cada miembro de la familia propone cinco hábitos saludables.

– Se pactan entre todos tres hábitos y dos de libre elección.

– Definid la frecuencia de los hábitos. Por ejemplo: “cepillarse los dientes tres veces al día”.

No olvides la salud física y mental

No te limites a inculcar los hábitos saludables de alimentación, higiene o sueño. Acuérdate también de tener en cuenta la actividad física, la salud mental y las emociones. Para proteger las emociones puedes mantener costumbres como hablar en familia de cómo nos sentimos, no juzgar al otro cuando comente algo que le preocupe (por banal que nos parezca) comunicarnos con respeto, no gritar, etc.

Cómo inculcar hábitos saludables a los tuyos

Recurre a juegos para adquirir hábitos nuevos

Se educa mejor a través del juego, aunque no siempre planteamos la educación de los hijos desde esta perspectiva. Pensamos que deben adquirir hábitos saludables porque sí, porque es lo correcto, a la primera y, a ser posible, sin quejarse. Si introduces la creatividad y el juego, conseguirás muchas más cosas de tus hijos y antes que si vas cual sargento militar. Un ejemplo sencillo: “Esta noche concurso de dientes blancos, pasaremos revista a las 9 y media. Gana el blanco nuclear.”

Ten paciencia

Ni tú haces las cosas a la primera, ni eres lo perseverante que les pides a los demás. Muchos de los cambios que no conseguimos son fruto del olvido. Así que te animo a llenar la casa de cartelitos, post-it o imágenes que recuerden el cambio de hábitos. Y trata de facilitarles el nuevo hábito. Por ejemplo, si deseas tener más silencio en casa evitando ruidos, en cuanto veas que se les hincha la vena del cuello, hazles una señal con la mano, algo que les recuerde o les dé seguridad. O pídeles que expresen que están sintiendo desde el volumen conversacional.

Sé un modelo de conducta

Si quieres que estos hábitos te ayuden a ti, actúa como ejemplo. Ya decía Einstein:

Dar ejemplo no es la principal forma de educar, es la única.

Hay un anuncio que te invito a visitar, que se titula “Children see, children do”. Te sobrecogerá la imagen tan patética que los adultos podemos dar y cómo así educamos a una sociedad sin agresiva, sin respeto, ni empatía.

Ahora que ya sabes qué son hábitos saludables, comprenderás que inculcárselos a los tuyos no solo te beneficia a ti porque te obliga a adquirirlos. También, porque los educas con el objetivo de que esas rutinas saludables acaben siendo responsabilidad suya.

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